Ricard Efa tiene una larga carrera en el mundo del cómic y la ilustración, también participa en el mundo musical y recientemente ha publicado Las Máquinas del Caos, su primera incursión en el mundo de la literatura. Creo que un personaje tan multidisciplinar puede tener cosas muy interesantes que contar, así que le pedí que me respondiera unas cuantas preguntas y él, muy amablemente, accedió.
Dreams of Elvex: Gracias por responder a estas preguntas, Ricard. Las críticas que he leído de la novela son en su mayoría positivas y ha tenido muy buena aceptación. ¿Cuáles son tus sensaciones al respecto?
Ricard Efa: No puedo esconder que la recepción ha sido positiva y que esto anima mucho a seguir. Ahora bien, con algo más de veinte años de carrera en el mundo del cómic he aprendido a hacer un caso relativo a las críticas, a las buenas y a las menos buenas. Van bien para saber que la obra llega a la gente, y a veces te permiten ver tu obra desde una perspectiva distinta a la que tienes dentro de la cabeza. En todo caso estoy contento, una primera novela, de un género que tiene lectores tan exigentes, recibir reacciones positivas, me anima a seguir escribiendo, me queda muchísimo por aprender, prácticamente todo. Pero va bien saber que hay gente dispuesta a leer mi obra y acompañarme en ese aprendizaje.
Dreams of Elvex: ¿Qué es lo que provoca que des el paso para cambiar de formato para contar tus historias? ¿De dónde surge la idea de escribir una novela?
Ricard Efa: Siempre he escrito. De hecho tengo recuerdos en los que pasaba a novelita los cómics de "V" de la teleindiscreta con la máquina de escribir de mi madre. En la adolescencia pruebo con la poesía, me inspiro con los beatniks y sobre todo las letras de los Doors, hago teatro, y juego mucho a rol -sobre todo de master-. Me interesa la narrativa y la ficción desde muchos ángulos.
De hecho, me dedico al cómic porque de buenas a primeras dibujar es una actividad que me es muy fácil y natural, pero me interesa más la parte narrativa que la del dibujo. Todo esto tardo mucho tiempo en comprenderlo, pero mirando atrás es fácil ver que si hay un interés particular, es el de contar historias, da igual el formato o lenguaje.
Hace algo más de diez años empiezo a intentar escribir ficción. Necesito producir mucha mierda para empezar a intuir cuáles son los procesos de escritura que me permiten llevar a cabo la actividad y entender qué voluntad está detrás. Tengo muy pocos estudios reglados, solo el graduado escolar y una personalidad que tira de hacia ser autodidacta. Con todo lo que hago evito escuelas y profesores e intento educarme yo solo, construirme una visión y una voluntad concreta, a ser posible, poco contaminada. Es un sistema de aprendizaje más largo, pero que es mucho más cómodo. Las Máquinas del Caos nace de una apuesta conmigo mismo, que es la única persona del mundo con la que compito. Consideré que durante un período de tiempo había aprendido cosas suficientes para enfrontarme a un texto largo, terminarlo, corregirlo, exigirle coherencia y consistencia. Creyendo que había encontrado el sistema que me permitiría llevarlo adelante partí de una idea vaga, que me pareció golosa: un grupo de mercenarios-hackers deben subir un edificio con poco más que sus conocimientos. No sabía qué les iba a pasar después, intuía cosas. Me dediqué a escarbar para ver qué salía. Y salieron Las Máquinas del Caos después de un año y pico de trabajo largo.
Dreams of Elvex: Es inevitable encontrar en la trama algunas referencias a productos muy conocidos de la ciencia ficción audiovisual como Blade Runner, Matrix, Robocop... También hay referencias a obras del mundo del cómic y la literatura como Neuromàntico o Ghost in the Shell. ¿Podrías decirnos qué obras o autores crees que han podido influir más en tu producción literaria?
Ricard Efa: A lo largo de mi vida he recibido muchos impactos a través de muchos tipos de obras. Pintura, cine, literatura, cómic, música, etc. todo me influye, e intento reproducir sus sensaciones que he vivido disfrutándolas. Siempre repito que me dedico esto para seguir siendo el niño que vuelve del cine habiendo flipado con una película y se la vuelve a contar jugando con clics. Blade Runner de R. Scott creo que es innegable, el manga de Akira supuso un cataclismo en el cerebro de protoadolescente que tenía cuando lo descubrí en un quiosco francés en el viaje de octavo de EGB. Star Wars me ha acompañado siempre. Suma el trabajo de Mamoru Oshi, Satoshi Kon, Moebius, Vonnegut, Philip K. Dick, Alain Damasio, series como BS Galactica, Lost o Expanse (tanto en libros como en serie), los cómics de Valerian y Laurelin, Naoki Urasawa. O la tríada que realizan dentro de mi cabeza Encuentros en la tercera fase, el Contact de Sagan y el Arrival de Villeneuve. Cosas que quizás no tienen mucha relación, como la obra de Malick, el Réquiem de Mozart, y otras que sé que están en el acta fundacional como el juego de rol Shadowrun. Realmente hay un montón de referencias que yo mismo me sorprendía descubriendo. Quiero decir que no existía una voluntad concreta de ser referencial, pero no me supone un problema que las influencias sobresalgan porque al final son parte fundamental de mi dieta. Dreams of Elvex: Creo que has escrito una historia muy ambiciosa, que quiere tocar muchos palos de la ciencia ficción: Cyber-punk, sociedades distópicas, IA, primer contacto... ¿En qué subgénero la calificarías?
Ricard Efa: Quiero creer que los grandes temas del ciberpunk se mantienen a lo largo de toda la novela. High-tech/low-life, trabajar desde los márgenes contra las grandes formas de poder, la importancia de las redes, el posthumanismo, etc. Tenía claro que quería explorar qué había más allá de las grandes ciudades que pueblan los universos ciberpunk, espacios no muy habituales en el género, como puede ser una selva, por ejemplo. Tampoco quería atarme y quedarme paseando por un mundo canónicamente ciberpunk, supongo que mi naturaleza dispersa tiene mucho que ver. Y la voluntad de pintar un fresco que represente un mundo muy diverso a partir de uno muy reconocible. Cuando escribo juego constantemente con mis propias expectativas, soy lo primero que se pregunta: ¿Qué pasará ahora?, y si por eso hay que subvertir los códigos de un género, pues se hace, que por eso están ahí. Al final se trata de pasárselo bien escribiendo, intentando transmitir ese entusiasmo al lector.
Dreams of Elvex: ¿Tenías pensado tratar todos estos temas desde un principio o la cosa fue surgiendo a medida que avanzabas en la escritura y la trama fue evolucionando?
Ricard Efa: No planifiqué en nada las Máquinas. En el primer borrador, claro. Luego me tocó ordenarlo todo. Pero cuando empecé, iba tirando siempre hacia adelante, hacia donde el relato me llevaba, de forma orgánica. Evidentemente, el relato resultante en su primera forma era ilegible, fueron necesarias muchas intervenciones para darle el sentido que sospechaba que debía tener. Vas perfilando, redondeando, recortando, asegurando la estructura para que aquello que has parido de la nada pueda ser leído. Para responder a la pregunta diría que hay una parte importante que está en el primer borrador que aparece por su propio pie, y otra parte que es fruto de este trabajo posterior.
Dreams of Elvex: Hay un par de aspectos de la novela de los que me gustaría que hablaras. Uno es el ritmo elevado y la importancia de las escenas de acción (aunque existe material para hacer una novela más reflexiva). ¿Tenías claro que este era el tono que necesitaba la historia desde el principio?
Ricard Efa: Tenía claro que empezaría el relato con mucha acción. Un grupo de mercenarios deben llegar a lo más alto de este edificio y lo harán haciendo saltar por los aires lo que haga falta. Me parecía un ejercicio válido para adentrarme en una historia que aún estaba por descubrir. A su vez, me parecía un ejercicio poco habitual en la literatura en catalán. Lenguaje directo, intentando ser muy visual. Era un riesgo, porque no estaba seguro de saberlo hacer, y porque no sabía si sería fácil de leer cuando llegara a manos de los posibles lectores. Pero poner a los personajes en problemas, cada vez más grandes, y tener que romperme los cuernos para ir encontrándoles soluciones, fue un juego divertidísimo de escribir.
Dreams of Elvex: El otro aspecto es la predominancia de puntos de vista femeninos en la elección de protagonistas, en un estilo de roles en los que estamos más acostumbrados a la presencia masculina. Es una elección premeditada, supongo, ya que también los has hecho en tu última obra de cómic, Noceano.
Ricard Efa: Cuando empecé a escribir compuse un grupo de cuatro personajes, dos mujeres y dos hombres, sin tener nada claro quién acabaría acaparando el protagonismo. Y al final Apne fue cogiendo el rol principal con el curso de los eventos. Aunque sí, tengo una tendencia a preferir personajes femeninos en mi escritura. Creo que es de justicia, después de generaciones leyendo a Spirous y Asterix y mil millones de cómics con parejas de machos en el título, poner de femeninos. Y todo el ejercicio que esto conlleva. No limitarse a poner a unos personajes de aspecto femenino, sino intentar, como creador macho que soy, crear un personaje femenino con lo que desde mi inmensa ignorancia pueda llegar a definirlo como tal. Como me cuesta mucho contar esto con palabras, y sufro el riesgo de caer en trampas que yo mismo me pongo, prefiero contar historias donde considero todas estas cuestiones. Tengo claro que el resultado es fruto de mi visión sesgada y esto también forma parte de mi aprendizaje.
Dreams of Elvex: Aunque la historia queda cerrada satisfactoriamente dejas una puerta abierta para poder seguir escribiendo en este universo. ¿Tienes pensado hacerlo?
Ricard Efa: Estoy muy contento con Las Máquinas del caos, cuento la historia que supongo que quería contar. Quizá volver sería forzado, debería traicionar ciertas normas que me impuse y cosas por el estilo que sé que no preocupan a nadie más que a mí. Sin embargo, nunca me cierro ninguna puerta. Si mi cabecita algún día se confabula para encontrar un intersticio interesante para volver a este universo, lo haré encantado. Lo que de momento sé es que la intención no está, ni me forzaré a hacerlo.
Dreams of Elvex: He leído en
redes que tienes un proyecto literario muy ambicioso en marcha, nada menos que seis libros. ¿Nos puedes decir
algo de Stella Signata?
Ricard Efa: Empecé a escribir lo que acabaría convirtiéndose en Stella Signata
bastante antes de saber que Las máquinas del caos se publicaría. Tenía una idea
de hacía tiempo, muy simple, una sola imagen casi, de una militar joven que
regresaba a su planeta de origen, donde los habitantes se dedicaban al cultivo
de cereales. Tan pronto como envié el manuscrito de Las máquinas del caos, decidí empezar a escarbar esta imagen para hacerla crecer. Lo que
primero fue una simple exploración, descubrir quién era la chica, por qué se
volvía a su planeta, o por qué había un planeta entero dedicado al cultivo de
cereales, se fue transformando en una historia muy grande, que en definitiva es
lo que pasa con las space opera. Cuando empiezas a explicar relaciones entre
planetas, el funcionamiento de las políticas, y todas estas cosas, necesitas
mucho espacio. Poco más de un año después tenía escritas más de 150 mil
palabras y solo era el primer tercio de la historia. Como entonces ya sabía que
Mai Més publicarían Las máquinas del caos, les expliqué lo que tenía entre manos y
creo que los voy a espantar, ha ha ha!
Con el tiempo, y escribiendo y reescribiendo muchísimo, decidí
dividir el relato en seis partes, que de hecho responden a tres arcos. La
historia en sí no es fácil de resumir sin caer en spoilers, me parece que
empieza a ser habitual en mi obra. De hecho me gusta que en cierto momento el
lector se encuentre cosas que no se esperaba al empezar. En el primer libro
descubrimos una sociedad que vive en un sistema solar, diferente al nuestro,
donde un fenómeno "cósmico" los mantiene confinados. No pueden salir
de este sistema solar, pero tampoco es un problema demasiado grave,
aparentemente, tienen planetas y espacio de sobras. La historia empieza cuando esta paz se ve amenazada por
el ejército, que quiere dejar de ser un simple elemento decorativo. Una facción
de militares que se consideran humillados por el trato que reciben, deciden que
ha llegado la hora de reclamar más poder. Evidentemente, esto lo pondrá todo
patas arriba. Hay muchos personajes, cada capítulo está explicado desde el punto de vista de uno de
ellos. Por lo tanto convergen muchas tramas paralelas, mucha intriga y mucho
misterio.
Ya tengo escrito hasta el cuarto libro y me lo estoy pasando muy
bien. Me ha sido necesario trabajar de manera muy diferente a como escribí Las
máquinas del caos, prácticamente cero improvisación, muchos mapas, cronologías,
esquemas, y repasar continuamente acontecimientos y movimientos de cada
personaje para que todo encaje. A veces cuando se parte de un worldbuilding denso y
complejo acaba habiendo un exceso de info-dumping. He
procurado que esto no ocurra, y que sea la acción y la intriga lo que haga
avanzar el relato. Yo no soy quien para decirlo, pero creo que cada libro se
lee solo, plan pasa-páginas, y que tendrán suerte los que se acaben rápidamente
el primero, pues el segundo sale a la vez y podrán continuar rápidamente con la historia. Si
tuviera que resumirlo, te diría que es un cruce de Expanse y Lost, con gotas
de Dune, Ulises 31, entre muchas otras cosas. ¡Estoy seguro de que los lectores
encuentran más referencias de las que yo soy consciente! En todo caso tendremos
que esperar a junio, que es cuando está previsto que salgan publicados los dos primeros libros.
Dreams of
Elvex: Cuenta con un lector muy interesado, Ricard. Si quieres añadir algo más...
Ricard Efa: ! Gracias por el interés y el trabajo que haces! Espero haber dicho algo con
pies y cabeza :)
Dreams of
Elvex: Por supuesto. Muchas gracias por tu tiempo.