Algunos compañeros a los que leo

dimecres, 27 de juny del 2018

84k - Claire North

Comentaba en mi entrada anterior que hay escritores a los que descubres en pocos párrafos debido a su estilo. Claire North es claramente un ejemplo, su estilo narrativo es muy peculiar: frases muy breves, a menudo cortadas, así como los párrafos, con una línea narrativa un poco inconexa y a menudo con poca relación con la trama y mucha variedad en muy poco espacio. 84k, su última novela, sigue a rajatabla este guión, pero se diferencia de todas las obras anteriores de la autora en que el protagonista principal no tiene capacidades sobrenaturales. Se trata de una cruda (muy cruda) distopía con un planteamiento interesantísimo, pero que se pierde debido a un exceso de páginas.

La historia se narra a través de varios puntos de vista, pero tiene un protagonista principal que se hace llamar Theo. La trama transcurre en tres periodos temporales: el presente, un pasado reciente que es el que desemboca a la trama del presente y un pasado más lejano que es donde se origina el eje que mueve la historia.  
A nivel de estructura está bien planteada y al final las piezas encajan correctamente, pero la trama del presente es muy repetitiva y es la que corta el ritmo de lectura cuando aparece. Una vez terminada la novela (mientras la leía esperaba que esta parte tuviese mucho más sentido) creo que es un fallo muy grave de planteamiento, ya que ocupa mucho y aporta muy poco a la resolución final de la trama. Para este viaje no hacían falta tantas alforjas.

Es una lástima acabar con esta sensación, porque el planteamiento de la decadencia de la sociedad que propone North me parece muy interesante y original. Las grandes compañías dominan los recursos económicos, así como al gobierno. La situación económica de la población cada vez se polariza más, los pobres son más pobres y los ricos más ricos. La población con deudas no puede pagar las multas y son encarcelados, convirtiéndose en mano de obra casi esclava, hecho que empeora todavía más la situación. Los ricos, en cambio, tienen recursos suficientes para afrontar las consecuencias económicas de sus delitos, por lo que son casi impunes ante la ley. Precisamente el trabajo de Theo es de auditor, calcula cuanto ha de pagar una persona por sus delitos realizados, una vez revisados los agravantes y los atenuantes. En las primeras páginas descubriremos que la vida de Theo es una mentira, y que su identidad es una tapadera que oculta un pasado oscuro.
Es una de las distopías más deprimentes y que más me ha tocado a nivel emocional que he leído últimamente, sobre todo por la reacción de indiferencia y resignación de las personas que no se ven afectadas por la situación, y lo poco que cambia su percepción cuando finalmente se ven afectadas. Y la sensación de privilegio y impunidad de la clase dirigente también me ha molestado mucho. En algunos momentos me ha recordado a Apocalipsis suave, de Will McIntosh, porque la decadencia, aunque se ve venir y es constante, no es debida a una situación traumática. 
Aunque en algunos momentos me ha hecho reflexionar, y la historia se ha quedado en mi cabeza mucho tiempo después de haber terminado la novela, me decanto más  por no recomendarla. La lectura se ha hecho muy larga y pesada, debido a una parte de la trama que no acabo de comprender porque la autora le ha otorgado tanto peso y que provoca que a la mitad de la novela el interés por la historia se derrumbe. Aunque al final consigue recuperar la tensión, entiendo a algunos compañeros que han abandonado la lectura.
En fin, es la tercera novela de North que leo, y creo que la que más me ha gustado, pero a todas le encuentro fallos muy importantes a nivel de planteamiento y estructura. Tengo la sensación que es una autora que empezó sorprendiendo y con una novela de mucho éxito y repercusión Las primeras quince vidas de Harry August, que voy a leer con toda seguridady su obra ha ido perdiendo fuerza. Supongo que le volveré a dar una oportunidad a sus futuras obras, aunque esta vez con será con un poco más de precaución. 

6 comentaris:

  1. A mi me pasa con Claire North que sus novelas anteriores (Harry August, Touch, las novelas cortas The Gameshouse) me gustan mucho más que sus novelas más recientes (Hope, The End of the Day).
    Cada vez que sale un título suyo nuevo le tengo bastante ganas, pero últimamente me acerco con más cautela. Te agradezco este reseña tan sincera. No sé si la terminaré leyendo, pero por lo menos será una decisión tomada con conocimiento de causa.

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    1. Sólo he leido las tres últimas, aunque tengo Touch y Harry en el lector hace mucho tiempo, por eso hablo de oídas un poco cuando digo que está perdiendo fuerza, tus comentarios me reafirman. Gracias por pasarte por aquí Antonio.

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  2. Estoy viendo esa sensación en los lectores, cada vez más, de lo que recalcas al final. La verdad, solo he leído Harry August y la disfrute mucho. Me parecía acertada, bien planteada y muy entretenida (pese a que alguna vida sobraba XD). Tengo Hope en la estantería, y creo que lo leeré en verano, pero voy con cautela. Por lo que he visto, The end of the days y esta no están calando nada. Una pena.

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    1. The end of the days es una mala novela a evitar, sin paliativos. Hope está bien, aunque también se hace un poco larga, y esta tiene puntos positivos también. Viendo lo visto, y con tanto por leer, casi me quedaría con el buen regusto de Harry August. Gracias por pasarte por aquí.

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  3. Uufff descansé cuando vi que no has leído la de las quince vidas... con eso de que esta es la que más te ha gustado y la acabaste! Jajaja! Es que yo le tengo muchas ganas a Harry August! ; )

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    1. Yo también, no te creas, lo que pasa es que las novedades me pueden...pero me estoy quitando del vicio. Gracias por pasarte por aquí.

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