Algunos compañeros a los que leo

diumenge, 3 de febrer del 2019

Nightflyers - George RR Martin

Aprovechando que a partir de esta semana ya se puede ver en la plataforma Netflix la serie Nightflyers, basada en la novela corta del mismo nombre que escribió George RR Martin en 1980, la editorial Gigamesh ha publicado una edición espectacular de la novela con tapa dura, ilustraciones de David Palumbo, portada de Enrique Corominas, y con la traducción de la traductora habitual de Martin en esta editorial, Cristina Macía
La verdad es que es un libro chulísimo y un regalo a tener en cuenta para los fans de este autor, aunque la novela ya estaba incluida en uno de los volúmenes de recopilación de su obra, Híbridos y engendros. La historia ganó el premio Locus y estuvo nominada para el Hugo y está situada  en el universo de "The thousand worlds", un paraguas en el que el autor sitúa sus novelas de ciencia ficción, como Los viajes de Tuf, La muerte de la Luz y muchas de sus historias breves, aunque las tramas de las historias no tengan relación (recopilar todas estas historias puede ser un proyecto editorial interesante...).
La historia se podría incluir en el subgénero híbrido del space horror, y además tiene aspectos típicos de las historias de "casa encantada". 
Un grupo de científicos se embarca en la Nomada nocturno con el objetivo de perseguir a los Volcryn, una especie alienígena que está en un viaje eterno a velocidades no relativistas hacia el borde galáctico. Muchas civilizaciones han visto pasar a los Volcryn, pero ninguna ha establecido contacto con ellos. Lo que diferencia a  esta expedición es la presencia de un telépata de altas capacidades del que se tiene la esperanza que se podrá comunicar con los alienígenas. La tripulación se completa con xenobiólogos, xenolingüístas y humanos mejorados genéticamente. Seguramente el personaje más interesante es el comandante de la nave, que no sale de sus aposentos, que interactúa con la tripulación a partir de una proyección holográfica y que no pierde detalle de nada de lo que hacen los científicos en sus camarotes.
El escenario es muy intrigante, la historia emocionante y adictiva y algunas escenas son realmente impactantes. Además, se lee en una sentada. Los habituales del blog ya sabéis que el formato breve en la narrativa es uno de mis favoritos, pero en este caso creo que el formato lastra a la historia. El universo es rico y lleno de detalles que no se aprovechan para dar más empaque a la ambientación. Razas alienígenas, planetas colonizados, mejoras científicas y tecnológicas...se nombran pero se quedan como fondo de escenario. 
Hay varios personajes muy interesantes y que podrían dar mucho juego, pero no se profundiza nada en sus intereses y motivaciones. Y eso que esta versión que ha publicado Gigamesh es una revisión de 1981 de la historia original que Martin escribió en 1980, en la que no había incluido ni el nombre de varios de los nueve tripulantes de la nave, sólo su ocupación. Es habitual que las novelas cortas me dejen con ganas de conocer más de los universos y personajes que presentan, y incluso puede llegar a considerarse uno de los alicientes de este formato frente a las novelas de tochocientas páginas, pero en este caso me atrevo a decir que es un error de planteamiento del autor; el material que tenía daba para una historia más larga y completa.
He visto algunos capítulos de la serie. Para poder hacer 10 episodios a partir de una novela corta hay que alargar la trama necesariamente. Por una parte compensa lo que le criticaba a la novela, ya que dota a los personajes principales de un background personal y los dibuja con más matices que la novela.  Por otra parte, cambia a otros personajes de manera muy radical, los fusiona y se inventa a otros nuevos. Y, lógicamente, incrementa el número de viajeros en la nave, que nueve son pocos para matar en 10 capítulos. De momento me ha parecido entretenida y voy a continuar viéndola, aunque hay un cambio que me ha molestado, el protagonizado por el capitán de la nave. En la novela es un hombre viejo blanco, renqueante y pálido, y en la serie un hombre joven, negro, guapo y apuesto. Este cambio va a hacer más fáciles y creíbles en la pantalla algunas de las escenas de la novela, pero van a perder toda su gracia.

En definitiva,  la serie no me atrevo a recomendarla sin reservas todavía, el libro si. Aunque a mí me ha dejado con ganas de más y con la sensación de que no ha aprovechado el material que tenía, la lectura me ha entretenido y me ha dejado satisfecho, como me acostumbra a pasar con Martin

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