dijous, 30 de juliol del 2020

La sangre manda - Stephen King

Noches tórridas de verano superando el insomnio causado por la calor leyendo de forma voraz historias de Stephen King. Esto lo podía haber escrito hace 25 años. Como pasa el tiempo y que poco cambian algunas cosas. En fin...
En el último año he vuelto a coger interés en la obra de King, del que hacía mucho tiempo que no leía nada. Me he puesto al día con su obra a través de novelas y productos audiovisuales. Me faltaba la narrativa breve, formato en el que me siento muy cómodo como lector y en el que el autor se desenvuelve de maravilla. La última colección de 4 novelas cortas La sangre manda ha llegado a mis manos en el momento preciso y ha subido a lo alto de la pila.
He disfrutado mucho de la lectura y os la recomiendo sin dudas si sois amantes de la obra de King, aunque tres de las cuatro novelas tienen ecos de sus anteriores obras y utiliza varios tópicos característicos de su literatura. Me he sentido muy cómodo, como cuando te calzas unas viejas zapatillas que se adaptan a tu pie, pero he echado en falta algo de originalidad.

La primera historia es El teléfono del señor Harrigan. Un joven adolescente de un pequeño pueblo lee novelas en voz alta a un viejo hombre de negocios ya retirado y sin familia que se ha mudado a su pequeña localidad para descansar en su vejez después de una vida dedicada a ganar dinero con sus empresas. La trama alterna la historia del adolescente en su vida cotidiana con la evolución de la relación entre los dos protagonistas. La historia es entretenida y tiene un par de giros sorprendentes, pero me quedo con la sensación de que ya he leído alguna cosa parecida en otras historias del autor.

La segunda historia, La vida de Chuck, es seguramente la más original, pero es la que menos me ha convencido. Está dividida en tres historias cortas cuya única relación es que el protagonista es el mismo, pero en etapas diferentes de su vida. Creo que  podrían ser historias independientes, ya que la relación entre ellas es muy superficial, tanto en trama como en estilo.  Me dejó un poco desconcertado el contraste entre los tres relatos, el primero narra una situación apocalíptica a nivel global, y los otros dos situaciones cotidianas, en algún caso sin ninguna relación con lo fantástico. No sé si el invento acaba de funcionar del todo, el mismo King muestra alguna duda en las notas finales del libro.

La tercera historia es la más larga y la que da nombre a la colección: La sangre manda. Está protagonizada por una protagonista secundaria de varias de sus novelas, Holly Gibney, en su primer papel principal. Parece que King le ha cogido cariño a este personaje. No lo acabo de entender, a mi me resulta un poco cargante, pero valoro su determinación y su  evolución a nivel personal a través de las novelas en las que aparece. Situada después de los hechos narrados en El Visitante, se podría considerar su secuela, tanto a nivel temporal como de trama. Creo que ha encontrado un filón con esta temática y estos personajes y no será la última historia que leamos sobre ellos.

La última historia es La rata, protagonizada por un escritor que tiene un bloqueo creativo y que se desplaza durante unas semanas a una cabaña aislada en la montaña para intentar solucionarlo. Es un cuento de hadas un poco retorcido y lisérgico, en el que no acabas de saber realmente que es lo que ha pasado, pero que tiene un toque de humor cínico que me ha convencido.

En definitiva, una lectura recomendable y muy entretenida. Los que se introducen en la obra de King creo que la disfrutaran más que los lectores veteranos, sobre todo porque muchos de los temas que se tratan en las historias ya los ha tocado en otros relatos y novelas, y en algunos momentos tienes sensación de "deja vú". Aunque si sois seguidores de King estoy convencido que está sensación no será la primera vez que la tengáis, y  es normal que un escritor tan prolífico muestre algunas reiteraciones en sus propuestas literarias. Continuaré pendiente de lo que este gran contador de historias nos vaya a ofrecer en el futuro.

dijous, 16 de juliol del 2020

Involución - Max Brooks


No soy muy amante de las novelas de zombis, pero recuerdo con mucho cariño la lectura de Guerra Mundial Z de Max Brooks. Me gustó mucho la estructura de la novela y la variedad y originalidad de varios de los puntos de vista de las narraciones de los protagonistas. No me imaginaba que una novela de zombis pudiese plantear situaciones tan interesantes a nivel sociológico, psicológico, ecológico, antropológico y político siendo tan ágil de leer y tan entretenida. Es por eso que cuando la editorial Reservoir Books me ofreció la posibilidad de leer Involución, su última novela, acepté de inmediato y ascendió rápidamente puestos en la pila. Estoy en un momento laboral y personal en que necesito lecturas de evasión bastante ligeras y tenía la intuición que esta se adaptaría perfectamente a mis necesidades. Es entretenida, la he leído en pocos días y tiene momentos de tensión y emoción muy interesantes. No obstante me quedo con la sensación que le falta ese punto extra que presentaba Guerra Mundial Z, aunque intente seguir su estela en algunos aspectos.

La acción se desarrolla en Greenloop, una exclusiva comunidad ecológica donde seis familias pudientes viven en medio de los bosques del estado de Washington. Sus casas presentan los últimos avances en domótica y ingeniería ecológica, y reciben los suministros a través de drones y furgonetas de reparto autónomas. Viven aislados en plena naturaleza, pero siguen conectados con la civilización via wi-fi. Sus ocupaciones son variadas, pero tienen en común un cierto snobismo y la mayoría tienen personalidades particulares. La historia se inicia cuando una nueva pareja llega a la comunidad.
Esta idílica situación se ve alterada cuando  el Monte Rainier entra en erupción. Los lahares que bajan por las pendientes siguiendo los cursos de agua provocan una catástrofe natural en la zona cercana a Seattle y dejan a la comunidad aislada en todos los sentidos. También provoca que un grupo de Big-Foot pierdan su hábitat y tengan que cambiar de territorio. En su ruta de escape de la catástrofe entrarán en contacto con la comunidad de Greenloop. El subtítulo de la novela no deja lugar a dudas de las consecuencias de este encuentro: Un testimonio de primera mano de la masacre sasquatch del Rainier.
La novela está estructurada en diversas partes, seguiremos la investigación del suceso a través de entrevistas televisivas, fragmentos de artículos y libros y conversaciones con vigilantes del parque natural, aunque el hilo principal a partir del cual conocemos la historia es el diario personal de una de las habitantes. Este es uno de los aspectos que menos me ha convencido de la novela. No me resulta creíble que durante las situaciones tan duras a nivel emocional y físico que ha vivido la protagonista dedique tiempo y esfuerzo en dejarlas por escrito en un diario. Ya sé que a una historia en que aparecen animales criptozoológicos no puedes pedirle credibilidad, pero si cierta coherencia. Tampoco me ha convencido como representa la evolución de la personalidad de algunos personajes, tanto para bien como para mal, en un periodo tan corto de tiempo.


En cambio me ha gustado como adereza la historia principal con especulaciones paleontológicas y criptozoológicas con el objetivo de  dar cierta verosimilitud a la existencia y comportamiento de los sasquatch. Son este tipo de detalles son los que más me convencen del estilo del autor, aunque también es muy hábil narrando las escenas de acción.
Es una historia ligera y entretenida, de ágil lectura gracias a su estructura, ideal para esos momentos de lectura interrumpida en playas o piscinas. Estoy convencido que es una historia ideada para transformarse en un producto audiovisual, y seguramente se puedan solucionar algunos de los problemas que presenta la trama utilizando este formato. Cuentan con un espectador interesado.