Hoy voy a comentar A Prayer for the Crown-Shy, la segunda novela de Monk and Robot escrita por Becky Chambers después de A Psalm for the Wild-Built. Aunque sea una segunda parte, no sufráis por los spoilers, el argumento no es excesivamente importante en estas novelas y literalmente corresponde a lo que se explica en las sinopsis. Hay pocas cosas a desvelar, en el fondo.
La historia está situada en la luna Panga, que orbita un gigante gaseoso, el planeta Motan. Un día determinado, los robots que sustentaban la sociedad tecnológica e industrializada que habitaba el satélite toman consciencia, se despiertan, y deciden abandonar sus puestos de trabajo. Por consenso, la superficie del satélite se divide en dos partes, una para que vivan los humanos, y la otra en la que la naturaleza crece a su ritmo, en la que los robots se internan, para no volver a ser vistos en varios siglos. Los humanos cambian de paradigma social, creando comunidades sostenibles más pequeñas, dejando de lado los combustibles fósiles y utilizando energías alternativas, de forma que en todo el satélite solo hay una ciudad digna de ese nombre. El protagonista de la historia es Dex, miembro de una orden monástica que viaja en su vagón tirado a pedales por los diferentes pueblos del satélite, escuchando los problemas de la gente y ofreciendo su ayuda, mientras les prepara infusiones personalizadas de plantas medicinales. Cuando debido a una crisis personal decide viajar a la zona salvaje del planeta, se encuentra con un robot, Mosscap, que está de camino hacia la zona ocupada por los humanos y que tiene como misión descubrir como le va a la humanidad después de la marcha de los robots.
Esta segunda novela trata del lento viaje de los dos personajes hasta la ciudad más importante de Panga mientras recorren diversos enclaves humanos. Y ese es el resumen, no esperéis gran cosa más. Lo que es relevante es la relación que se establece entre los protagonistas, sus conversaciones y reflexiones mientras viajan por el pacífico aunque misterioso mundo de Panga. En la primera novela había espacio para situar al lector en el escenario, un poco de presentación y ambientación. En esta segunda novela no. Toda la historia gira alrededor del viaje de regreso hacia la metrópolis. La verdad es que me resulta sorprendente que, con tan poco, haya disfrutado tanto de la lectura. Chambers me tiene totalmente atrapado en las distancias cortas (me cuesta más en las novelas largas) y con este escenario. Reconozco que en muchos momentos me he emocionado. Tengo muchas ganas de que publique alguna novela corta más de título rimbombante situada en Panga.
Después de la primera novela me quedé con las ganas de saber qué había pasado para que Panga esté terraformado y habitado por humanos, esperaba alguna explicación en esta segunda novela. Seguiré esperando, aunque me quedo con la sensación que a la autora no le interesa explicar esta parte de la historia.
Dex es un personaje no binario y cuando está protagonizando la acción la autora utiliza los pronombres they/them. Me cuesta mucho acostumbrarme a esta terminología en inglés. En la primera novela ya me generaba confusión cuando el personaje estaba solo, en esta segunda que van todo el rato en pareja lo primero que me pasa por la cabeza es que son los dos personajes los que realizan la acción. Creo que será más fácil con un pronombre específico no binario como elle o elli.
Lo descubriré pronto, ya que tenemos la suerte de que las dos novelas se van a traducir. En castellano por parte de Crononauta, en una edición omnibus que incluye las dos historias y con traducción de Carla Bataller. En catalán, la editorial afortunada es Mai Més, con dos libros diferentes y con traducción de Anna Llisterri. Os los recomiendo encarecidamente.
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