dimecres, 18 de juliol del 2018

4 novelas breves de Cerbero III

Esta es la tercera entrada que dedico a las novelas cortas de la editorial Cerbero. Es una editorial a la que sigo de cerca (son muy activos en las redes y proponen proyectos muy interesantes). Me interesa gran parte de su catálogo, pero debido a que prefiero la edición digital a la física tengo que esperarme un par de meses después de la publicación de las novelas para poder comentar varias en una misma entrada. Vamos allá, por estricto orden de lectura.

No sé porqué viendo la portada de El Árbol de Sefarad, de Lola Robles, esperaba una historia con aire de thriller con misterio religioso incorporado, como las que coparon las librerías hace unos años.  Nada más lejos de la realidad, aunque si que tiene algunos toques de thriller, y también toca el aspecto religioso. La historia se centra en dos aspectos que dan un toque optimista a nuestro futuro. Por una parte un partido político que propone la unión de Israel y Palestina y que gana las elecciones. Por otra parte, la existencia de los enclaves, una especie de comunas en las que vive gente con estilos de vida muy diferentes pero con objetivos comunes. 
La historia sigue dos tramas paralelas que acabaran cruzándose, por una parte la de los habitantes de uno de estos enclaves y sus relaciones personales (esta es la parte que menos me ha interesado). La otra parte importante es la de un soldado que ha sido muy mal herido en un incidente de guerra, y que es reconstruido con apéndices mecánicos con la condición que se convierta en un agente secreto especial. La visita del futuro presidente de Israel y Palestina a este enclave provocará una confluencia de todas las historias y de los protagonistas, que desembocará en un tenso y emocionante final. Una lectura interesante, que promete más de lo que da, y que no he acabado de valorar del todo de manera positiva porque una parte de la historia no me ha atrapado. 

Barro, la primera novela corta de Alicia Pérez Gil, me sorprendió gratamente, por eso esperaba con muchas ganas Carne. Las expectativas a veces no son buenas compañeras de lectura, y en este caso la historia no me ha atrapado en ningún momento, no he conseguido entrar en el juego que propone la autora. 
El problema reside en mi opinión en la forma de la historia, no el contenido, que creo que es muy interesante: el misterio de fondo, el escenario distópico, las dos líneas temporales, algún aspecto científico que no desvelaré para no arruinar la lectura... hay muchos puntos positivos en esta novela. Pero tiene un tono demasiado introspectivo, da muchas vueltas sobre las sensaciones y percepciones de los personajes, y en algunos momentos se me ha hecho repetitiva, aspecto que considero grave en una novela de 60 páginas.
Tampoco me ha convencido el recurso de utilizar una carta como forma de transmitir la información entre los personajes, no le he acabado de encontrar el sentido en el escenario que plantea la autora. En fin, que he quedado un poco decepcionado del resultado final, aunque estaré pendiente del tercer volumen de Post Scriptum porque las ideas de esta autora normalmente me gustan.

La premisa de Voces remotas en Albión, de Víctor Conde, es muy interesante. En el año 2021 la humanidad recibe por primera vez un mensaje procedente del espacio. El mensaje, conocido como la Señal, es un fuerte pulso electromagnético que afecta a todos los seres humanos durante medio minuto y, en algunos casos, les acaba afectando de una forma permanente. 
Un suceso de estas características cambia la sociedad humana: aparecen nuevas religiones, se crean grupos de estudio, casi todo el mundo ha perdido a alguien en los accidentes que se produjeron durante el tiempo que duró la Señal... Los narradores de la historia son un variopinto grupo de investigadores que intentan descubrir qué mensaje oculta la Señal.
Conde es un narrador veterano y hábil, y sabe mantener al lector enganchado a la intriga de la trama. En esta ocasión ha optado por dar a la novela una presencia muy importante de un humor ácido y con bastante mala leche. Todavía no tengo claro si es un acierto o no; en algunos casos me ha parecido adecuado su uso, pero en otros me ha sacado de la historia, quita demasiado protagonismo a la parte de la investigación. La resolución  me ha dejado satisfecho, pero me quedo con la sensación que el escenario que plantea daba para una historia de mayor longitud. Os la recomiendo sin dudas.

He leído varios relatos y novelas cortas de Nieves Delgado y todos me han gustado. Conecto muy fácilmente con sus historias, me gusta lo que cuenta y cómo lo cuenta, y cada vez tengo la sensación que lo hace mejor.
En Uno realiza una mezcla complicada tratando temas tan diversos como las enfermedades mentales degenerativas, las relaciones familiares que se regeneran, la memoria y el cambio de sexo. Y lo relaciona con la ciencia ficción con la presencia de asistentes personalizados, con los mundos virtuales de inmersión, y con el proyecto UNO, un proyecto tecnológico en el que va a participar gran parte de la humanidad (aunque no sin algunos reparos). En algunos momentos se podría calificar como ciencia ficción hard, pero debido a la brevedad de la novela creo que la podréis disfrutar ni que este subgénero no os interese normalmente.
La experiencia lectora ha sido totalmente satisfactoria, se lee de una sentada, pero opino que desperdiciar este escenario en una novela corta es un lujo que pocos autores pueden permitirse. No la podéis dejar pasar.

En fin, las novelas cortas de esta editorial casi siempre me sorprenden. Estaré pendiente de la publicación en digital de lo nuevo de Sofia Rhei y de Teresa P. Mira y seguramente aparecerán por aquí.

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