Leí esta novela de Maureen F. McHugh en castellano hace
muchos años. Pude comprar la edición de la editorial Ómicron, que editó pocos
libros entre 2006 y 2008, pero muchos interesantes y de los que guardo un grato
recuerdo. El traductor fue Pedro Jorge Romero. Recordaba China Montaña Zhang como una historia entretenida y con
personalidad, quizá un poco inconexa, pero tampoco me pareció una gran obra maestra.
Ahora he aprovechado que la editorial Chronos la ha vuelto a publicar en
catalán con traducción de Lluís Delgado para volverla a leer, y he de reconocer
que la he disfrutado más que la primera vez.
La novela fue publicada en 1992, y presenta una sociedad
ligeramente distópica en la que la cultura china es la dominante. Me ha
parecido muy interesante la especulación de como sería un mundo donde las
normas las dictara esta cultura, con su rigidez, las imposiciones sociales y la
poca permisividad por todo aquello que salga de norma. También me ha gustado
ver como todo el mundo usa términos en chino aunque hablen en otros idiomas,
tal y como nosotros usamos ahora palabras en inglés. El protagonista es un mestizo de padre chino y madre
sudamericana, de nombre peculiar, China Montaña Zhang, modificado genéticamente
para parecer más chino de lo que realmente es y, para más inri, homosexual.
Tiene que esconder muchas de las realidades de su vida a la gente que le rodea.
A través de capítulos narrados en primera persona seguiremos la historia de
Zhang, pero también la de algunas personas con las que está conectado de forma más
o menos directa, de manera que la autora presenta un abanico de puntos de vista
de la situación política, económica y social bastante variados. De hecho, casi
que se podría considerar una novela estilo fix-up

La historia es un mosaico de personajes y de ambientaciones.
Visitaremos grandes metrópolis muy diferentes; una New York decadente y una
Shanghái próspera y moderna. Pero también iremos a parajes recónditos, como una
base más allá del círculo polar ártico o una colonia en marte (los capítulos
que más me han gustado). Uno de los puntos fuertes de la autora es como
consigue situar al lector en estas nuevas ambientaciones. También quiero
destacar su sentido del humor, muy irónico, y la especulación científica, sobre
todo la parte relacionada con la regeneración de tejidos y los efectos del
cambio climático que, en los tiempos de la publicación de la novela, empezaba
a sacar la cabeza en las preocupaciones de la población. Creo que, a pesar de
haber sido escrita hace más de treinta años, la novela ha envejecido muy
bien. Es cierto que echas en falta pantallas individuales de conexión análogas
a los teléfonos inteligentes que todos llevamos en el bolsillo, pero hace una
buena predicción de la red global y de las inteligencias artificiales que
controlan muchos procesos y ayudan a los protagonistas en su vida diaria.

Con esta historia Maureen F. McHugh apareció con fuerza en
el panorama de la ciencia ficción, con muchas nominaciones y un premio Locus a
la mejor primera novela. Es curioso que luego no haya tenido más éxitos sonados en su bibliografía, excepto un relato, The Lincoln train, que ganó el Hugo y el
Nebula en 1996. Si queréis leer algo más de la autora, os recomiendo los dos
relatos que tiene traducidos al castellano Cuentos para Algernon. En fin, una novela que no puedo hacer más que
recomendaros. La he disfrutado mucho. Antes era un lector de sagas infinitas,
cuanto más tiempo con los mismos protagonistas y en el mismo escenario, mejor.
Ahora he cambiado y prefiero novelas como esta, de lectura independiente, con
mucha variedad en escenas, personajes y ambientaciones. Y valoro también mucho
la originalidad, y de eso esta novela también va bien servida.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada