Los lectores habituales del blog ya sabéis que tengo una cierta debilidad por el premio Alberto Magno. Era casi inevitable que cuando David Luna me ofreció la posibilidad de leer su novela breve finalista en la edición del año pasado, El ojo de Dios, publicada por Apache Libros, no pudiese rechazar la oferta.
Ya había leído el relato del autor publicado en la antología El abismo mecánico, y, aunque no fue de los que más me gustó, si que demostraba su buen quehacer.
La novela nos sitúa en la colonia de un planeta que la humanidad ha comenzado a terraformar, pese a que tiene vida vegetal y animal exhuberante, en el momento en el que llega un auditor imperial, el narrador de la historia, para controlar la extracción y envio de los recursos que proporciona el planeta. Una variedad de Coltán, principalmente.
El auditor se enfronta a la escasa colaboración de los residentes civiles y militares de la colonia, y a los problemas que conlleva la adaptación a las condiciones atmosféricas del planeta.
La trama es enigmática, y utiliza algunos recursos interesantes para situar en poco tiempo el misterio al que debe enfrentarse nuestro protagonista. El estilo del autor es directo, poco descriptivo, y consigue con éxito plantear una situación muy intrigante que consiguió despertar mi interés de inmediato. El world-building está muy bien logrado, hay muchos detalles imaginativos. Durante gran parte de la novela, debido a las acciones del protagonista, se respira un ambiente entre lisérgico y enfermizo que en algún momento me ha desconcertado, pero creo que está bien conseguido y ayuda a la ambientación.
El principal problema es que todo lo que promete la historia en el primer tercio de la novela no acaba de llegar a buen puerto. La causa principal es la longitud de la novela. Soy un gran fan del formato de la novela breve, pero en este caso en concreto creo que la historia daba para más, y, por tanto, el final es muy apresurado, dejando demasiados cabos sueltos y enigmas sin resolución. Estoy convencido de que si el autor no hubiese estado encorsetado por el número de palabras que permite participar en el Alberto Magno hubiese conseguido darle un tono diferente al final de la historia, que creo que lo merece, y el producto final hubiese sido mucho mejor.
Es una lástima, porque el planteamiento y el escenario son muy interesantes. El autor promete, y por tanto estaré pendiente de sus nuevas aventuras literarias.
Es una lástima, porque el planteamiento y el escenario son muy interesantes. El autor promete, y por tanto estaré pendiente de sus nuevas aventuras literarias.
Hola :) El tema de esa terraformación y esa trama llena de misterio me resultan interesantes. Es una pena que la historia se quede corta, con un final apresurado por querer encajarla en el formato de novela corta. Me apunto al autor, un abrazo^^
ResponEliminaVa a sacar una novela pronto, espero que tenga mucha suerte.
Elimina