Si tuviese que destacar un autor en el panorama nacional de género que haya triunfado en 2016 creo que elegiría a David Luna. Ha publicado sus dos primeros libros (el último Laberinto Tennen, el objeto de esta entrada, con Ediciones El Transbordador), ha participado en varias antologías con sus relatos y ha ganado el premio Domingo Santos y el UPC. David tuvo la amabilidad de acceder a ser entrevistado en el blog, y tuve el placer de conocerlo en persona en la Eurocon.
La novela se sitúa en un futuro post-apocalíptico en el que el uso de la tecnología está prohibido, vigilado y limitado por una Nueva Inquisición y la sociedad ha vuelto a una estructura parecida a la medieval. Como consecuencia de las acciones de la guerra que llevó al apocalipsis algunas personas desarrollan poderes mentales y sensoriales. Los Tennen son una orden que capta, orienta y entrena a las personas con estas capacidades. Los protagonistas principales son Bastián, un ladronzuelo con poderes y el que será su instructor en la orden Tennen, Lux.Zu.
La historia tiene muchos tópicos: el joven elegido, la relación maestro-alumno, el entrenamiento de los poderes del protagonista en un edificio de la orden, el antiguo miembro de la orden que será el antagonista,... pero están mezclados con otros aspectos originales, conspiraciones políticas y con una ambientación muy interesante, de forma que el conjunto forma una historia muy entretenida. Entre los aspectos más originales está la Orden Tennen, una curiosa mezcla de cultura zen, orden medieval militar, X-men y orden Jedi. Lástima que no ha profundizado demasiado en su funcionamiento, estructura y origen.
El problema principal de la novela es lo que provoca que la narrativa breve de David haya triunfado: el ritmo acelerado. En sus relatos y novelas breves la acción es trepidante, no hay reposo para el lector, y eso es lo que les da fuerza. En cambio, en una novela, este ritmo es agotador y provoca que no se pueda profundizar en los personajes y sus motivaciones, sobre todo en los secundarios, que acaban teniendo un papel muy importante.
En mi opinión la primera parte del libro tiene un ritmo correcto, pero a partir de la mitad la cosa se dispara. Creo que a la historia le hubiese beneficiado un poco de pausa, y bastantes páginas más para poder explicar y matizar algunas cosas que quedan en el aire o que se explican de pasada. Teniendo en cuenta de que la novela tiene unas 420 páginas, creo que David ha desaprovechado la oportunidad de, con la misma historia básica, apuntarse a la moda y hacer un par o tres de novelas sin que sufran del típico mal que sufren muchas sagas, la paginitis.
En definitiva: una historia llena de buenas ideas, pero que necesitaba más espacio para poder dibujar a todos los personajes y para poner un poco más de pausa a la acción.
Lo bueno es que, aunque la historia es auto conclusiva, David Luna tiene mucho campo que explorar en este fantástico universo que ha creado. Estaremos atentos.
Apuntado como lectura para el futuro
ResponEliminaSeguro que no te decepcionará. Gracias por pasarte por aquí.
EliminaEs una novela impresionante
ResponEliminaTiene muchas cosas buenas, cierto, pero yo no la calificaría de impresionante.
EliminaDesde que vi la portada y sinopsis le tengo ganas. Yo ya le entreveía esos tópicos que conocemos pero que presentaba algo más, y veo que no llevaba el tiro errado. Es una pena que por una vez no sé de la paginitis y nos quedemos con un ritmo acelerado y quizás algo torpe al final, pero yo sigo con ganas de su lectura :)
ResponEliminaA ver que te parece. Ya comentarás.
EliminaEse "desenvolupan" que se te ha escapado desde tu subconsciente catalán. ;-)
ResponEliminaVaya...me ha pasado ya un par de veces. Gracias por avisar Jose.
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