Mi experiencia lectora con la obra de Mike Resnick siempre había sido satisfactoria. Ya lo conocía antes de escucharlo en la Catcon de 2017, pero a partir de ese momento mi interés por su obra incrementó de forma exponencial. He leído varios de sus relatos en diversas antologías, y siempre han sido de los que más me han convencido del conjunto. Considero que Kirinyaga es una obra maestra, una lectura imprescindible que ha sido una de las historias que más me ha llegado en los últimos años. Y Marfil, aunque es una obra menor en comparación, es una lectura también totalmente recomendable. Por estos motivos abordé la lectura de Santiago: un mito del futuro lejano, publicada ya hace unos años por NOVA con traducción de Elsa Mateo con muchas ganas. Lamentablemente las virtudes que presenta la novela no compensan los defectos y ha sido una lectura un poco decepcionante.
La novela forma parte del universo Birthright, un inmenso paraguas espacial y temporal en el que Resnick da cobijo a gran parte de su obra de ciencia ficción. La humanidad se ha expandido por la galaxia colonizando muchos mundos y relacionándose (a menudo de forma violenta) con seres alienígenas. La acción principal se desarrolla en el borde más externo de la galaxia, en la frontera interior, donde la civilización no se ha consolidado y prevalece la ley del más fuerte y hay mucho terreno por explorar. En estos confines plagados de ladrones, estafadores, asesinos y cazadores de recompensas hay una figura que destaca sobre las demás: Santiago. Sus acciones delictivas son famosas y han tenido repercusiones en los planetas más civilizados, por lo que el precio de su cabeza es muy elevado. El problema es que muy poca gente sabe quien es y su figura está envuelta en un halo de mito y leyenda. Seguiremos las aventuras de varios personajes en busca del paradero de Santiago, cada uno con sus motivos personales.
En el fondo es un Western trasladado al espacio y, aunque el escenario y el planteamiento son interesantes, no acaba de sacarles el jugo. Debido al gran secretismo que envuelve la existencia de Santiago los protagonistas viajan de un planeta a otro siguiendo las pistas que les proporcionan algunos personajes pintorescos de la galaxia. Una y otra vez, de forma que acaba siendo muy repetitivo aunque el autor intente colocar algún mínimo giro en la trama. Dan tantas vueltas y visitan a tantos personajes que los que son interesantes y originales quedan diluidos en el conjunto y no les saca el rendimiento que podrían tener. Creo que la historia tiene mimbres para hacer una buena novela corta, pero en el formato de novela larga es reiterativa.
También me han sacado de la historia los nombres de los personajes. El pájaro cantor, La rosa de los sargazos, La Reina Virgen, El alegre botinero...(¿que caray es un botinero?). Son excesivos y en algunos momentos me han resultado cómicos.
También me han sacado de la historia los nombres de los personajes. El pájaro cantor, La rosa de los sargazos, La Reina Virgen, El alegre botinero...(¿que caray es un botinero?). Son excesivos y en algunos momentos me han resultado cómicos.
A su favor diré que presenta el estilo típico del autor, basado en los diálogos entre los personajes, aspecto en el que es un auténtico maestro, y que la resolución final también me ha parecido muy correcta, aunque no del todo sorprendente. También me ha gustado el recurso del hilo conductor para presentar a los personajes al inicio de cada capítulo: Orfeo negro, el bardo que escribe canciones sobre todos los personajes pintorescos que aparecen en la novela.
En fin, que hasta el mejor escribano hace un borrón. Aunque esta novela me haya decepcionado un poco continuo muy interesado en la obra de Resnick, y ya estoy esperando una antología de relatos que este otoño Edicions SECC va a publicar en catalán con traducción de Edgar Cotes. Seguro que aparecerá por aquí.
En fin, que hasta el mejor escribano hace un borrón. Aunque esta novela me haya decepcionado un poco continuo muy interesado en la obra de Resnick, y ya estoy esperando una antología de relatos que este otoño Edicions SECC va a publicar en catalán con traducción de Edgar Cotes. Seguro que aparecerá por aquí.