Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Guillem Sánchez. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Guillem Sánchez. Mostrar tots els missatges

dilluns, 21 de desembre del 2015

Lo bueno, si breve... - Tercera parte

NOTA: Esta es mi colaboración con el tercer número de la revista Supersonic. Contiene, entre muchísimas cosas interesantes, relatos de figuras internacionales como Ken Liu, Adam-Troy Castro y Pat Cadigan. No os lo podéis perder.


SuperSonic Nº3Los lectores habituales de la revista ya sabéis que mi objetivo en esta sección es, a medida que voy rellenando mis lagunas con la ciencia ficción escrita originalmente en castellano, rescatar y presentar relatos que hayan ganado alguno de los premios nacionales importantes de este género y que es posible que hayan pasado desapercibidos a los lectores de mi estilo. En la primera edición de la revista repasé el premio Ignotus de relato, y en la segunda el Alberto Magno
En esta ocasión me he decantado por el premio UPC de novela corta, que es uno de mis formatos preferidos. Grandes nombres nacionales y internacionales han ganado este veterano (desde 1991), prestigioso y bien dotado premio: McDevitt, Resnick, Cotrina, Sanderson, Mallorquí, Barceló, Sawyer... Es el único premio que admite originales en cuatro idiomas, y ha habido ganadores en castellano, catalán e inglés. Lástima que el premio se haya  devaluado en los últimos años por dos razones: se ha convertido en bianual y desde el 2014 ya no hay dotación económica para el ganador. A ver cómo va la convocatoria del 2016…

Ciencia ficción: Nueva guía de lecturaSi hablamos de este premio no podemos evitar hacer referencia a la figura de Miquel Barceló, siempre presente en el jurado y en la organización, y recientemente en el candelero por su esperadísima y controvertida Nueva guía de lectura. No voy a opinar sobre lo que no he leído; sólo puedo decir que gracias a su faceta como colaborador en la colección NOVA de ciencia ficción descubrí a muchos de mis autores favoritos, y que los lomos multicolor de sus volúmenes decoran mis estanterías con mayoría absoluta. Francamente, le estoy muy agradecido. Aún así, debo reconocer que no llegué nunca a interesarme por los libros de la colección que recopilaban los premios UPC, y que se iban publicando regularmente y de los que sabía que era promotor. Craso error que, por suerte, he subsanado en parte preparando este artículo. He disfrutado mucho leyendo para preparar estas líneas. Muchísimo.
A diferencia de los anteriores artículos en los que presentaba la posibilidad de leer los relatos seleccionados de forma gratuita en la red, los relatos ganadores del premio UPC no están disponibles. Aún así todos se pueden encontrar fácilmente en los volúmenes recopilatorios publicados por NOVA (hasta 2008), como relatos independientes en formato físico o digital, o formando parte de antologías a su vez muy interesantes. Ya iré comentando las posibilidades.

BIS Premio UPC 2009Vamos a entrar en materia. Comenzaré por uno de los pocos ganadores que ha repetido galardón. En 2009 Roberto Sanhueza se llevaba el primer premio por Bis, una historia trepidante y ambiciosa que toca muchas teclas: inteligencia artificial, trasplantes de órganos, clonación, implantes de memoria y todo con mucha acción, humor negro, y un fondo de novela de detectives muy efectivo. La historia es muy ágil, seguramente ayudada por el hecho de que cada capítulo está narrado desde el punto de vista de uno de los personajes, hecho extraño en una narración tan breve. Lástima de algunos fallos en la explicación de procesos relacionados con el ADN que provocan que el resultado final no luzca tanto como podría. En el 2014 repitió premio y fórmula con El año del gato (¿para qué cambiar si la cosa funciona?). En mi opinión este relato es más flojo y no tan conseguido como Bis, aunque incluye una tecnología basada en la realidad virtual a la que sabe sacar mucho juego. Y gatitos, sinónimo de éxito. Un autor muy interesante y a tener en cuenta.

Superextragrande
También incluyo en esta categoría al autor cubano Yoss, ganador en el 2010  con la novela Superextragrande. El protagonista es un veterinario especializado en los organismos más grandes de la fauna conocida en los diversos mundos colonizados por las siete especies conscientes de la galaxia. Presenta una ambientación de space-opera muy lograda y un desparrame de imaginación con un sentido del humor muy interesante y en algunos momentos escatológico. Ha conseguido despertar mi curiosidad científica como biólogo por la especie de las Cetianas.


Terra Nova 3 (Terra Nova #3)Estas tres novelas sólo se pueden conseguir en su versión digital publicada por la UPC a un precio un poco inferior a los 3 euros. En cambio la ganadora del 2012, La epopeya de los amantes, de Miguel Santander, además de encontrarla en formato individual al mismo precio, también se puede encontrar junto a otros excelentes relatos en la fantástica antología Terra Nova 3 por 4 euros. Vale la pena la inversión. Santander, en un planteamiento muy original, nos propone dos relatos muy diferentes en ubicación y en estilo narrativo, pero íntimamente conectados. Uno es una historia del pueblo sumerio encontrada en unas tablillas muy antiguas; el otro está protagonizado por el intrigante científico Nicola Tesla y uno de sus inquietantes descubrimientos. Un planteamiento arriesgado, pero que el autor consigue llevar a buen término.

El coleccionista de sellosCésar Mallorquí vuelve a aparecer en esta sección, no en vano ha ganado todos los premios de la ciencia ficción española con sus relatos. El UPC lo ganó en 1995 con El coleccionista de sellos, una ucronía situada en 1939 en un Madrid alternativo en el que el ejército republicano consigue ganar la guerra. La primera parte, ambientación aparte, es una típica (pero no por eso aburrida) historia de policías en la búsqueda de una asesino en serie pero, a partir de la segunda mitad, la novela da un par de giros muy interesantes (que es mejor no comentar para evitar spoilers) que reflejan la maestría de este veterano autor. Maestría que queda demostrada con su versatilidad, ya que igualmente es capaz de plantear una ucronía que una distopía con toques de space-opera y estructura de thriller, como Naturaleza humana, novela que recibió la mención del jurado en 2010 y que ha sido publicada recientemente en la nueva colección de relatos del autor, Trece monos. En una sociedad marcada por la guerra con unos alienígenas muy combativos, una psicóloga es reclutada por el ejército para buscar fallos de seguridad en la jerárquica estructura militar. Su investigación la llevará a plantearse los motivos de la guerra y sus consecuencias en la sociedad en la que vive. La trama mantiene la intriga durante gran parte de la historia, pero parte de la resolución la vi venir de lejos. Aún así, una lectura totalmente recomendable.

La Cosecha del Centauro. XVIII Premio UPC. Novela Corta de Ciencia FicciónY ya que hablamos de space-opera no pueden faltar los autores que han sido mencionados en las tres ediciones de la revista, Guillem Sánchez y Eduardo Gallego con una nueva historia de su fantástico Unicorp: La cosecha del centauro, ganadora en 2008. La historia mezcla con mucha gracia la exploración espacial y la colonización de nuevos mundos con presencia de vida autóctona, con un misterio a escala galáctica que implica a una especie alienígena con muy mala leche. Muy entretenida, pero me he quedado con la sensación de que es un armazón para una historia que da para una novela más larga: deja muchas cosas en el tintero y en algunos momentos los acontecimientos se narran de una forma muy acelerada y resumida. No es lo mejor que he leído de estos autores.

Salir de faseOtro autor recurrente en la sección es José Antonio Cotrina, y en este caso el relato ganador del 2000, Salir de Fase, sí que es el mejor relato de los suyos que he leído. La humanidad ha conseguido colonizar el sistema solar (y otros sistemas estelares) y terraformar varios satélites y planetas, mientras que la Tierra se ha convertido en un solar radioactivo. La tecnología principal en que se basa la narración es la compilación: una técnica para traspasar toda la información del cerebro de una persona a un disco de identidad, que luego se puede instalar en diversos tipos de cuerpos, creados por arquitectura genética. Pasar de un cuerpo a otro es lo que se conoce como Salir de Fase. Realmente la técnica le da mucho juego al autor, y sabe sacar el jugo en un desparrame de imaginación con una ambientación espectacular. Tengo ganas de que vuelva a publicar historias ubicadas en este universo. Podréis encontrar el relato en formato ebook gracias a la editorial Palabaristas a partir de 1 euro (e incluye un relato situado en el mismo universo, Mala Racha. Imprescindible comprarlo).

Buscador de SombrasEse mismo año también ganó Javier Negrete con Buscador de Sombras. El autor plantea un futuro muy cercano en el que una enfermedad denominada Síndrome de Pisani, que se contrae cuando estás en la fase REM del sueño, causa una gran mortandad, hasta que se crea un aparato denominado Anonéiros para conseguir evitar el contagio. La historia narra la investigación que lleva a cabo un psicólogo español de renombre internacional cuando un físico español residente en Estados Unidos es detenido por asesinar brutalmente a su mujer. El planteamiento es muy interesante y el estilo narrativo del autor me gusta mucho, pero no me ha acabado de convencer la resolución ni el escenario de mundos paralelos que plantea. Ediciones Kokapeli lo ha publicado en formato digital por algo menos de 3 euros.

El mundo de YarekY para terminar comentaré uno de los relatos que más me ha gustado, el ganador en 1993, El mundo de Yarek, de Elia Barceló. El protagonista es un xenobiólogo de renombre que, después de un error catalogando a una especie como no inteligente, es condenado a veinte años de exilio en un planeta remoto y desolado. Sin embargo el planeta depara algunas sorpresas y el relato, todavía más. Los dos últimos capítulos presentan un giro argumental que, francamente, no me esperaba y me ha sorprendido muy gratamente. La prosa de Barceló ha conseguido engancharme, había leído algunos relatos suyos que no me habían convencido del todo, pero éste es realmente genial.

La calidad de las ganadoras de este premio da para otro artículo como este, o sea que me paro aquí y me guardo el material para futuras ediciones de la revista. Espero que el 2016 os depare mucha salud y buenas lecturas.

dimarts, 22 de setembre del 2015

Lo bueno, si breve... - Segunda parte

NOTA: Esta es mi colaboración con el segundo número de la revista Supersonic. Contiene, entre muchísimas cosas interesantes, relatos de figuras internacionales como Liu Cixin, Alastair Reynolds y Aliette de Bodard. No os lo podéis perder.

Como comenté en la primera edición de la revista, la intención principal de esta sección es presentar algunos relatos escritos en castellano a gente que, como yo, generalmente no había prestado atención a la narrativa breve. Simultáneamente es una buena forma para conocer autores muy interesantes que me habían pasado desapercibidos.  Para ayudarme a hacer una primera selección he decidido revisar algunos de los premios más importantes de la narrativa breve de género. En el primer número el protagonista fue el Ignotus de relato. En esta edición le toca al premio más veterano de la ciencia ficción española, el Alberto Magno.
Este jugoso premio, organizado por la Facultad de ciencia y tecnología de la Universidad del País Vasco, lleva entregándose de manera continuada desde 1989, aunque ha sufrido diversas modificaciones en sus bases. Lo que siempre se ha mantenido, y a mi parecer es lo que le da su principal atractivo, es la longitud de las obras presentadas, entre 15000 y 25000 palabras, en el límite entre un relato largo y una breve novela corta. Este formato permite a los escritores ofrecer lo mejor de la narrativa breve y también ampliar la presencia de los diálogos y profundizar mucho más en las tramas y en la ambientación.
No sabéis cuánto he disfrutado leyendo para poder escribir este artículo. La calidad de los ganadores y finalistas de este premio es muy alta y hay tantos relatos merecedores de comentario que la selección ha sido muy difícil. Una de las ideas básicas de esta sección es que los relatos que se comentan sean accesibles al lector a través de la red, aunque en este caso, al final, haré excepciones y mencionaré a algunos muy recomendables que se pueden encontrar en formato digital y que ya he comentado con anterioridad en mi blog (para no repetirme, básicamente). El servicio de publicaciones de la Universidad del País Vasco publica regularmente volúmenes conmemorativos que recogen los finalistas y ganadores de diversos años, pero muchos de estos volúmenes están ya descatalogados y son de difícil obtención. Si tenéis la oportunidad de haceros con alguno no lo dudéis.

Soy de los que prefiere empezar a leer el diario por la contraportada, así que empecemos por el final. Una de las historias ganadoras de 2014 ha sido Horror Vacui, del prometedor escritor Javier Castañeda de la Torre. Utilizando diversas técnicas como entrevistas, informes médicos, cartas…nos describe una sociedad futura influenciada por una nanotecnología que permite, alterando la química celular, controlar y monitorizar el comportamiento de las personas. El protagonista es un policía que, gracias a esta tecnología, intenta prevenir y evitar la comisión de crímenes violentos, pero de una manera mucho más sutil que la que elige Philip K Dick en The Minority Report.  El relato toca temas tan interesantes como la posibilidad real del libre albedrío y otras consecuencias morales del uso de esta tecnología, un poco coartadora de la libertad. En la página web del autor también podréis descargaros su relato finalista en la edición de 2013, La paradoja de Teseo, un relato un poco más clásico en formato y temática, aunque con algunos giros interesantes en la trama, que trata sobre la existencia, la individualidad, y las nuevas oportunidades que puede presentar el viaje en el tiempo.
El viaje en el tiempo, precisamente, es un pilar importante en las temáticas utilizadas por los autores de ciencia ficción, y no podía faltar una representación en esta selección. Francisco Jesús Carrera Troyano le da una vuelta de tuerca y nos ofrece el divertido relato El novato temporal, segundo clasificado en 1989, en el que un experimentado policía del tiempo encargado de controlar viajes no autorizados a la España del Siglo de Oro debe encargarse de solucionar un caso con la ayuda de un compañero con muy poca experiencia. Muy interesante la ambientación y el world-building, que daría para situar muchas más historias. También sobre los viajes en el tiempo trata Tiempo reciclado, de Juan Ruiz Gallego, segundo clasificado en 1994. Un programa televisivo organiza viajes en el tiempo para grabar y emitir episodios relevantes (y morbosos, a poder ser) de la historia de la humanidad, pero sin influir en los acontecimientos. Un detective privado es alquilado por el jefe de la cadena de televisión para que se desplace al Londres Victoriano. Una interesante mezcla de historia de detectives y ciencia ficción, aunque de resolución algo previsible.

No podían faltar aquellos relatos que tuviesen en cuenta el contacto con especies alienígenas no precisamente amistosas. Encontramos varios, los que optan por un enfoque divertido, como  Me pareció ver un lindo gatito , ganador en 1997 y que forma parte del Universo Corporativo, escenario muy interesante en el que sitúan sus obras los escritores Guillem Sánchez y Eduardo Gallego, que van a ser protagonistas habituales de esta sección. Con un marcado sentido del humor el relato nos explica el asalto que sufre una nave civil por parte de una especie alienígena desconocida. El único superviviente es un gato, y el ordenador central, muy mermado después del ataque, intentará hacer todo lo posible para que los atacantes no consigan información relevante sobre los mundos humanos. Con un estilo mucho más agobiante y pesimista y narrado en una primera persona, quizá en exceso cargada de adjetivos y repeticiones, está el relato ¿Podemos celebrar ya la victoria? de Víctor Guisado Muñoz, finalista del 2013.  La historia central es el viaje que una patrulla de soldados debe hacer a través del paisaje desolado de un planeta en guerra hasta el punto de encuentro donde serán rescatados, mientras son perseguidos por unos alienígenas poderosos e implacables (y muy originales, por cierto). En algunos momentos me ha recordado algunas de las más aterradoras escenas de la saga Alien.

La colonización del sistema solar también está presente con El bosque de Hielo, ganador en 1995, escrito por el gran escritor Juan Miguel Aguilera. En este gran relato relaciona la colonización de la Nube de Oort con el descubrimiento de una especie alienígena, y, casi sin darnos cuenta, la historia acaba generando una reflexión muy interesante sobre el tiempo y su relatividad. No es extraño que sea uno de los relatos más importantes de la ciencia ficción española. De la misma manera podríamos calificar al relato El Hombre dormido, de César Mallorquí, segundo clasificado en 1993. Con la excusa del estudio de los sueños de personas especiales que, cuando duermen, presentan ondas nuevas en sus electroencefalogramas, el autor nos presenta un relato muy poético y un mundo onírico que nada tiene que envidiar al creado por el Neil Gaiman. (Podréis encontrar este relato junto con el excelente La pared de Hielo, ganador del 1992, en la imprescindible antología El Círculo de Jericó). También relacionado con los sueños, pero desde una perspectiva muy diferente, encontramos El sueño de la razón, de Armando Boix, segundo calificado en 1996. La protagonista es una enfermera que trabaja en un centro en el que los pacientes han elegido pasarse lo que les queda de vida durmiendo, soñando sueños de su elección. Un muy buen relato, con un fantástico y sorprendente final.
Sokrates, escrito por Óscar Fariña fue el relato ganador en 1996 es el representante de la temática relacionada con las IA. El relato es una mezcla interesante de historia, alquimia y ciencia que narra la construcción de un androide siguiendo unas instrucciones un poco místicas, para conseguir albergar a una inteligencia artificial que lleva mucho acompañando a la humanidad, aunque nada es lo que parece.
Si hablamos del premio Alberto Magno hay tres nombres que, por presencia en el palmarés, deben destacar sobre los demás. Por un lado tenemos a José Manuel González Rodríguez con siete relatos premiados. Todos estos relatos están recopilados en el libro Recuerdos de la vieja tierra, que, desgraciadamente, no está disponible en formato digital. No he leído ninguno (prometo solucionarlo) y no puedo recomendarlos, pero creo que merece la mención en el artículo.

El pódium lo comparten dos escritores por los cuales siento gran admiración. Por un lado tenemos a José Antonio Cotrina, que con el relato Lilith, el juicio de la Gorgona y la sonrisa de Salgari ganó en 1998. El relato, una mezcla muy interesante de ciencia ficción y fantasía urbana nos introduce a un nuevo universo caracterizado por la existencia de ciertas bases espaciales indetectables que están orbitando a diversos cuerpos del sistema solar, y en las que la tecnología avanzada y la magia van de la mano. Un escenario muy interesante utilizado en otros relatos conocidos del autor, como Entre líneas, y al que espero que regrese en breve. En los últimos tiempos Cotrina está publicando algunos de sus relatos ganadores del certamen en formato digital y a un precio muy asequible. Os recomiendo Mala racha (ganador en 2000), Luna de locos (ganador en 2007) y Amanecer (premio UPV 2002).

Y ya para terminar, el segundo autor que más menciones ha recibido en este premio es Santiago García Albás. Con el relato El robot brindó con ellos nos presenta un concurso organizado por una empresa fabricante de androides, en el que los concursantes, que deben convivir en una mansión victoriana, deben reconocer cuál de ellos es un robot. De repente uno de los participantes aparece asesinado y a partir de ese momento se inicia una investigación con tintes de novela de Agatha Christie para encontrar al asesino. Un relato divertido y un poco surrealista, alejado del estilo que presenta el autor, un poco más oscuro y pesimista. El año pasado García Albás publicó cuatro de sus relatos premiados en este certamen y con un fondo común del uso de la realidad virtual y la modificación de las percepciones bajo el título de Cybersiones (que también podéis adquirir en formato físico). Los relatos son La parte del ángel (ganador en 2008), El rey Lansquenete (ganador en 2013), El mundo de SIC (segundo premio en 1997) y Delirios de grandeza (segundo premio en 2007). No puedo hacer más que recomendar estos cuatro relatos, que fueron los que durante el verano pasado provocaron mi interés por el premio Alberto Magno y, en mi cruzada por ponerme al día en la ciencia ficción española, me han hecho descubrir autores e historias fascinantes.
Nada más, espero que disfrutéis de la lectura de estos estupendos relatos, y os emplazo a la próxima edición, en la que revisaremos los relatos ganadores de otro premio de la ciencia ficción española. ¡Salud, y buenas lecturas!

dimarts, 12 de maig del 2015

Lo bueno, si breve...

Nota: Aprovechando que esta semana se han hecho públicos los candidatos a los premios Ignotus de este año os presento mi colaboración con el primer número de la revista Supersonic, relacionado precisamente con este premio.

Históricamente he sido un lector de sagas. Si una historia me gusta, cuantas más páginas y volúmenes mejor. En los últimos tiempos, no obstante, mi vida ha dado un cambio importante a nivel profesional y familiar, y cada vez tengo menos tiempo para la lectura, de forma que me he convertido en un “lector de 10 minutos” (los que aguanto antes de caer dormido). En estas condiciones las grandes novelas quedan relegadas a las vacaciones y los fines de semana, y por tanto me he aficionado al relato, un género en el que tenía muchísimas lagunas y que me está proporcionando muchas satisfacciones.
Lo cierto es que la tendencia editorial es favorable para mi situación, hay muchos productos interesantes en el mercado: Mañana todavía, Alucinadas, los tres volúmenes de Terra Nova, Retrofuturismos, las antologías situadas en Akasa-Puspa o en la España ucrónica de Danza de Tinieblas … la narrativa breve me atrevería a decir que está de moda, y los proyectos editoriales en este aspecto se multiplican. También tiene su importancia en este fenómeno la aparición de plataformas como Cuentos para Algernon o Maelstrom que proporcionan relatos de calidad de manera periódica y gratuitamente.

Seguramente no os he descubierto nada nuevo; si estáis leyendo este artículo y esta revista es casi seguro que conocéis sobradamente los libros y páginas webs anteriormente citadas. Por eso mi intención es presentar algunos relatos un poco más antiguos a gente que, como yo, generalmente no había prestado atención a la narrativa breve. Y para aquellos que estáis más al caso, algunos relatos que puede que os hayan pasado desapercibidos. Voy a centrarme en relatos escritos en castellano, y para ayudarme a hacer una primera selección he decidido revisar algunos de los premios más importantes de la narrativa breve de género. Es cierto que los premios no garantizan la calidad, pero también es cierto que los ganadores han pasado una criba, subjetiva seguramente, pero una primera selección ya está hecha. Otro de los aspectos que he valorado es la accesibilidad de los relatos, de forma que si consigo despertar vuestro interés podáis descargarlos o leerlos en internet sin problemas y de manera legal, claro.

En este primer volumen de la revista he decidido basarme en el premio Ignotus de Relato, que se entrega desde 1991 por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT) durante las Hispacon.
Este último año la ganadora fue Tamara Romero con El aeropuerto del fin del mundo (que podéis conseguir en la antología Visiones 2012 , en la que encontraréis otros relatos que también valen mucho la pena). La autora plantea un escenario en el que, de manera sorprendente, la humanidad reacciona de forma muy tranquila a la inminente caída de un asteroide en el planeta. Hay gente que continúa asistiendo a su puesto de trabajo, y incluso los vuelos internacionales siguen funcionando. La protagonista de la historia quiere viajar a Brasil para buscar a su pareja, pero en el aeropuerto se va a encontrar con algo que no espera. Es un relato un poco extraño, muy inquietante, y a veces me he sorprendido pensando en posibles continuaciones y alternativas a la situación que se plantea, o sea, que me ha dejado intrigado.


José Ramon Vázquez fue el ganador en 2013 con Neo Tokio Blues, presente en su recién salida y muy recomendable recopilación de relatos 3.0 . Tetsuo (¿os suena el nombre, fans del manga?) es un profesor de matemáticas en un instituto especial y muy secreto de Japón, al que asisten unas niñas con poderes mentales, destinadas a ser el arma definitiva. Todo va bien hasta que una de ellas muestra un interés que va más allá de lo académico hacia él. La ambientación en el Japón del futuro es una de los puntos fuertes de este interesante relato.

David Jasso ganó dos ediciones consecutivas, el 2011 y el 2012. No conocía a este veterano autor zaragozano, tengo la literatura de terror bastante abandonada, y me ha sorprendido gratamente su estilo, ha conseguido atraparme y que empatice mucho con los sentimientos de los protagonistas. Dentro de poco publica su última novela, Disforia,  y voy a estar muy pendiente.  El viento del olvido , ganador del 2011, es un relato breve bastante deprimente sobre las enfermedades mentales degenerativas. No le acabo de ver la parte de género, francamente, pero está muy bien escrito y consigue tocar la fibra. Víctimas inocentes, el ganador del 2010 es una vuelta de tuerca genial sobre las historias de vampiros, y no comento nada más para no estropear la sorpresa, pero me ha dejado los pelos como escarpias.  

Otro que ha repetido premio es Santiago Eximeno. No soy parcial con Eximeno, lo reconozco, es uno de mis autores de relatos favorito. Conecto mucho con sus historias, ya toque la ciencia ficción, la fantasía o el terror (o esas mezclas que sabe hacer tan bien). Sus dos relatos ganadores los podéis encontrar en la genial recopilación Bebés jugando con cuchillos (ganadora a su vez del Ignotus como mejor antología en 2009), aunque debo reconocer que no son los dos relatos que más me han gustado de esta colección. En 2006 ganó con Días de otoño. La historia narra la triste situación de un hombre viudo, ya mayor, que intenta acceder al programa espacial de colonización que lo llevará lejos del planeta. Sin grandes aspavientos y con un tono costumbrista construye un gran relato. La primera vez que lo leí me pasó un poco desapercibido, esta segunda vez me ha conmovido.

Origami ganó en 2003. El relato se basa en la relación entre un anciano que vive en una residencia y un joven que tiene un don con la papiroflexia. Para escapar de la monotonía el anciano se inicia en esta afición con la ayuda del joven. Se que el relato de Eximeno es anterior, pero siempre que lo leo pienso en una revisión con mucha mala leche de El zoo de papel, de Ken Liu.

El ganador en 2009 fue el relato de terror Lluvia sangrienta de Roberto Malo. La premisa del relato es que en el cielo aparecen unas misteriosas nubes de color rojo que, como indica el título, van a provocar una lluvia de sangre. Empieza lento, un poco confuso y abusando de los diálogos, pero a medida que la situación evoluciona va mejorando hasta conseguir un escenario muy agobiante y un clímax sorprendente. Muy recomendable.  

Eduardo Gallego y Guillem Sánchez son dos veteranos autores de ciencia ficción que han creado un interesante universo, el Universo Corporativo o Unicorp, en el que sitúan sus relatos y novelas. Han sido galardonados con diversos premios, y en 2002 se llevaron el Ignotus por  Fortaleza de invicta castidad, un relato muy divertido y gamberro con fondo de space-opera. Este universo ha despertado mucho mi interés, y ya he leído algunos relatos más que me han gustado mucho y que comentaré en posteriores entregas.

Una canica en la palmera, de Rafael Marín , ganador del 2001 es un entrañable relato de fantasmas que he ido leyendo con una sonrisa de cariño en la cara. Lo hace especial la naturalidad de la narradora, una espabilada niña de ocho años durante uno de esos interminables veranos de la niñez en los que se pasa el tiempo en parques, playas y piscinas. En uno de estos parques conoce a un niño un poco peculiar, que le va a enseñar nuevos juegos. Un gran relato.

Y aquí me paro. Los relatos anteriores al 2000 están recopilados en Los premios Ignotus 1991-2000, de la editorial Sportula. Encontraréis excelentes relatos de escritores ya consagrados y considerados clásicos en la literatura de género del país, como Rodolfo Martínez, Javier Negrete, Juan Miguel Aguilera o César Mallorquí. Aparte de los relatos cuenta con una sección que narra la historia y origen de este premio, realmente interesante. Espero que en un futuro se publique la recopilación de los relatos ganadores del 2000 al 2010, que contará seguro con un comprador.


Confío que este artículo haya sido de vuestro interés. Si es así la intención es continuar revisando diversos premios,como el Domingo Santos, el Nocte, el UPC o el Alberto Magno en posteriores ediciones. ¡Salud y buenas lecturas!.