Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Hugo Camacho. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris Hugo Camacho. Mostrar tots els missatges

diumenge, 20 de novembre del 2022

Bicho Hambriento - Carlton Mellick III

Siempre estoy pendiente de las novelas de Carlton Melick III que publica Orciny press. Me encantó La casa de las arenas movedizas y me sorprendió gratamente Matrioshka, pero no me atrevo a leer sus novelas directamente en inglés. Tiene demasiadas y, para ir sobre seguro, prefiero esperar al filtro de Hugo Camacho. 

Según el autor, Bicho Hambriento tiene una estructura de fix-up, un conjunto de relatos situados en el mismo universo y que comparten escenario y  personajes, pero que se pueden leer y disfrutar de manera independiente. Tengo algunas dudas con esta definición, ya que creo que no todos los relatos tienen peso suficiente para ser historias independientes, y están demasiado conectados entre ellos. Yo lo calificaría como una historia episódica, con muchos personajes que aportan su punto de vista y con algunos capítulos (para mí los mejores) que podrían ser calificados de relatos. Pero en el fondo da igual como definamos la estructura del libro; estoy convencido de que lo vais a disfrutar igualmente, como he hecho yo. De las tres novelas que he leído de Carlton Mellick es la más asequible y que creo que puede llegar a un mayor público. Me atrevería a clasificarla más como fantasía urbana que como bizarro. Me ha evocado en muchos momentos a historias de Gaiman o de Miéville.

Las historias se basan en la premisa de que la magia basada en hechizos existe, pero se paga un alto precio por utilizarla. Las personas que utilizan hechizos van sufriendo mutaciones en su cuerpo relacionadas con el sortilegio que dominan, hasta el punto que  desaparecen de nuestro plano de existencia y acaban residiendo todos en la ciudad de El culo del infierno. Además, el uso de la magia es altamente adictivo, de forma que algunos hechiceros tienen que asistir a sesiones parecidas a las de los alcohólicos anónimos. El humor tiene mucho peso dentro de la novela, es muy divertida. Con momentos crudos, pero utiliza el humor de una forma muy inteligente.
Aunque lo que le da más juego al autor es la variedad de los hechizos que presenta: desde los que pueden parecer inútiles como crear pasteles, hasta los más destructivos como el lanzamiento de relámpagos o de bolas de fuego. Me ha encantado el derroche de imaginación de los diferentes encantamientos y como los personajes los utilizan de forma tan diversa. 

En fin, que este autor me tiene ganado. Me gusta mucho su estilo narrativo, como consigue normalizar las situaciones más extrañas y como gestiona los giros y las sorpresas en la trama. Os la recomiendo encarecidamente.

dimarts, 26 de novembre del 2019

Matrioshka - Carlton Mellick III

Este sábado por la noche estaba organizando el botín de la Cat-Con mientras comentaba la jugada con mi pareja. Me di cuenta de que se sorprendía por la ilustración de la portada de uno de los libros que me había agenciado: Matrioshka, de Carlton Mellick III, en nada parecida a la de los libros que suelo leer. Decidí sorprenderla un poco más y le pasé el libro para que leyera la contraportada. La expresión de su cara mientras leía el argumento creo que podría utilizarse para hacer una definición del bizarro, el género en el que se engloba esta novela. Después descubrió que otro de los libros que había comprado llevaba como título Porno religioso improvisado y abandonó el despacho mirándome con cara de preocupación. 
No la culpo. Reconozco que los argumentos de este género son un poco extraños y es fácil que ahuyenten a lectores de historias más tradicionales. Seguramente yo, sin las críticas excelentes que había leído de Matrioshka y sin la fantástica experiencia que me generó la lectura de La casa de las arenas movedizas, tampoco  hubiese mostrado interés. Menos mal que a veces salgo de mi zona de confort lectora y encuentro perlas como esta.

La novela narra la historia de amor entre Benny, un joven humano del montón, y Ynaria, una muñeca rusa que forma parte de una subespecie humana denominada Matrioshka. Se explica bien poco del origen de esta subespecie, pero es poco importante para la trama. Su característica principal es que dentro de cada persona viven varias personas más que sienten lo que siente la del exterior. En todos los momentos y situaciones, usad vuestra imaginación.
Los dos amantes tendrán que luchar contra la incomprensión de amigos y familiares que les aconsejan no iniciar una relación entre culturas y fisiologías tan diferentes y Benny, por su lado, tendrá que enfrentarse a las tradiciones  y peculiaridades de la cultura matrioshka, de las que es un gran desconocedor.
El principal rito es La Prueba, un periodo de tiempo en el que la pareja queda aislada y en el que Benny deberá conocer a todas las personas que Ynaria alberga en su interior (a el ya le conocen) y convencerlas de su amor por cada una de ellas.
Es una novela breve, un acierto debido a la naturaleza de la historia que narra. Estoy seguro que en una mayor extensión la situación que plantea podría volverse algo repetitiva. En cambio en este formato lucen más la capacidad de sorpresa que es capaz de generar el autor, los cliffhangers entre capítulos y el tono humorístico de la novela.
Es una historia de amor muy entretenida y adictiva, tierna, loca, irreverente y , aunque con tono de comedia, más seria en algunos aspectos de lo que aparenta. El racismo, el compromiso, el amor verdadero y aquello que todos escondemos en nuestro interior son aspectos tratados en la novela, de forma más o menos evidente.
Os la recomiendo sin ninguna duda. Otro acierto del editor y traductor Hugo Camacho, que vuelve a mostrar su olfato para descubrirnos historias y autores muy interesantes. Continuaremos pendientes del catálogo de Orcinny.

diumenge, 28 de gener del 2018

La casa de arenas movedizas - Carlton Mellick III

Quería empezar esta entrada con una definición del género bizarro, pero me ha costado horrores encontrar una que sea breve y concisa, así que para conocer mejor los orígenes y fundamentos de este movimiento os recomiendo que visitéis la página de la editorial Orciny Press, o leáis el artículo que publicó Hugo Camacho (que es el editor y traductor de la novela) en el número 5 de la revista Supersonic. 
Yo los he leído para intentar discernir porque esta excelente novela debe ser considerada dentro de este género y no dentro de la ciencia ficción o el terror, por ejemplo. Algunos de los puntos los comparto, aunque otros me chirrían un poco. Pero no quiero perderme en disquisiciones sobre géneros literarios, no sea que con la tontería os haga perder ni un solo ápice de interés por esta fantástica novela.

La casa de arenas movedizas de Cartlon Mellick III tiene como protagonistas a una pareja de hermanos: Polly, la hermana mayor, con cuernos y pelo verde, que está entrando peligrosamente en la pubertad y Pulga, un chico de ocho años que es el narrador principal de la historia. 
Los hermanos viven en una guardería, de la que nunca salen, al cuidado de una tata. Asisten a la escuela, pero se desplazan hacia allí por teletransportación. Y es que tras las puertas de la guardería y en los estrechos espacios de ventilación tras las paredes hay unos misteriosos y peligrosos seres que los acechan. 
Con la ayuda de la tata y de las máquinas que les proporcionan alimento y vestido van creciendo con comodidad y con la esperanza de que sus padres, que viven también en el edificio, tengan un momento en sus ajetreadas vidas para venir a visitarles y así puedan conocerles. Pero la rutina y la comodidad se verán truncadas cuando las máquinas empiecen a fallar y se vean obligados a salir de su refugio para poder sobrevivir, empezando así un viaje terrorífico por la mansión de sus padres.
Y hasta aquí puedo leer... mejor que no comente nada más sobre el argumento, ya que una de las grandes virtudes de esta novela es precisamente la capacidad de sorprender al lector (el llamado "sense of wtf" ) y sus giros argumentales. 

Las continuas sorpresas y el estilo del autor, muy directo, provocan que sea una historia altamente adictiva y que, gracias a su brevedad, se devore en un par de sentadas. También ayuda que es muy variada; hay momentos de suspense, de acción, de aventura, de explicaciones sorprendentes... Los protagonistas están muy bien caracterizados, carismáticos, y los vamos a seguir en el que será uno de los ritos y retos más importantes de su vida, seremos testigos de un proceso de crecimiento y maduración.
En definitiva, que la mezcla está muy bien hecha y el producto final os lo recomiendo sin ninguna duda. Un aplauso a la valentía y el acierto de las apuestas editoriales de Orcinny Press. Continuaremos pendientes de su catálogo.

divendres, 28 d’abril del 2017

Lo bueno si breve 6 - Premios de narrativa breve 2016

Nota: Esta es mi colaboración con la revista Supersonic nº7. Ya estáis tardando en descargarla, está llena de entrevistas jugosas, secciones interesantes y relatos espectaculares de Lavie Tidhar, Eduardo Vaquerizo, Mike Resnick, Susana Vallejo, Sergio Mars, Angela Slatter y Víctor Conde, entre otros.

En el artículo de este número voy a comentar los relatos y novelas breves premiados durante el año 2016. El elenco de los ganadores es una mezcla de autores veteranos y consagrados, autores y autoras que están en proceso emergente y empiezan a destacar dentro del panorama del género, y autores y autoras noveles pero que prometen mucho. He disfrutado mucho preparando esta sección, creo que lo he repetido en cada artículo, pero esta voy a intentar repetirla cada año, me encanta descubrir a nuevos talentos, y la carrera de algunos de los que aparecen por aquí voy a seguirla con atención.
Como de bien nacidos es ser agradecidos, antes de empezar quiero agradecer a los escritores que me han permitido leer su obra para poder incluir a todos los premios en el artículo, ya que algunos de los relatos y novelas que comentaré todavía no están publicados (pero espero que pronto lo estén). Vamos a ver qué tal ha ido la cosecha.

Los malos tragos es mejor pasarlos rápido, o sea que vamos a empezar por el Premio Nocte, que otorga La Asociación Española de Escritores de Terror. El ganador fue David Jasso, con el relato “Los peces”, perteneciente a la antología Donde Reside el Horror publicada por Edge. Todos los relatos de la antología están relacionados con los Mitos de Cthulu, pero no hace falta ser un gran conocedor de la obra de Lovecraft para “disfrutar” con el opresivo ambiente que recrea Jasso en su relato. Un comienzo más bien tranquilo y en apariencia inocente termina en una situación agobiante y un giro inesperado que me sorprendió. He leído varios relatos de este veterano autor zaragozano, su estilo me gusta mucho aunque siempre me han dejado mal cuerpo. Algún día tengo que aventurarme en sus novelas, pero reconozco que tengo algo de miedo, no me atrevo...las emociones tan fuertes no me van, seguramente continuaré conformándome con pequeñas dosis de su mala leche.

El premio Alberto Magno fue otorgado a “Ciudad nómada, rebaño miseria”, de Pablo Loperena. El world-building de esta novela breve es espectacular: En un futuro en el que el medio ambiente ha sido modificado de un modo programado, para que todos los materiales sean reciclados y la máxima extensión de superficie sea productiva, grandes ciudades circulan lentamente cosechando los productos vegetales que encuentran a su paso. Bajo las ciudades, siguiendo su ritmo, sobreviven con dificultad enormes rebaños de personas que viven de los restos y de la beneficencia, agrupadas en diferentes tribus, cada una con su cultura, sus reglas y los inevitables conflictos entre ellas. En un principio ubicarse en la historia no es fácil, pero Loperena consigue dar la información necesaria para ir descubriendo el escenario que plantea sin info-dumps, con un ritmo muy bien planeado. La historia termina de manera satisfactoria, pero creo que un universo tan bien logrado y lleno de detalles tiene que ser escenario de muchísimas más historias. Es ideal para una antología estilo fix-up, o para una novela coral. Pablo Loperena no es un completo desconocido, ha participado en diversas antologías de relatos, pero este es su primer gran éxito. Estoy convencido de que oiremos hablar de él en el futuro.

Del que sí hemos oído hablar, y mucho, durante este año es de David Luna, sin duda uno de los autores que más ha triunfado en 2016.
En septiembre ganó el premio UPC con “Éxodo”, una novela breve adictiva, de ritmo altísimo y que no da tregua al lector en ningún momento. En un futuro lejano la humanidad ha conseguido llegar a las estrellas y colonizar un planeta, pero la fauna y la flora autóctonas, de gran tamaño, no facilitan demasiado la labor. A lo largo de las generaciones, los grupos humanos han evolucionado hasta una estructura social y reproductiva parecida a la de una colonia de abejas o hormigas, con castas de guerreros, exploradores, clérigos, y una reina que tiene en exclusiva la capacidad reproductiva. La historia se centra en la migración que debe efectuar uno de los grupos hacia latitudes superiores del planeta para intentar compensar el incremento de la temperatura durante el cambio de estación. El narrador en primera persona de la novela es el jefe de seguridad de la colonia, y, aunque insiste en repetidas veces que los protagonistas son humanos, se me ha hecho difícil visualizarlos como tales debido a los cambios fisiológicos y de comportamiento que presentan, y por cómo se relacionan con los habitantes originarios del planeta. Una mezcla muy interesante de especulación, acción y misterio.

En noviembre David Luna también ganó el premio Domingo Santos con el relato “La fiebre”. La historia refleja una situación parecida a la de la novela que he comentado anteriormente, pero a la inversa. En este caso es la Tierra el escenario de una invasión de una raza alienígena que desemboca en una guerra brutal. El armamento nuclear y químico utilizado en la guerra ha generado un cambio climático en nuestro planeta, de forma que la temperatura ha subido tanto que la tecnología de los invasores está fallando y su fisiología está a punto de hacerlo. Aunque la historia se sitúa en un momento de tregua, la migración que deben emprender los alienígenas para buscar temperaturas más bajas creará situaciones de conflicto. Un escenario complicado para utilizar en un relato tan breve, pero Luna consigue con éxito crear un ambiente de tensión, desesperación y claustrofobia. A mi me gustó mucho y estoy seguro que a James Lovelock le encantaría. 

El Ignotus a la mejor novela corta se lo llevó “Naturaleza humana”, de César Mallorquí, presente en su última recopilación de narrativa breve Trece Monos, publicada por Fantascy. Ya había comentado esta novela en una edición anterior de esta sección que trataba sobre el premio UPC, ya que recibió la mención del jurado de este premio en 2012. La historia es una distopía con toques de space-opera y estructura de thriller. En una sociedad marcada por la guerra con unos alienígenas muy combativos, una psicóloga es reclutada por el ejército para buscar fallos de seguridad en la jerárquica estructura militar. Su investigación la llevará a plantearse los motivos de la guerra y sus consecuencias en la sociedad en la que vive. La trama mantiene la intriga durante gran parte de la historia, pero parte de la resolución la vi venir de lejos. Aún así, una lectura totalmente recomendable.



El Ignotus al mejor cuento fue para “La bestia humana de Birkenau”, de Sergio Mars. La historia da una vuelta de tuerca más sobre los horrores que cometieron los nazis en los campos de exterminio, con algunas reflexiones interesantes sobre la compasión, la redención y la humanidad. Está bien escrito, pero no me emocionó, ni tocando el tema escabroso que toca (lamentablemente, creo que estamos un poco inmunizados en este tema). En una segunda lectura me ha gustado más que la primera vez, pero continúa sorprendiéndome su elección, ya que cuando leí la antología en la que se publicó el relato, Mariposas en el oeste, no consideré que fuera uno de los relatos a destacar.



En cambio “Llers 1939”, de Enric Bassegoda, ganador ex-aequo del premi Ictineu de relato, sí que fue el que me gustó más de la interesante antología Catalunya Mítica, publicada por Orcinny Press. En un relato muy correcto Bassegoda utiliza un mito vampírico catalán, el del Conde Estruc, y lo sitúa en un contexto de caos como el que fue la Guerra Civil para justificar un hecho histórico espectacular. Un debut muy prometedor.
 El otro ganador fue Hugo Camacho por su relato “Compartiu, siusplau”, publicado en la revista Catarsi nº 17. En muy pocas palabras, y de forma muy hábil, Camacho presenta la posibilidad de que las personas descarguen su consciencia en las redes sociales, y plantea la situación de qué pasaría si esas redes sociales cerrasen sus servidores. La historia está estructurada como una entrada en facebook y sus comentarios correspondientes, que van desde un apoyo sin fisuras a el odio más exacerbado. Seguramente esto pasa más en twitter que en facebook, pero la historia funciona perfectamente y se me ha hecho cortísima. Es el segundo relato muy interesante (y diferente) que leo de este prometedor escritor, y activo traductor y editor.

En los tres grandes premios internacionales cabe destacar el gran éxito de las autoras, a diferencia de lo que ha pasado en nuestro país este año (y en  años anteriores, para que engañarnos). Creo que esta tendencia en los próximos años va a cambiar, ya que muchas editoriales nuevas están optando por el formato breve más que por la novela, y cada vez más autoras están publicando, por tanto habrá más posibilidades de que haya ganadoras.

En novela breve (novella) la gran ganadora ha sido Nnedi Okorafor con “Binti”, que se ha llevado el Hugo y el Nébula. La ambientación de la historia es muy interesante. Una joven muy inteligente perteneciente a una minoría étnica viaja desde la Tierra al planeta donde está ubicada la universidad más importante del Universo. En su viaje va a encontrarse con una situación problemática, que lamentablemente se resuelve utilizando el azar y las coincidencias, cosa que provocó que no terminara de convencerme. Aún así el universo que plantea despertó mi curiosidad, y di una oportunidad a la continuación, en la que corrige algunos de los fallos que detecté en la primera parte. Aunque no sea la mejor novela que he leído y su elección levantó alguna controversia, os la recomiendo para introduciros en el universo que plantea y así poder continuar con la historia, que mejora claramente. Aunque estoy seguro que aparecerá tarde o temprano un volumen recopilatorio de todas las novelas de Binti, o sea que podéis esperar.

El Locus lo ha ganado “Slow Bullets”, de Alastair Reynolds. En la línea a que nos tiene acostumbrados este excelente autor galés, presenta una historia de space-opera muy entretenida. Las slow bullets son dispositivos electrónicos que se introducen en el cuerpo de los soldados y que contienen información sobre su historia y expediente, y permiten identificarlos y localizarlos. La protagonista de la novela es una soldado que lucha en una guerra interplanetaria y, después de tener un encontronazo con una patrulla enemiga y quedar herida, despierta en una cápsula de hibernación de una nave con problemas de funcionamiento, junto con varios centenares de personas, de las que no se sabe su origen ni afiliación. La historia se centra en las relaciones entre estos viajeros, que no se conocen, mientras intentan sobrevivir y entender cómo han llegado hasta allí. Tangencialmente también trata de los conflictos religiosos, la redención y la supervivencia, la individual y la de la especie. Muy apropiada para introducirse en la obra de este autor sin entrar en las grandes sagas que acostumbra a proponer.

En relato largo (novellette) la cosa ha estado más repartida. El Nébula ha sido para Sara Pinsker con “Our lady of the open road”. La historia muestra un futuro cercano muy pesimista en el que la tecnología acaba provocando que las relaciones entre las personas sean cada vez más escasas. Los protagonistas son una banda de rock que malvive tocando de pueblo en pueblo viajando por carreteras secundarias en su vieja y maloliente furgoneta. Destaca más la ambientación que la historia que nos cuenta, y la mayoría de las tecnologías que destacan en la historia creo que las vamos a ver más pronto que tarde. Me ha gustado, pero no considero que sea un relato excepcional.
El Locus ha sido para “Black Dog”, un relato de Neil Gaiman ambientado en el universo de American Gods, y que podréis encontrar en la antología Material Sensible, publicada por Salamandra con traducción de Laura Fernández. Es una historia típica de Gaiman, con un misterio antiguo presente en la vida cotidiana de los protagonistas. Ha sido un placer volver a caminar con Shadow, pero creo que para disfrutar de la historia tienes que haber leído American Gods, y eso es un lastre. El estilo de Gaiman siempre me ha gustado, pero este relato se me ha hecho un poco largo.
La ganadora del Hugo ha sido Hao Jingfang, con el relato “Folding Beijing”, traducido por Ken Liu, gracias al cual vamos descubriendo el interesantísimo panorama de la literatura de ciencia ficción y fantasía que se está produciendo en China. Este relato va a aparecer en la antología Planetas Invisibles, que Lee Runas publicará en otoño de 2017. La historia plantea una situación dantesca de exceso de población y escasez de recursos, y el uso de una solución radical: la ciudad de Beijing se pliega y gira sobre sí misma para conseguir alojar al máximo de personas, en tres niveles diferentes que no comparten ni tiempo ni espacio, ya que cuando unos están activos, los otros están sedados. El planteamiento es interesante, muy triste la segregación social con la que especula la autora, pero tiene un cierto tono inocente, ingenuo, que ha provocado que no me acabe de convencer del todo.

Para terminar, los premios de relato corto (short story), que precisamente podéis encontrar en el número 5 de esta revista, con traducciones de Marcheto y Arrate Hidalgo. El Locus y el Hugo fue para “Cat pictures please”, de Naomi Krtizer. La historia está narrada desde el punto de vista de una IA consciente de su existencia y que intenta ayudar a los humanos a través de sus acciones, más o menos evidentes, previo pago de fotos de gatitos. Muy divertido, y te hace plantear muchas de tus acciones por la red.
El Nébula fue para “Hungry daughters of starving mothers”, de Alyssa Wong. Este de divertido no tiene nada. Lo considero un relato de terror, que presenta un interesante y original método de leer, captar y alimentarse de los pensamientos que presentan una especie de vampiros mentales que conviven con nosotros. La idea es tan buena que da para una historia de más extensión, yo me he quedado con ganas de más, sin duda.

En fin, una buena cosecha la de este año, que me ha servido como excusa para descubrir nuevos mundos, personajes y autores. Esperemos que el 2017 como mínimo mantenga el nivel. !Salud y buenas lecturas!

dilluns, 14 de novembre del 2016

Històries de les Terres Albes i altres relats fantàstics

Avui us presentaré una iniciativa molt interessant que ha publicat Edicions SECC, Històries de les Terres Albes i altres relats fantàstics, un recull de sis relats de temàtica i estructura molt diferents que ens permeten fer un tastet del talent que tenen els escriptors i escriptores de gènere en llengua catalana. 
Sembla que el panorama de narrativa breu de gènere  en català s'estigui animant. En els darrers anys s'han publicat diverses antologies de relats fantàstics: Punts de fuga Deu relats ecofuturistes (que espero que aviat aparegui per aquí) per Males Herbes  o Catalunya Mítica per Orcinny, per exemple. Tots aquests projectes, així com el que us presento avui, contribueixen a donar un impuls important als autors i s'han de recolzar.
I el contingut, us preguntareu? Doncs com totes les antologies d'autors diversos escrivint sobre temàtiques variades: un pel irregular i desconjuntat, però força correcte pel que fa a mitjana de qualitat, segons el meu parer.
El primer relat és d' Alícia Gili, l'editora. Collblanc és una història de temàtica medieval on apareixen bruixes, bandolers i senyors feudals que escanyen els pobres, amb una estructura narrativa similar a la dels contes clàssics, però amb un toc modern, sobretot perquè li veig un cert aire de reivindicació feminista. És un bon començament.
Ja havia llegit alguna cosa de Sergi G. Oset, però m'ha sorprès molt gratament amb En una galàxia poc llunyana. És una gamberrada disfressada d'història de ciència ficció en que el protagonista és un alienígena que s'assembla molt als nostres rosegadors, i que, desprès d'un accident amb la seva nau espacial, ha de sobreviure en el nostre planeta, tot i que les haurà de veure de tots colors. Molt divertit, però el sentit de l'humor no amaga que estigui molt ben pensat i ben escrit. 
Menut ens presenta La Laia, el Roc i l'infermer de la boira verda. El relat tracta sobre dos germans que tenen un pare malalt ingressat en un hospital i que descobreixen que un dels infermers té intencions ocultes i no és ben bé qui aparenta ser. Un conte excessivament innocent, amb algunes errades de plantejament, i un final massa abrupte pel meu gust. Tampoc m'ha acabat de convèncer L'Arbreda, de Carlos Castro, però en aquest cas és per la brevetat de la història (només dos pàgines) ja que la temàtica del bosc encantat m'atreia. 
La ciència ficció amb un toc més científic està representada per Seqüeles, de Sílvia Romero. Ubicat en un futur relativament proper, però amb molts detalls futuristes que ajuden a l'ambientació, està centrat en la investigació sobre l'envelliment i la mortalitat i les modificacions genètiques que cal fer per aconseguir-les. Força correcte, i amb un punt de mala llet molt interessant. 
I per acabar, el millor relat de tots, Transcomunicació Bovina, d'Hugo Camacho, recent guanyador del Premi Ictineu al millor relat. És una història de fantasmes molt divertida, amb dos fantasmes investigadors que hauran d'ajudar al fantasma d'una dona que ha mort recentment a explicar al seu fill que qui l'ha assassinada és la seva dona per quedar-se amb l'empresa familiar. 
La trama està plena de detalls molt divertits relacionats amb les normes de la comunicació entre el món dels fantasmes i el nostre, i, a més a més, és un clar manisfest antitaurí. Pot semblar una exageració, però crec que polint algunes cosetes poc tindria a envejar a relats de mestres de la fantasia urbana com Mieville, Pratt o Gaiman.
Aquest és el primer volum de la Colecció Minairó, que neix amb la intenció de publicar fantasia en català. Els minairons són petits éssers mitològics que, quan apareixen, es caracteritzen per preguntar insistenment: Què farem? Què direm?. El que jo els diria als responsables de la col·lecció és que no parin, i que continuïn apostant per iniciatives com aquesta que, tot i els seus alts i baixos, ajuda, i molt, a normalitzar el gènere fantàstic en la nostra llengua. Els desitjo molta sort i molts èxits.