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dimecres, 8 d’abril del 2020

Made to order - Varios autores

Siempre estoy pendiente de las antologías de relatos que edita Jonathan Strahan. Es una buena manera de estar al caso de la obra de varios de mis autores favoritos de ciencia ficción, ya que son habituales de estos proyectos, y también he descubierto varios nuevos valores a los que he ido siguiendo la pista. Después de dar por terminado el Infinity Project, un proyecto formado por siete libros que trataban sobre diversos aspectos del futuro de la humanidad, la última colección de relatos que ha publicado ha sido Made to Order: Robots and Revolution.
Los robots y su relación con los humanos es uno de los temas que siempre me ha interesado más de la ciencia ficción, así que este libro subió rápidamente a la cima de la pila pasando por delante de Mission Critical, una colección anterior que todavía tengo pendiente. Aunque la antología presenta la irregularidad típica de este tipo de productos la media general es bastante alta y algunos relatos son magníficos. El problema es que no ofrece lo que promete, el título es engañoso. Hay robots, claro, y también hay inteligencias artificiales, cyborgs, modificaciones corporales... pero pocos relatos afrontan el tema de la revolución de estas entidades.
Hay relatos con mucho humor, algunos gamberros,  otros son más reflexivos, incluso hay alguno de poético y emotivo.  Algunos son tan analíticos que parecen pequeños ensayos. Cuando has leído muchas historias sobre esta temática es difícil que te sorprendan algunas cosas, supongo que un lector no tan familiarizado con la ciencia ficción disfrutaría más de esta antología. Pero aunque la premisa principal de algunos de los cuentos no sea original debo reconocer que la mayoría de los autores y autoras han sabido darle una vuelta de tuerca y varios de los relatos me han sorprendido gratamente. Paso a comentar algunos de ellos.
Peter Watts es uno de mis autores favoritos, por eso lo incluyo dentro de esta selección, aunque su historia no está dentro de mis preferidas. Con su complejo estilo característico su relato Test 4 Echo explica la historia de como uno de los robots que están explorando Encelado sufre un accidente que traerá algunas consecuencias inesperadas. 
Brother Rifle de Daryl Gregory es seguramente la historia que tiene una relación más tangencial con el tema de la antología, pero este hombre escribe muy bien y el relato es una delicia. Narra de forma simultánea como un soldado queda herido en una acción de guerra y su proceso de recuperación después de sufrir daños cerebrales importantes.
Ken Liu nos presenta en Idols un relato sobre los posibles usos de los ídolos, unas recreaciones virtuales de las personas a partir de la información que han ido dejando en internet. Hay un episodio de Black Mirror que tiene una temática parecida, pero Liu consigue ir más allá y ofrece muchas más alternativas y reflexiones muy interesantes.
En Bigger Fish Sarah Pinsker presenta una historia de detectives clásica con asesinato imposible, pero con robots. Muy divertida y ingeniosa. También es muy divertido y lleno de ironía el relato Polished Performance, del maestro Alastair Reynolds. En un viaje interestelar de varias décadas el sistema de hivernación falla y los viajeros mueren. Los robots supervivientes tienen que idear un sistema para que en el destino no detecten el fallo y puedan escapar "vivos" del percance. Tienen varias décadas por delante, y mucha capacidad de procesamiento de datos. 
El relato que más me ha sorprendido es Sin Eater, de Ian R. MacLeod, autor con mucha experiencia y del que no había leído nada todavía. El relato trata sobre la trascendencia de la humanidad hacia mundos virtuales, y como un robot asiste en el traspaso del último humano que queda en la Tierra, el Papa de Roma. 
Sofia Samatar ha escrito Fairy tales for Robots,  un relato muy emotivo y documentado.  El día antes de conectar al primer robot de una nueva serie, una de sus programadoras le explica cuentos de la tradición oral humana relacionados con objetos inanimados con su correspondiente moraleja. Es un relato muy elaborado y curioso, en el que me ha sorprendido como enfoca algunas historias conocidas con el mundo de la robótica. En cambio Suzanne Palmer presenta una trama mucho más sencilla en Chiaroscuro in Red, aunque el resultado también es brillante. Un joven estudiante recibe un regalo inesperado por parte de sus padres, la propiedad de un robot que trabaja en una cadena de montaje. El problema es que este robot no está en su mejor momento, y se acerca peligrosamente a la obsolescencia. Divertido y emotivo.

No conecté con el estilo de Brooke Bolander en su novela corta ganadora del Locus y el Nebula, The Only Harmless Great Thing. En cambio su relato  A Glossary of Radicalization es de los que más me ha gustado, y el que da más sentido al título de la antología. Me ha gustado la forma en que plantea como los humanos hemos construido a los robots para poderlos tener controlados, y su proceso de aprendizaje.
En definitiva, una antología recomendable, con muchos relatos que valen la pena,  por encima de la media de las recopilaciones de este estilo, aunque debo reconocer que es uno de los temas con los que yo más disfruto y puedo ser poco parcial. 
El siguiente proyecto de Jonathan Strahan implica un cambio de tercio y entra en el mundo de fantasía con una colección de relatos mucho más extensa y con ilustraciones, The Book of Dragons. Tiene muy buena pinta, estaré pendiente.

dissabte, 1 de desembre del 2018

Infinity's end - Jonathan Strahan

Hoy voy a comentar Infinity's end, la séptima y última edición del conjunto de colecciones de relatos Infinity Project editadas por  Jonathan Strahan. Los autores que han participado en este proyecto son de gran talla internacional, y han sido convidados a escribir un relato sobre el futuro de la humanidad, con un tema principal diferente dependiendo de la antología: grandes proyectos de ingeniería, la guerra en el futuro, las modificaciones corporales, el contacto con otras civilizaciones... Esta es la cuarta antología de este proyecto que comento en el blog,  y mi sensación era que la calidad global de cada libro estaba bajando (el penúltimo, Infinity Wars, era realmente flojo), aunque siempre había buenos relatos. La presencia de algunos de mis autores favoritos en el último volumen hizo que me decidiese a leerla aunque no estaba en mis planes, y no me arrepiento, ya que esta última edición mantiene bien el tipo y contiene varios relatos interesantes y destacables, cerrando el proyecto con un broche correcto, aunque no espectacular.
Lo que no he acabado de detectar es el hilo común de esta nueva antología, si que es cierto que la mayoría de relatos están situados en un futuro lejano del sistema solar, pero sin un tema concreto. A veces parece como si fuera un cajón de sastre donde haya colocado relatos que en otras colecciones no tenían cabida, pero que le parecían interesantes. Paso a comentar algunos que quiero destacar por su planteamiento o su temática.

En Intervention Kelly Robson, flamante ganadora del Nébula en relato corto de este año, plantea un interesante sistema para criar a los niños en los hábitats espaciales, en una especie de guardería comunal en la que viven en conjunto hasta la mayoría de edad.

Prophet on the road de Naomi kritzer narra como la protagonista intenta reunir a varios fragmentos del Ingeniero, una IA que gobernó el sistema solar y contra la que los humanos se rebelaron. La relación entre la protagonista y su fragmento de IA me ha parecido muy interesante.

Death's door no es uno de los mejores relatos de Alastair Reynolds que he leído, pero si que da una buena idea de la gran capacidad de imaginación que tiene este autor. En un futuro en el que los seres humanos son muy longevos, un par de amigos intentan convencer a un tercero que quiere dejar de existir. Para convencerlo lo llevan a los rincones más espectaculares de nuestro sistema solar. 

La prolífica autora Seanan McGuire no podía faltar, y en su relato Swear not by the moon, narra la transformación de Titán en un enorme parque temático.

En Last small step Stephen Baxter presenta un planteamiento muy original sobre la exploración del sistema solar, uno en el que se decide eliminar todas las pruebas de la presencia humana en los diversos cuerpos celestes del sistema. La historia narra la trama de la persecución de un astronauta que quiere saltarse las normas.  

El relato triste de la antología es Longing for earth , de Linda Nagata que ha ganado el Locus de este año en relato corto. El protagonista lleva décadas viajando por los múltiples hábitats artificiales que reproducen algunos de los ecosistemas de la Tierra, intentando reproducir lo que sentía cuando paseaba por la superfície de nuestro planeta. Mientras, su família insiste en que entre en la vida digital de una vez por todas, pero él, tozudo, continúa con su peregrinación. 

La antología termina con un confuso relato de Peter Watts que creo que hará las delicias de los especialistas en la vida y obra de Philip K Dick, ya que está llena de referencias, pero como no es mi caso la he encontrado más difícil de lo que es habitual en este fantástico autor.

Me da una cierta pena que un proyecto tan interesante como este termine, y que termine de esta manera, dejando un cierto regusto amargo, ya que era evidente que la calidad de las historias de las últimas antologías iba en descenso. Aunque esta última colección sea mejor que las anteriores y la sensación es que hay un remonte, considero un acierto parar este proyecto en este punto.

Que pare este proyecto no implica que Strahan vaya a parar, en julio va a publicar otra antología de relatos, Mission Critical, con la participación de primeras espadas del género: Hamilton, Reynolds, Watts, Leckie... y con un interesante eje común: qué pasa cuando la tecnología falla en el espacio. Cuenta con un lector interesado.

divendres, 28 d’abril del 2017

Lo bueno si breve 6 - Premios de narrativa breve 2016

Nota: Esta es mi colaboración con la revista Supersonic nº7. Ya estáis tardando en descargarla, está llena de entrevistas jugosas, secciones interesantes y relatos espectaculares de Lavie Tidhar, Eduardo Vaquerizo, Mike Resnick, Susana Vallejo, Sergio Mars, Angela Slatter y Víctor Conde, entre otros.

En el artículo de este número voy a comentar los relatos y novelas breves premiados durante el año 2016. El elenco de los ganadores es una mezcla de autores veteranos y consagrados, autores y autoras que están en proceso emergente y empiezan a destacar dentro del panorama del género, y autores y autoras noveles pero que prometen mucho. He disfrutado mucho preparando esta sección, creo que lo he repetido en cada artículo, pero esta voy a intentar repetirla cada año, me encanta descubrir a nuevos talentos, y la carrera de algunos de los que aparecen por aquí voy a seguirla con atención.
Como de bien nacidos es ser agradecidos, antes de empezar quiero agradecer a los escritores que me han permitido leer su obra para poder incluir a todos los premios en el artículo, ya que algunos de los relatos y novelas que comentaré todavía no están publicados (pero espero que pronto lo estén). Vamos a ver qué tal ha ido la cosecha.

Los malos tragos es mejor pasarlos rápido, o sea que vamos a empezar por el Premio Nocte, que otorga La Asociación Española de Escritores de Terror. El ganador fue David Jasso, con el relato “Los peces”, perteneciente a la antología Donde Reside el Horror publicada por Edge. Todos los relatos de la antología están relacionados con los Mitos de Cthulu, pero no hace falta ser un gran conocedor de la obra de Lovecraft para “disfrutar” con el opresivo ambiente que recrea Jasso en su relato. Un comienzo más bien tranquilo y en apariencia inocente termina en una situación agobiante y un giro inesperado que me sorprendió. He leído varios relatos de este veterano autor zaragozano, su estilo me gusta mucho aunque siempre me han dejado mal cuerpo. Algún día tengo que aventurarme en sus novelas, pero reconozco que tengo algo de miedo, no me atrevo...las emociones tan fuertes no me van, seguramente continuaré conformándome con pequeñas dosis de su mala leche.

El premio Alberto Magno fue otorgado a “Ciudad nómada, rebaño miseria”, de Pablo Loperena. El world-building de esta novela breve es espectacular: En un futuro en el que el medio ambiente ha sido modificado de un modo programado, para que todos los materiales sean reciclados y la máxima extensión de superficie sea productiva, grandes ciudades circulan lentamente cosechando los productos vegetales que encuentran a su paso. Bajo las ciudades, siguiendo su ritmo, sobreviven con dificultad enormes rebaños de personas que viven de los restos y de la beneficencia, agrupadas en diferentes tribus, cada una con su cultura, sus reglas y los inevitables conflictos entre ellas. En un principio ubicarse en la historia no es fácil, pero Loperena consigue dar la información necesaria para ir descubriendo el escenario que plantea sin info-dumps, con un ritmo muy bien planeado. La historia termina de manera satisfactoria, pero creo que un universo tan bien logrado y lleno de detalles tiene que ser escenario de muchísimas más historias. Es ideal para una antología estilo fix-up, o para una novela coral. Pablo Loperena no es un completo desconocido, ha participado en diversas antologías de relatos, pero este es su primer gran éxito. Estoy convencido de que oiremos hablar de él en el futuro.

Del que sí hemos oído hablar, y mucho, durante este año es de David Luna, sin duda uno de los autores que más ha triunfado en 2016.
En septiembre ganó el premio UPC con “Éxodo”, una novela breve adictiva, de ritmo altísimo y que no da tregua al lector en ningún momento. En un futuro lejano la humanidad ha conseguido llegar a las estrellas y colonizar un planeta, pero la fauna y la flora autóctonas, de gran tamaño, no facilitan demasiado la labor. A lo largo de las generaciones, los grupos humanos han evolucionado hasta una estructura social y reproductiva parecida a la de una colonia de abejas o hormigas, con castas de guerreros, exploradores, clérigos, y una reina que tiene en exclusiva la capacidad reproductiva. La historia se centra en la migración que debe efectuar uno de los grupos hacia latitudes superiores del planeta para intentar compensar el incremento de la temperatura durante el cambio de estación. El narrador en primera persona de la novela es el jefe de seguridad de la colonia, y, aunque insiste en repetidas veces que los protagonistas son humanos, se me ha hecho difícil visualizarlos como tales debido a los cambios fisiológicos y de comportamiento que presentan, y por cómo se relacionan con los habitantes originarios del planeta. Una mezcla muy interesante de especulación, acción y misterio.

En noviembre David Luna también ganó el premio Domingo Santos con el relato “La fiebre”. La historia refleja una situación parecida a la de la novela que he comentado anteriormente, pero a la inversa. En este caso es la Tierra el escenario de una invasión de una raza alienígena que desemboca en una guerra brutal. El armamento nuclear y químico utilizado en la guerra ha generado un cambio climático en nuestro planeta, de forma que la temperatura ha subido tanto que la tecnología de los invasores está fallando y su fisiología está a punto de hacerlo. Aunque la historia se sitúa en un momento de tregua, la migración que deben emprender los alienígenas para buscar temperaturas más bajas creará situaciones de conflicto. Un escenario complicado para utilizar en un relato tan breve, pero Luna consigue con éxito crear un ambiente de tensión, desesperación y claustrofobia. A mi me gustó mucho y estoy seguro que a James Lovelock le encantaría. 

El Ignotus a la mejor novela corta se lo llevó “Naturaleza humana”, de César Mallorquí, presente en su última recopilación de narrativa breve Trece Monos, publicada por Fantascy. Ya había comentado esta novela en una edición anterior de esta sección que trataba sobre el premio UPC, ya que recibió la mención del jurado de este premio en 2012. La historia es una distopía con toques de space-opera y estructura de thriller. En una sociedad marcada por la guerra con unos alienígenas muy combativos, una psicóloga es reclutada por el ejército para buscar fallos de seguridad en la jerárquica estructura militar. Su investigación la llevará a plantearse los motivos de la guerra y sus consecuencias en la sociedad en la que vive. La trama mantiene la intriga durante gran parte de la historia, pero parte de la resolución la vi venir de lejos. Aún así, una lectura totalmente recomendable.



El Ignotus al mejor cuento fue para “La bestia humana de Birkenau”, de Sergio Mars. La historia da una vuelta de tuerca más sobre los horrores que cometieron los nazis en los campos de exterminio, con algunas reflexiones interesantes sobre la compasión, la redención y la humanidad. Está bien escrito, pero no me emocionó, ni tocando el tema escabroso que toca (lamentablemente, creo que estamos un poco inmunizados en este tema). En una segunda lectura me ha gustado más que la primera vez, pero continúa sorprendiéndome su elección, ya que cuando leí la antología en la que se publicó el relato, Mariposas en el oeste, no consideré que fuera uno de los relatos a destacar.



En cambio “Llers 1939”, de Enric Bassegoda, ganador ex-aequo del premi Ictineu de relato, sí que fue el que me gustó más de la interesante antología Catalunya Mítica, publicada por Orcinny Press. En un relato muy correcto Bassegoda utiliza un mito vampírico catalán, el del Conde Estruc, y lo sitúa en un contexto de caos como el que fue la Guerra Civil para justificar un hecho histórico espectacular. Un debut muy prometedor.
 El otro ganador fue Hugo Camacho por su relato “Compartiu, siusplau”, publicado en la revista Catarsi nº 17. En muy pocas palabras, y de forma muy hábil, Camacho presenta la posibilidad de que las personas descarguen su consciencia en las redes sociales, y plantea la situación de qué pasaría si esas redes sociales cerrasen sus servidores. La historia está estructurada como una entrada en facebook y sus comentarios correspondientes, que van desde un apoyo sin fisuras a el odio más exacerbado. Seguramente esto pasa más en twitter que en facebook, pero la historia funciona perfectamente y se me ha hecho cortísima. Es el segundo relato muy interesante (y diferente) que leo de este prometedor escritor, y activo traductor y editor.

En los tres grandes premios internacionales cabe destacar el gran éxito de las autoras, a diferencia de lo que ha pasado en nuestro país este año (y en  años anteriores, para que engañarnos). Creo que esta tendencia en los próximos años va a cambiar, ya que muchas editoriales nuevas están optando por el formato breve más que por la novela, y cada vez más autoras están publicando, por tanto habrá más posibilidades de que haya ganadoras.

En novela breve (novella) la gran ganadora ha sido Nnedi Okorafor con “Binti”, que se ha llevado el Hugo y el Nébula. La ambientación de la historia es muy interesante. Una joven muy inteligente perteneciente a una minoría étnica viaja desde la Tierra al planeta donde está ubicada la universidad más importante del Universo. En su viaje va a encontrarse con una situación problemática, que lamentablemente se resuelve utilizando el azar y las coincidencias, cosa que provocó que no terminara de convencerme. Aún así el universo que plantea despertó mi curiosidad, y di una oportunidad a la continuación, en la que corrige algunos de los fallos que detecté en la primera parte. Aunque no sea la mejor novela que he leído y su elección levantó alguna controversia, os la recomiendo para introduciros en el universo que plantea y así poder continuar con la historia, que mejora claramente. Aunque estoy seguro que aparecerá tarde o temprano un volumen recopilatorio de todas las novelas de Binti, o sea que podéis esperar.

El Locus lo ha ganado “Slow Bullets”, de Alastair Reynolds. En la línea a que nos tiene acostumbrados este excelente autor galés, presenta una historia de space-opera muy entretenida. Las slow bullets son dispositivos electrónicos que se introducen en el cuerpo de los soldados y que contienen información sobre su historia y expediente, y permiten identificarlos y localizarlos. La protagonista de la novela es una soldado que lucha en una guerra interplanetaria y, después de tener un encontronazo con una patrulla enemiga y quedar herida, despierta en una cápsula de hibernación de una nave con problemas de funcionamiento, junto con varios centenares de personas, de las que no se sabe su origen ni afiliación. La historia se centra en las relaciones entre estos viajeros, que no se conocen, mientras intentan sobrevivir y entender cómo han llegado hasta allí. Tangencialmente también trata de los conflictos religiosos, la redención y la supervivencia, la individual y la de la especie. Muy apropiada para introducirse en la obra de este autor sin entrar en las grandes sagas que acostumbra a proponer.

En relato largo (novellette) la cosa ha estado más repartida. El Nébula ha sido para Sara Pinsker con “Our lady of the open road”. La historia muestra un futuro cercano muy pesimista en el que la tecnología acaba provocando que las relaciones entre las personas sean cada vez más escasas. Los protagonistas son una banda de rock que malvive tocando de pueblo en pueblo viajando por carreteras secundarias en su vieja y maloliente furgoneta. Destaca más la ambientación que la historia que nos cuenta, y la mayoría de las tecnologías que destacan en la historia creo que las vamos a ver más pronto que tarde. Me ha gustado, pero no considero que sea un relato excepcional.
El Locus ha sido para “Black Dog”, un relato de Neil Gaiman ambientado en el universo de American Gods, y que podréis encontrar en la antología Material Sensible, publicada por Salamandra con traducción de Laura Fernández. Es una historia típica de Gaiman, con un misterio antiguo presente en la vida cotidiana de los protagonistas. Ha sido un placer volver a caminar con Shadow, pero creo que para disfrutar de la historia tienes que haber leído American Gods, y eso es un lastre. El estilo de Gaiman siempre me ha gustado, pero este relato se me ha hecho un poco largo.
La ganadora del Hugo ha sido Hao Jingfang, con el relato “Folding Beijing”, traducido por Ken Liu, gracias al cual vamos descubriendo el interesantísimo panorama de la literatura de ciencia ficción y fantasía que se está produciendo en China. Este relato va a aparecer en la antología Planetas Invisibles, que Lee Runas publicará en otoño de 2017. La historia plantea una situación dantesca de exceso de población y escasez de recursos, y el uso de una solución radical: la ciudad de Beijing se pliega y gira sobre sí misma para conseguir alojar al máximo de personas, en tres niveles diferentes que no comparten ni tiempo ni espacio, ya que cuando unos están activos, los otros están sedados. El planteamiento es interesante, muy triste la segregación social con la que especula la autora, pero tiene un cierto tono inocente, ingenuo, que ha provocado que no me acabe de convencer del todo.

Para terminar, los premios de relato corto (short story), que precisamente podéis encontrar en el número 5 de esta revista, con traducciones de Marcheto y Arrate Hidalgo. El Locus y el Hugo fue para “Cat pictures please”, de Naomi Krtizer. La historia está narrada desde el punto de vista de una IA consciente de su existencia y que intenta ayudar a los humanos a través de sus acciones, más o menos evidentes, previo pago de fotos de gatitos. Muy divertido, y te hace plantear muchas de tus acciones por la red.
El Nébula fue para “Hungry daughters of starving mothers”, de Alyssa Wong. Este de divertido no tiene nada. Lo considero un relato de terror, que presenta un interesante y original método de leer, captar y alimentarse de los pensamientos que presentan una especie de vampiros mentales que conviven con nosotros. La idea es tan buena que da para una historia de más extensión, yo me he quedado con ganas de más, sin duda.

En fin, una buena cosecha la de este año, que me ha servido como excusa para descubrir nuevos mundos, personajes y autores. Esperemos que el 2017 como mínimo mantenga el nivel. !Salud y buenas lecturas!

diumenge, 6 de novembre del 2016

Bridging infinity - Jonathan Strahan (english version)

Disclaimer: English is my third language,  so I want to apologize in advance for there may be mistakes in the text below. If you find any, please let me know so that I can correct it. I'd really appreciate it. Thanks. You can read this review also in spanish here.

One of the anthologies I liked last year was Meeting infinity, the fourth book of the Infinity project led by Jonathan Strahan. In this project each book consists of stories with a common axis to analyze the future evolution of humanity. In the case of the book that I present today, Bridging infinity, the fifth one, the main subject is great engineering projects.
Like all anthologies written by various authors is very irregular and diverse, but in this case much more since the authors have chosen very different visions of the project, especially  the temporary location, so that there are stories located in the coming decades, but also in the coming millennia. This generates a loss of homogeneity that is what gives more meaning to this project in my oppinion.

The lineup of authors is spectacular, with well-known authors, but in the end, of the 15 stories, there are few that I consider memorable. Everything starts well, since the first three stories are very good, and they have in common, apart from that are very didactical, the exploration and modification of our solar system, but with very different styles.
Alastair Reynolds chooses research and exploration of the structure of the Sun as the goal of his story Sixteen Questions for Kamala Chatterjee, although it contains some surprises. Pat Cadigan in Sixteen Degrees of Separation freedom focuses on the construction of new habitats in the satellites of Jupiter and bodily and emotional changes that will suffer the first colonist. And in the third story, The Venus Generations, Stephen Baxter uses as a main character a long-lived family in the complicated process of reversing the greenhouse effect in order to terraform Venus.



There are a couple of stories I want to highlight for the engineering project they are descriving, and which are those that have generated me more sense of wonder. Robert Reed shows his mastery with Parables of Infinity, an interesting story about an ancient IA who works as a construction worker in a huge generational ship. Although who wins the prize is Allen M Steele with Apache Charley and the Pentagons of Hex, which is about a Dyson sphere made up of thousands of different habitats occupied by alien species. Trains travel between these different habitats, and the story talks about a group of human vagabonds that survive among them. A spectacular scenery I've discovered that has already been used in other of his works and that I'll investigate.
Ozymandias, by Karin Lowachee, explains the story of the robotic construction of a huge  spacecraft, from the point of view of the only human who supervises of the project. I liked this one for the use of humour. Instead, I highlight The city's edge, by Kristine Kathryn Rusch by the atmosphere of mystery, and the sadness and despair of its main character. 
Several of the stories deal with the effects of climate change. From his group I particularly liked Cold Comfort, by Pat Murphy and Paul Doherty. The protagonist is a scientist who is developing a system to collect methane from the thawing permafrost, and the story tells how the project evolves. From the scientific point of view it has seemed me plausible, which is disheartening, because the tone of the story is not exactly optimistic.
And to finish the book, the best story, the one by Ken Liu, Seven Birthdays. Excellent, as usually happens. The story is about seven moments of the long life of the protagonist, but I'd rather not comment much more to not spoil the reading. Just for this story worth it the book.
In short: I liked more the previous anthology, but the quality of many of the stories of this one is very high. The problem is that there is much difference between them; I have liked ones a lot and others very little, so the overall rating is not as high. I'll still be aware of this project, both for future editions (I hope that there will be), as for the three I have not yet read.

Bridging infinity - Jonathan Strahan

Una de las antologías que más me gustó el año pasado fue Meeting infinity, la cuarta parte del Infinity project liderado por Jonathan Strahan. En este proyecto, que consta ya de 5 antologías, cada libro está formado por relatos con un eje común para analizar el posible futuro y evolución de la humanidad. En el caso del libro que os presento hoy, Bridging infinity, el motivo principal son las grandes obras de ingeniería. 

Como todas las antologías escritas por diversos autores es muy irregular y diversa, pero en este caso mucho más ya que los autores han escogido visiones muy diferentes del proyecto, sobre todo en lo que se refiere a la ubicación temporal, de forma que hay relatos situados en las próximas décadas, pero también en los próximos milenios. Esto genera una pérdida de homogeneidad que, según mi punto de vista, es lo que le da más sentido a este proyecto.
La alineación de autores es espectacular, con autores muy conocidos y valorados, pero al final, de los 15 relatos, hay pocos que los considere memorables. La lectura comienza muy bien, ya que los tres primeros relatos son muy buenos, y tienen en común, aparte de que son muy didácticos, la exploración y modificación de nuestro Sistema Solar, aunque con estilos muy diferentes. 
Alastair Reynolds elige la investigación y exploración de la estructura del Sol como objetivo de su relato Sixteen Questions for Kamala Chatterjee, aunque contiene algunas sorpresas. Pat Cadigan en Sixteen degrees of separation freedom se centra en la construcción de nuevos hábitats en los satélites de Júpiter y las modificaciones corporales y emocionales que deberán sufrir los primeros colonos. Y en el tercer relato, The Venus GenerationsStephen Baxter utiliza como protagonistas a una longeva família en el complicado proceso de revertir el efecto hivernadero de Venus para poder terraformarlo.

A partir de este momento el libro pierde fuelle y aparecen algunos relatos de temática diversa y que no me han convencido del todo. De este grupo destacaría por divertido a Ozymandias, de Karin Lowachee, que explica la historia de la construcción robotizada de una enorme nave espacial, desde el punto de vista del único supervisor humano del proyecto.  En cambio, The city's edge, de Kristine Kathryn Rusch destaca por el ambiente de misterio, y por la tristeza y desesperación de su protagonista principal. Dos autoras que desconocía y de las que me ha gustado su estilo.
Hay un par de relatos de los que valoro el proyecto de ingeniería del que tratan, y que son los que me han generado más Sense of WonderRobert Reed muestra su maestría con Parables of Infinity, una interesantísima historia sobre una IA milenaria que trabaja como obrera de construcción en una inmensa nave generacional. Aunque el que gana el premio es Allen M Steele con Apache Charley and the Pentagons of Hex, que trata sobre una esfera de Dyson formada por miles de hábitats ocupados por diferentes especies alienígenas. Hay trenes que viajan entre estos diferentes hábitats, y la historia la protagonizan un grupo de vagabundos humanos que sobreviven como pueden entre ellos. Un espectacular escenario que he descubierto que ya ha utilizado en otras de sus obras y que voy a investigar.
Varios de los relatos tratan sobre los efectos del cambio climático. De este grupo me ha gustado especialmente Cold Comfort, de Pat Murphy y Paul Doherty. La protagonista  es una científica que está desarrollando un sistema para recoger metano del permafrost que se está descongelando y la historia narra como va evolucionando su proyecto. Desde el punto de vista científico me ha parecido plausible, lo que es descorazonador, porque el tono del relato no es precisamente optimista.
Y para rematar la antología (y aquí se nota la experiencia del editor, que nos quiere dejar con buen sabor de boca) el relato de Ken Liu, Seven Birthdays. Excelente, como acostumbra a pasar. La historia narra siete momentos de la longeva vida de la protagonista, pero prefiero no comentar mucho más para no arruinar la lectura. Sólo por este relato vale la pena el libro.
En resumen: me gustó más la anterior antología, pero la calidad de muchos de los relatos es muy alta. El problema radica en que hay mucha diferencia entre unos y otros; unos me han gustado mucho, y otros muy poco, por lo que la valoración general no es tan alta. Aún así estaré pendiente de este proyecto, tanto de las ediciones futuras, que espero que las haya, como de las tres que todavía no he leído.

dissabte, 8 d’octubre del 2016

Beyond the Aquila Rift - Alastair Reynolds (english version)

Disclaimer: English is my third language,  so I want to apologize in advance for there may be mistakes in the text below. If you find any, please let me know so that I can correct it. I'd really appreciate it. Thanks. You can read this review also in spanish here.

I've just finished my essential annual dose of Alastair Reynolds. To have a complete year of readings one of the books of this imaginative welsh writer must appear on my list.
Although I've read Slow Bullets, his short novel that won the Locus in 2016, I am  fan of the author mainly for his novels, so the anthology  that I present today, Beyond the Aquila Rift has been a great opportunity to know his best stories and novellas.
To start I will say that I think Reynolds has a lot of merit to keep in so few pages the sense of wonder and the style that characterizes his novels: large structures,  travel between the stars, artificial intelligences, contact with alien cultures, stories covering large temporal lapses, body modifications, and often a little dose of terror.
I have really enjoyed all the stories, the 18, it is surprising the uniformity of quality of the stories in this anthology; I can't highlight one above the others, and I wouldn't eliminate none of them, that's difficult in a anthology like this.
Most of the stories can be classified as space-opera, which is the specialty of the author, but some forays into other genres, such as exploration and colonization of planets in the solar system, and a couple deal with an innovative approach to ecological problems related to exhaustion of certain natural resources.
Some of the stories are located in the universe of the saga of Revelation Space scenario where I like to come back from time to time, and one of the stories is related very directly with the novel House of Suns, but I think readers who have not read these books can also enjoy reading these stories.

Although the themes are very different, all stories have a very similar structure, they follow a formula that works perfectly: an introduction that provides little explanation and raises a very intriguing situation and quickly engages the reader, a plot development in which  the doubts that appear in the introduction are solved, and a resolution often surprising, and sometimes a little abrupt.
The fact that this structure is repeated is what leads me to recommend reading this anthology combined with other different books, altought they are very good, it's prefereable not to read it altogether, to avoid a feeling of tiredness of the structure.
I've discovered that I like both Reynolds at short distances and long distances. I highly recommend it to any science fiction lover, and therefore, this anthology has to be present in all the shelves of his followers. 

Beyond the aquila rift - Alastair Reynolds

Ya he acabado la imprescindible dosis anual de Alastair Reynolds. Para tener un año de lecturas completo debe aparecer en la lista alguna de las imaginativas obras de este fantástico escritor galés.
Aunque he leído Slow Bullets, su novela breve ganadora del Locus del 2016, principalmente soy fan del autor por sus novelas, así que la antología de relatos que os presento hoy, Beyond the Aquila Rift, era una estupenda oportunidad para conocer sus mejores relatos y novelas breves.
Para empezar diré que creo que tiene muchísimo merito conseguir en tan pocas páginas mantener el estilo generador de sense of wonder que caracteriza a sus novelas: grandes estructuras, viajes estelares, inteligencias artificiales, contacto con culturas alienígenas, historias que abarcan espacios de tiempo muy largos, modificaciones corporales, y  a menudo un puntito de terror... 
Me han gustado mucho todos, los 18, es sorprendente la uniformidad de la calidad de los relatos de esta antología; algunos los calificaría de notables y muchos de excelente, y ninguno como un relato a prescindir o que pueda considerarse de relleno. 
La mayoría pueden ser clasificados como space-opera, que es la especialidad del autor, pero aparecen algunas incursiones en otros géneros, como la exploración y colonización de planetas del sistema solar, y un par que tratan con un enfoque innovador los problemas ecológicos relacionados con el agotamiento de algunos recursos naturales, y que no desmerecen en el conjunto.
Algunos de los relatos están ubicados en el universo de la saga de Espacio Revelación, escenario al que me gusta volver de vez en cuando, y uno de los relatos está relacionado de forma muy directa con la novela Casa de Soles, pero creo que los lectores que no hayan leído estas historias pueden disfrutar igualmente de la lectura de estos relatos. 

Aunque las temáticas son muy diferentes, todos los relatos tienen una estructura bastante parecida, siguen una fórmula que le funciona perfectamente: una introducción que proporciona pocas explicaciones y plantea una situación muy intrigante y que engancha rápidamente al lector, un desarrollo de la trama en el que se van solucionando las dudas que aparecen en la introducción, y una resolución a menudo sorprendente, y con finales a veces un poco abruptos. 
El hecho de que esta estructura se repita tanto es lo que me lleva a recomendar que, para evitar que los relatos acaben cansando aunque sean muy buenos, se compagine la lectura de esta antología con otras lecturas diferentes. Creo que así se saborean mejor las historias que nos propone Reynolds, los empachos son malos.
En resumen: He descubierto que Reynolds me gusta tanto en las distancias cortas como en las distancias largas. Es un autor imprescindible para cualquier amante de la ciencia ficción, y, por tanto, esta antología tiene que estar presente en todas las estanterías de sus seguidores. Espero que esta colección de relatos no siga el camino de las últimas obras de Reynolds, que no han sido traducidas al castellano, y que los fans españoles que no leen en inglés puedan disfrutarla. 

diumenge, 27 de desembre del 2015

Cuentos para Algernon 3

Es redundante insistir mucho más de lo que ya he hecho en diversos foros y redes sociales sobre el trabajo espectacular que está realizando Marcheto en su blog Cuentos para Algernon, pero realmente su trabajo es merecedor de alago y aplauso. Me alegré muchísimo cuando recibió el premio Ignotus 2014 a la mejor página web. 

Considero una cita obligada a finales de año la lectura de la recopilación de los relatos que ha ido publicado durante el año, y la que os presento hoy, la de 2015, la tercera ya, considero que es la mejor de todas. Os aconsejo encarecidamente que la descarguéis.


He vuelto a encontrarme con autores conocidos de los que espero mucho y no me han decepcionado, y, como acostumbra a pasar en las antologías de Marcheto, he descubierto autores nuevos a los que seguir la pista. 

Vamos primero con los viejos conocidos. Alastair Reynolds inaugura el volumen con una pequeña perla, La Fijación, una historia sobre la relación entre universos paralelos, mezclada con pequeñas dosis de ucronía.
Tim Pratt nunca me decepciona, y estoy contento de haber conocido a Marla Mason, la hechicera protagonista de muchas de sus novelas, gracias al relato Aciago encuentro en Ulthar. Imaginación en su máxima expresión al servicio de una historia llena de fantasía y magia, con un regusto a homenaje-parodia del género de la fantasía épica. Muy divertido.
Mike Resnick demuestra porque atesora tantos premios importantes con su entrañable relato El Emporio de las maravillas de Alastair Baffle. Una emotiva historia sobre la amistad entre dos hombres a lo largo de muchas décadas, aderezada con un toque de magia. 

Me ha parecido muy divertido Cthulu explicado a la yaya, de Alex Shvartsman, y me gustaría mucho leer alguna cosa más de las dos protagonistas de la historia y de su tienda de empeños, muy peculiar. También me ha divertido El hornillo eslovo, de Avram Davidson. Con un tono cínico y pesimista consigue hacer un retrato de las minorías étnicas que han emigrado y como estas se van diluyendo en la sociedad de su país de acogida. 

Las abejas de Dan Chaon también me ha emocionado, pero no por su sentido del humor, sino porque me ha dejado el corazón en puño. Un relato costumbrista, muy del estilo Stephen King, y sin nada que envidiar al maestro en lo referente al terror que me ha inspirado.

Acabo con mi relato preferido de este año, Tres vistas sobre la existencia de culebras en el torrente sanguíneo humano, de James Alan Gardner. A partir de tres historias situadas en épocas diferentes consigue un relato espectacular que mezcla de manera brillante religión, genética, historia de la ciencia y evolución. Estoy tentado de proponer su lectura a algunos de mis alumnos de biología.


En resumen: repito mi admiración por la labor de Marcheto, esta recopilación es de descarga obligatoria para todos los amantes de la ciencia ficción y la fantasía. 

Otras opiniones de este libro: Sense of Wonder

dissabte, 12 de desembre del 2015

Novedades esperadas para el 2016

A estas alturas del año acostumbro a hacer una entrada sobre las novedades que más me interesan de las que serán publicadas en el año siguiente. Ya es la tercera vez que hago una entrada de este estilo, señal que el blog va sobreviviendo. Al final solo acabo leyendo un 60% de lo que tenía planeado, por diferentes motivos, pero me divierte igualmente la búsqueda de novedades para leer. 

En algunos casos no he las he leído porque la novela finalmente no se ha publicado, en otros debido a los precios desorbitados de los formatos digitales, y, a veces, alguna opinión no muy favorable me ha acabado desanimando. Aunque lo más habitual es que aparezcan otras lecturas que no tenía en el punto de mira y que finalmente me han acabado interesando más.

Vamos al jaleo. No hago más que oir maravillas de Lavie Tidhar, y solo he leído un relato suyo publicado en Supersonic. Este año saca una novela de space opera con una premisa muy interesante, Central Station, que en mayo seguro que acabará apareciendo por aquí.


Literariamente un año no está completo sin un poco de space opera que provenga de las islas británicas. Este último año he descubierto a Neal Asher, y me interesa mucho continuar con la saga Transformation con su segundo volumen: War Factory, que se publicará en mayo. También Peter F Hamilton va a continuar con su saga Chronicle of the Fallers ubicada en el fantástico universo de la Commonwealth, con la novela Night Without stars.


Alastair Reynolds colabora con Stephen Baxter en The Medusa Chronicles, una secuela de una novela escrita por Arthur C. Clarke en 1971 que se publicará en febrero. Tiene buena pinta, y seguramente publicará otra novela en 2016 de la que no hay mucha información.

Y para acabar con los británicos, una de las novelas de la que he oído mejores críticas en 2015 es Luna, de Ian McDonald. La tengo muy arriba de la pila (espero que será la primera entrada del año 2016 del blog) y su continuación también va a aparecer en 2016.



En los últimos años también he descubierto a varios autores de origen asiático. Ken Liu presentará en marzo una recopilación de sus mejores relatos. Seguramente habré leído muchos, pero va a ser uno de los libros que quiero que decore mi estanteria nueva. También va a publicar el segundo volumen de su saga The Dandelion dinasty, pero tengo pendiente el primero todavía.




Y  hablando de autores asiáticos, llegamos al libro que seguramente espero con más ganas, Death's end, de Liu Cixin. Los dos volúmenes anteriores de la trilogía Three body problem son de lo mejorcito que he leído en estos últimos años. Una saga tan sorprendente y llena de ideas tiene que terminar por fuerza de una manera espectacular. La espera hasta abril será larga.

Para acabar con los autores no españoles comentaré que habrá novelas interesantes de China Mieville (un par, la primera en enero), Madeline Ashby (Company town, la que no se publicó en 2015), una nueva serie de Space Opera de Elizabeth Bear, y una novela de Tim Powers, Medusa's web, que comentaré en enero. Bueno, y las cinco o seis novelas que publicará Brandon Sanderson.
De los autores nacionales espero con ganas la novela escrita a cuatro manos por Víctor Conde y Jose Antonio Cotrina, las Puertas del Infinito. Fantasía urbana con mundos paralelos conectados por puertas. Conde publicará tambien una reedición de su primera novela, El tercer nombre del emperador, que me apetece descubrir.



Se van a publicar algunas antologías muy interesantes, como la segunda edición de Alucinadas, de la cual ya están los relatos escogidos, y espero que Mariano Villarreal publique alguna antología de las suyas, además de Castillos en el aire, una recopilación de algunos de los relatos más importantes del género con una alineación espectacular.
Me apetece mucho también la nueva novela de Felicidad Martínez, La mirada extraña, formada por cuatro historias que exploran cuatro especies alienígenas diferentes.




Tengo la fantasía épica totalmente abandonada: Sanderson, Abercombrie, Rothfuss, Esslemont y Erikson publicarán novelas nuevas este año. Son autores que, en general, me gustan, pero hace tiempo que no leo nada suyo y no creo que este año sea diferente.

Termino como he terminado todas las entradas de este estilo, hablando de The Winds of Winter. Ya he comentado alguna vez que soy muy fan de esta saga y sus derivados. Espero que este año, por fin, aparezca esta esperadísima novela y (crucemos todos los dedos) que no nos decepcione.
Buenas lecturas a todos.