Hoy voy a comentar Infinity's end, la séptima y última edición del conjunto de colecciones de relatos Infinity Project editadas por Jonathan Strahan. Los autores que han participado en este proyecto son de gran talla internacional, y han sido convidados a escribir un relato sobre el futuro de la humanidad, con un tema principal diferente dependiendo de la antología: grandes proyectos de ingeniería, la guerra en el futuro, las modificaciones corporales, el contacto con otras civilizaciones... Esta es la cuarta antología de este proyecto que comento en el blog, y mi sensación era que la calidad global de cada libro estaba bajando (el penúltimo, Infinity Wars, era realmente flojo), aunque siempre había buenos relatos. La presencia de algunos de mis autores favoritos en el último volumen hizo que me decidiese a leerla aunque no estaba en mis planes, y no me arrepiento, ya que esta última edición mantiene bien el tipo y contiene varios relatos interesantes y destacables, cerrando el proyecto con un broche correcto, aunque no espectacular.
Lo que no he acabado de detectar es el hilo común de esta nueva antología, si que es cierto que la mayoría de relatos están situados en un futuro lejano del sistema solar, pero sin un tema concreto. A veces parece como si fuera un cajón de sastre donde haya colocado relatos que en otras colecciones no tenían cabida, pero que le parecían interesantes. Paso a comentar algunos que quiero destacar por su planteamiento o su temática.
En Intervention Kelly Robson, flamante ganadora del Nébula en relato corto de este año, plantea un interesante sistema para criar a los niños en los hábitats espaciales, en una especie de guardería comunal en la que viven en conjunto hasta la mayoría de edad.
Prophet on the road de Naomi kritzer narra como la protagonista intenta reunir a varios fragmentos del Ingeniero, una IA que gobernó el sistema solar y contra la que los humanos se rebelaron. La relación entre la protagonista y su fragmento de IA me ha parecido muy interesante.
Death's door no es uno de los mejores relatos de Alastair Reynolds que he leído, pero si que da una buena idea de la gran capacidad de imaginación que tiene este autor. En un futuro en el que los seres humanos son muy longevos, un par de amigos intentan convencer a un tercero que quiere dejar de existir. Para convencerlo lo llevan a los rincones más espectaculares de nuestro sistema solar.
Death's door no es uno de los mejores relatos de Alastair Reynolds que he leído, pero si que da una buena idea de la gran capacidad de imaginación que tiene este autor. En un futuro en el que los seres humanos son muy longevos, un par de amigos intentan convencer a un tercero que quiere dejar de existir. Para convencerlo lo llevan a los rincones más espectaculares de nuestro sistema solar.
La prolífica autora Seanan McGuire no podía faltar, y en su relato Swear not by the moon, narra la transformación de Titán en un enorme parque temático.
En Last small step Stephen Baxter presenta un planteamiento muy original sobre la exploración del sistema solar, uno en el que se decide eliminar todas las pruebas de la presencia humana en los diversos cuerpos celestes del sistema. La historia narra la trama de la persecución de un astronauta que quiere saltarse las normas.
El relato triste de la antología es Longing for earth , de Linda Nagata que ha ganado el Locus de este año en relato corto. El protagonista lleva décadas viajando por los múltiples hábitats artificiales que reproducen algunos de los ecosistemas de la Tierra, intentando reproducir lo que sentía cuando paseaba por la superfície de nuestro planeta. Mientras, su família insiste en que entre en la vida digital de una vez por todas, pero él, tozudo, continúa con su peregrinación.
La antología termina con un confuso relato de Peter Watts que creo que hará las delicias de los especialistas en la vida y obra de Philip K Dick, ya que está llena de referencias, pero como no es mi caso la he encontrado más difícil de lo que es habitual en este fantástico autor.
Me da una cierta pena que un proyecto tan interesante como este termine, y que termine de esta manera, dejando un cierto regusto amargo, ya que era evidente que la calidad de las historias de las últimas antologías iba en descenso. Aunque esta última colección sea mejor que las anteriores y la sensación es que hay un remonte, considero un acierto parar este proyecto en este punto.
Que pare este proyecto no implica que Strahan vaya a parar, en julio va a publicar otra antología de relatos, Mission Critical, con la participación de primeras espadas del género: Hamilton, Reynolds, Watts, Leckie... y con un interesante eje común: qué pasa cuando la tecnología falla en el espacio. Cuenta con un lector interesado.
Me da una cierta pena que un proyecto tan interesante como este termine, y que termine de esta manera, dejando un cierto regusto amargo, ya que era evidente que la calidad de las historias de las últimas antologías iba en descenso. Aunque esta última colección sea mejor que las anteriores y la sensación es que hay un remonte, considero un acierto parar este proyecto en este punto.
Que pare este proyecto no implica que Strahan vaya a parar, en julio va a publicar otra antología de relatos, Mission Critical, con la participación de primeras espadas del género: Hamilton, Reynolds, Watts, Leckie... y con un interesante eje común: qué pasa cuando la tecnología falla en el espacio. Cuenta con un lector interesado.
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