El Tigre y el Lobo es la primera parte de la saga Echoes of the Fall, una trilogía de fantasía que Adrian Tchaikovsky escribió hace casi diez años y que llega ahora a España gracias a la editorial Alamut, con traducción de Núria Gres.
Me fascina la capacidad de escribir que tiene este autor británico. Cada año publica varias novelas cortas, novelas largas autoconclusivas y volúmenes de sagas de muchísimas páginas. Tanto de fantasía como de ciencia ficción, género en el que afina mejor, en mi opinión.
La principal característica del original universo que ha creado el autor para esta trilogía es que los humanos son cambiaformas capaces de convertirse en el animal totémico de su tribu. Encontraremos gran variedad de animales: hienas, cocodrilos, caballos, osos... además de los esperados tigres y lobos indicados en el título de la obra. Las características sociales de cada grupo, sus técnicas de lucha y las relaciones que establecen entre ellos son los puntos más interesantes de la novela. De hecho, el world-building en general está muy bien logrado y es lo que más me ha convencido.
La protagonista principal es Maniye, la hija híbrida de uno los jefes de clan de los Lobos y de la reina de los Tigres, hecha prisionera en la guerra que hubo entre estos dos pueblos y que ganaron los cánidos. Por el hecho de ser mestiza, es capaz de cambiar de forma entre lobo y tigre, aunque debe decidirse pronto por uno de los dos tótems, o su cordura empezará a fallar.

Su vida ha sido muy dura, controlada y presionada por su padre y por el sacerdote del clan para conseguir que su parte dominante sea la de lobo y que abandone la de tigre. La acción se desencadena cuando Maniye escapa del clan al descubrir los planes que su padre tiene para ella. A partir de ese momento, hay una trama que, sin ser excesivamente original, es entretenida y complementa de forma correcta al escenario. Hay conspiraciones para conseguir el poder, relaciones complejas entre diferentes tribus, personajes con motivaciones oscuras, un pasado del que no sabemos gran cosa... temas bastante recurrentes en la fantasía actual, pero tratados de una forma competente, como acostumbra a hacer Adrian Tchaikovsky.
De manera sorprendente, aunque hay desafíos, duelos y batallas narradas con mucho detalle, la novela no destaca por el uso de la violencia. En cambio, el sexo y las relaciones amorosas entre los personajes sí que destacan, pero por su ausencia. No sé si es debido a que la protagonista es muy joven en esta primera novela, o que la historia está pensada para un público juvenil.

Aunque la novela me ha gustado y os la recomiendo, tiene un par de problemas que impiden que la califique de excelente. Por un lado, el personaje principal, Maniye, flojea un poco y tiene poco carisma. Este problema queda en parte solucionado por los personajes secundarios, que son geniales casi todos, y compensaron la poca empatía que me generó Maniye.
El segundo problema es que el ritmo es un poco lento. La trama es interesante, pero creo que hay demasiadas persecuciones, largas marchas y luchas coreografiadas. Coincido con algunos de mis compañeros blogueros que le sobran algunas páginas.
En definitiva, una novela de fantasía muy entretenida con un world-building muy trabajado y original y que promete muchas nuevas sorpresas en los siguientes volúmenes, pero con un ritmo demasiado lento y un personaje principal sin excesivo carisma, aunque compensado por los secundarios. Sigo interesado y leeré las continuaciones.
Otras opiniones de la novela: Sense of Wonder, El último deseo fantástico