En mi juventud devoré casi todas las novelas que Stephen King escribía, recuerdo que mi madre casi me consideraba un adicto. La verdad es que no me faltaba material, era tan prolífico que incluso llegó a publicar obras con un seudónimo. Recuerdo algunos de sus libros con muchísimo cariño, seguramente más por la edad en que los leí y los sentimientos de ese momento vital que no por su calidad literaria, aunque lo considero un gran escritor. Tiene la capacidad de enganchar al lector explicando situaciones cotidianas, y entonces dar una vuelta de tuerca y hace aparecer algún efecto sorprendente y fantástico, a menudo relacionado con el terror, pero no siempre.
Esa capacidad siempre me ha fascinado, junto con la habilidad de tocar muchas teclas a nivel literario y casi siempre a gran nivel: sagas, novelas larguísimas, novelas cortas, relatos, terror, fantasía, ciencia ficción, novela negra... incluso algún ensayo. Lo considero un gran referente en la cultura popular de mi generación. Hubo un momento en el que me aparté de su obra y me decanté más por la ciencia ficción y la fantasía, y de las decenas de libros que ha publicado en los últimos años he leído poquísimos.
Esa capacidad siempre me ha fascinado, junto con la habilidad de tocar muchas teclas a nivel literario y casi siempre a gran nivel: sagas, novelas larguísimas, novelas cortas, relatos, terror, fantasía, ciencia ficción, novela negra... incluso algún ensayo. Lo considero un gran referente en la cultura popular de mi generación. Hubo un momento en el que me aparté de su obra y me decanté más por la ciencia ficción y la fantasía, y de las decenas de libros que ha publicado en los últimos años he leído poquísimos.
Si que he revisitado algunos de sus relatos y he visto varias producciones audiovisuales basadas en su obra, pero he leído más historias de su hijo Joe Hill que de las que ha escrito él. Aún así he estado al tanto de lo que ha ido publicando, y cuando leí la sinopsis de su última novela, El Instituto, me recordó a algunos buenos momentos de juventud y me entraron muchas ganas de leerla.
El Instituto narra la historia de Luke Ellis, un niño de elevadas capacidades intelectuales que, además, tiene leves poderes mentales relacionados con la telequinesia. La trama arranca cuando una noche su familia es asesinada y él es secuestrado y llevado a un misterioso centro llamado El Instituto. En ese centro encontrará a otros jóvenes como él, y le acompañaremos en el descubrimiento de la misteriosa estructura y funcionamiento de las instalaciones y los objetivos de las personas que las dirigen.
La novela toca un par de aspectos que King ya ha tratado en sus obras anteriores. Por un lado los poderes mentales, como en Carrie, Ojos de Fuego o El Resplandor, y por el otro las relaciones de amistad que son tan importantes entre jóvenes preadolescentes, como en El Cuerpo, El Cazador de Sueños o IT. Tiene mérito conseguir narrar de forma convincente este tipo de relaciones durante tantos años y en tantas generaciones.
El eje del misterio es la existencia y el funcionamiento del centro, con diferentes zonas a las que los residentes son llevados dependiendo del resultado en las sádicas pruebas a los que son sometidos. A mi me ha recordado en algunos momentos a un campo de concentración nazi, pero con una cierta dejadez y relajación.
La novela es muy entretenida y adictiva, he estado atrapado en la lectura intentando saber que les ha pasado a algunos de los protagonistas en las partes misteriosas y desconocidas del complejo. En gran parte del libro seguimos el punto de vista de Luke, pero en la parte final la historia se vuelve coral y narra la acción simultáneamente desde varios ángulos y con un ritmo vertiginoso. La adaptación audiovisual, que ya está prevista, va a ser fácil.
Lo he disfrutado mucho, aunque tenía miedo de no conectar con el estilo del autor después de tantos años. Creo que ha evolucionado en su escritura, en esta novela no ha trabajado tanto la ambientación y la caracterización de los personajes en situaciones "normales" y ha entrado mucho más rápidamente en acción. También alterna las escenas de forma más rápida, en general tengo la sensación de que el ritmo de la novela es más alto, más típico de un block-buster.
Le pongo algunas pegas, sobretodo relacionadas con el uso de las casualidades y que varias situaciones se resuelven debido a lo buena que es la gente. Lo he visto optimista en este aspecto, y me extraña. Tampoco me ha convencido en exceso la resolución de la trama y la justificación de la existencia del Instituto. Los finales no son el fuerte de King, sus historias siempre se han destacado más por el camino que ofrecen que no por el destino al que llevan.
En definitiva, una lectura muy adictiva y emocionante, que me ha recordado a algunos momentos de mi juventud (ya lejana). Buen ritmo, divertida, emotiva e intrigante. Yo os la recomiendo sin dudas si os apetece este tipo de lectura ligera y desengrasante. Por mi parte , creo que no van a pasar tantos años sin que vuelva a leer al maestro de Maine.
La novela toca un par de aspectos que King ya ha tratado en sus obras anteriores. Por un lado los poderes mentales, como en Carrie, Ojos de Fuego o El Resplandor, y por el otro las relaciones de amistad que son tan importantes entre jóvenes preadolescentes, como en El Cuerpo, El Cazador de Sueños o IT. Tiene mérito conseguir narrar de forma convincente este tipo de relaciones durante tantos años y en tantas generaciones.
El eje del misterio es la existencia y el funcionamiento del centro, con diferentes zonas a las que los residentes son llevados dependiendo del resultado en las sádicas pruebas a los que son sometidos. A mi me ha recordado en algunos momentos a un campo de concentración nazi, pero con una cierta dejadez y relajación.
La novela es muy entretenida y adictiva, he estado atrapado en la lectura intentando saber que les ha pasado a algunos de los protagonistas en las partes misteriosas y desconocidas del complejo. En gran parte del libro seguimos el punto de vista de Luke, pero en la parte final la historia se vuelve coral y narra la acción simultáneamente desde varios ángulos y con un ritmo vertiginoso. La adaptación audiovisual, que ya está prevista, va a ser fácil.
Lo he disfrutado mucho, aunque tenía miedo de no conectar con el estilo del autor después de tantos años. Creo que ha evolucionado en su escritura, en esta novela no ha trabajado tanto la ambientación y la caracterización de los personajes en situaciones "normales" y ha entrado mucho más rápidamente en acción. También alterna las escenas de forma más rápida, en general tengo la sensación de que el ritmo de la novela es más alto, más típico de un block-buster.
Le pongo algunas pegas, sobretodo relacionadas con el uso de las casualidades y que varias situaciones se resuelven debido a lo buena que es la gente. Lo he visto optimista en este aspecto, y me extraña. Tampoco me ha convencido en exceso la resolución de la trama y la justificación de la existencia del Instituto. Los finales no son el fuerte de King, sus historias siempre se han destacado más por el camino que ofrecen que no por el destino al que llevan.
En definitiva, una lectura muy adictiva y emocionante, que me ha recordado a algunos momentos de mi juventud (ya lejana). Buen ritmo, divertida, emotiva e intrigante. Yo os la recomiendo sin dudas si os apetece este tipo de lectura ligera y desengrasante. Por mi parte , creo que no van a pasar tantos años sin que vuelva a leer al maestro de Maine.
Pues lo tengo en la pila digital esperándome. No soy un asiduo de King, pero algunas veces sus premisas (como esta) me llaman mucho la atención. Pinta entretenido :)
ResponEliminaPara estos momentos, en los que no estoy preparado para lecturas muy sesudas, es perfecto. A mi me ha enganchado mucho, pero iba con buena predisposición. Un abrazo virtual, y gracias por pasarte por aquí.
EliminaCreo que King tiene un talento extraordinario para la creación y desarrollo de los personajes y la narrativa de lo cotidiano. Por eso me afecta tanto cuando introduce el elemento fantástico. Eso sí, cuando toca la ciencia-ficción más digamos, técnica, aunque sea de refilón, es para echar a correr... pero pienso que novelas como Cementerio de Animales y la Larga Marcha quedarán como clásicos, o deberían.
ResponEliminaCoincido en tu apreciación, pero no seria el escritor que es sin el toque fantástico. Creo que cada uno tiene sus novelas preferidas de King. Yo soy más de Apocalipsis y It, y del rollo más ciencia ficción, El Fugitivo. Gracias por pasarte por aquí, Alberto.
EliminaFui un devorador de las novelas de Stephen King en mi junventud y me gusta de vez en cuando leer algo de lo nuevo que escribe. A mí me encantó "El visitante" y a esta le había echado el ojo también.
ResponEliminaGracias por la reseña
Por cierto, tengo que añadir que no había leído "Salem's Lot" y el año pasado lo leí junto a dos magníficos relatos relacionados con el mismo y quedé encantado. Otra obra maestra de King que en su día deseché por haber visto la serie y que va a la pila de "Clasicos" de cabeza.
ResponEliminaEl visitante lo he seguido en versión serie, y reconozco que también ha influido en las ganas de volver a leer algo suyo. Salem's Lot fue de las primeras que leí, y cuando vi la serie me a-co-jo-né. Seguro que debe haber envejecido fatal. Gracias por pasarte por aquí Miguel Ángel.
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