Tenía ganas de regresar al fantástico universo de Malaz creado por Steven Erikson y Ian C. Esslemont. Después de los diez volúmenes de El libro de los caídos he leído algunas de las novelas del Imperio y algunas precuelas, pero me interesaba sobre todo saber que había sucedido después de los hechos narrados en El Dios Tullido, la última novela de la decalogía. Erikson retoma la historia unos años después con la Trilogía de la Crónica de los Testigos, cuya primera novela, Un Dios Inclemente, ha sido publicada en castellano por NOVA con traducción de Natalia Cervera.
Debo reconocer que tenía algunas dudas de volver a introducirme en este complicado universo, ya que hace varios años que leí El libro de los caídos, y no tenía frescos muchos sucesos, personajes, nombres de Dioses, Ascendentes, razas, sendas... Por suerte no hace falta tener un conocimiento enciclopédico de lo sucedido en las novelas anteriores para disfrutar de esta. Seguramente es la más ligera que he leído de este autor. No sé si es debido a que más o menos conozco el estilo de Erikson y las reglas del juego o a que realmente la historia es más lineal y sencilla. También puede influir la extensión de la novela; son "solo" 650 páginas. Nada que ver con la primera novela de la saga, Los Jardines de la Luna, que ha desanimado a muchos lectores.
La trama se sitúa en el norte de Genabackis, en la tierra natal de los Teblor. Años después de la partida de Karsa Orlong y sus acompañantes los ecos de sus actos todavía tienen consecuencias. Un desastre natural, la fusión de los hielos, provocará la inundación de las tierras originales de los Teblor y de las distintas tribus que habitan la parte norte del continente. Su única salida para sobrevivir es una migración masiva hacia la zona sur, dominada por el Imperio de Malaz. Para hacer frente a esta invasión, solo queda un pequeño grupo de supervivientes del ejército malazano que poco se esperan la magnitud de la tragedia con la que van a tener que lidiar.
La historia tiene todos los ingredientes para convencer a los seguidores de Malaz. Nuevos personajes peculiares y emblemáticos, con algún cameo secundario de grandes conocidos de la saga, misterios, conspiraciones y grandes escenas épicas, de esas que generan imágenes que quedan durante mucho tiempo en la memoria del lector.
En los aspectos negativos, poca cosa a comentar. En la historia, le critico al autor la magnanimidad que muestra con algunos de los protagonistas, poco creíble en las circunstancias tan extremas que narra. En la edición, he detectado muchas erratas en el texto, creo que hubiese necesitado una revisión más exhaustiva.
En definitiva, una lectura recomendable para los fans de la saga, más ligero que los anteriores, pero con la epicidad y los personajes emblemáticos tan característicos de este autor. Tengo muchas ganas de continuar con la historia y conocer más detalles de muchas cosas que se insinúan, así como el destino de los protagonistas principales. La continuación, No life Forsaken, de la que podéis leer el prólogo en El Caballero del árbol sonriente, seguramente aparecerá por aquí.