dilluns, 19 de maig del 2014

Jack Glass - Adam Roberts

Esta entrada me hace especial ilusión porque es el primer comentario de una novela que hago en colaboración con otro blog. El que sea con el blog Sense of Wonder de Odo, una de las personas con las que mas tiempo hace que estoy en contacto en este mundillo y que me ha apoyado siempre, me alegra todavía más. Lástima que no hayamos atinado del todo en la elección de la novela... En este enlace encontraréis su punto de vista sobre la misma. 

Jack Glass del escritor inglés Adam Roberts es un conjunto de tres relatos que narran la historia de un despiadado y famoso asesino. Ya la primera página del libro, una introducción escrita por el que será el narrador (que pretende hacer de doctor Watson), nos indica que Jack es el asesino en cada uno de los casos, y que la gracia estará en averiguar el cómo, en un claro homenaje a las novelas clásicas de detectives. Este narrador nos comenta que todo está relacionado con el presunto descubrimiento de la posibilidad de viajar mas rápido que la luz. Como frase final de la introducción manifiesta que si la solución del caso no es una sorpresa el narrador habrá fallado. Siento tener que decirle que ha fallado en dos de los tres casos.

Lo mejor de la narración es la ambientación. Nos sitúa en un sistema solar del futuro, dominado después de una guerra por una "familia", los Ulanov, con un rígido sistema legal que no permite la más mínima crítica, y con un conjunto de familias satélite en posiciones menores de poder. Gran parte de la población humana no vive en la Tierra, sino que vive en órbita en hábitats que varían según la clase social. La mayoría de la población vive en pequeños hábitats esféricos, a veces conectados entre ellos por túneles, formados por plástico más o menos transparente.
Esto da pie a otro de los puntos fuertes de la novela, que es el tratamiento de la gravedad. Es una de las novelas que me ha convencido más cómo encara y trata los detalles de vivir en gravedad cero, sin olvidar los problemas derivados de regresar a la Tierra que sufren los  habitantes orbitales. También me ha gustado cómo hipotetiza sobre la evolución y mezcla de las creencias principales de la humanidad, algunas de las que plantea son realmente divertidas.

El primer relato (que es también el más breve), titulado In the Box, es genial. Siete reclusos son abandonados a su suerte en un agujero realizado en un asteroide (y posteriormente sellado), con la maquinaria y suministros necesarios (pero mínimos) para perforar, tener luz, filtrar el aire , calentarlo y hacer crecer alimentos. Cuando se acabe su condena los rescatarán y se llevarán el asteroide para utilizarlo como hábitat. Es un relato duro y con un final sorprendente, tal como nos prometía la introducción. Merece una relectura para acabar de pillar todos los detalles que sólo son detectables una vez conocido el final.

The FTL murders es el segundo relato y nos sitúa en la Tierra, dónde se tiene que celebrar la fiesta de cumpleaños de una de las herederas de una de las familias mas poderosas del Sistema Solar. En los preparativos de la fiesta aparece uno de los criados asesinado. Precisamente la homenajeada es especialista en resolver crímenes en simulaciones virtuales, y encontrar un caso real la satisface por completo. La historia narra las investigaciones del caso mientras Roberts nos ubica en el universo que ha diseñado (en el primer relato muchas cosas quedan en el aire) y los personajes se adaptan a la gravedad terrestre. El ritmo respecto al primer relato disminuye mucho y tienen escasa relación argumental. En este caso he visto venir la sorpresa desde lejos. 

El tercero, The Impossible gun, está ambientado en algunos de los múltiples hábitats esféricos de plástico que orbitan en el sistema solar. Interesante ambientación, pero escaso desarrollo. Poco mas puedo comentar sin entrar en spoilers, ya que sí que está muy relacionado con el segundo a nivel de trama. 

El autor ha despertado mi interés, sobretodo por el primer relato, pero a medida que avanza la novela el ritmo ha ido disminuyendo, y llega a una conclusión poco convincente, con cambios de actitud en los personajes un poco sorprendentes.
Ha planteado un buen escenario, pero se ha quedado a medias a la hora de desarrollar la trama para que luzca del todo. Tampoco me ha convencido la parte científica de la novela, la relacionada con el viaje a mas velocidad que la velocidad de la luz, aunque le reconozco que ha sabido relacionar un par de conceptos con gracia. 
Puede que no lo haya leído en las mejores condiciones (poca continuidad), pero si me hubiese gustado más, hubiese hecho un mayor esfuerzo. Me he quedado con la sensación que el autor promete en distancias cortas y le voy a dar una segunda oportunidad con una recopilación de relatos que, teniendo el nombre que tiene este blog, no puedo dejar escapar. 

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