NOTA: Actualizo esta entrada de 2018 debido a la publicación de esta fantástica novela por la editorial Duermevela, con traducción de Alexander Páez.
Lavie Tidhar es uno de los autores que más me interesan últimamente. Conecto mucho con su estilo narrativo, en el que destaco la capacidad de situar al lector en muchos escenarios diferentes gracias a sus particulares descripciones. También me gusta mucho su atrevimiento frente a los géneros literarios, a los que es capaz de dar una vuelta de tuerca muy personal y reconocible cuando los mezcla.
Lo descubrí gracias a una fantástica colección de relatos estilo fix-up situada en un futuro lejano, Estación Central, y me acabó de conquistar con una extraña ucronía en la que Hitler trabaja como detective privado, Un hombre sueña despierto.
Hoy voy a comentar su última novela, Unholy Land (Tierra Profana), que comienza como una ucronía muy interesante hasta que se convierte en otra cosa mucho mejor y que no voy a revelar para evitar arruinar la historia a los lectores interesados.
A principios del siglo XX el gobierno británico propuso ceder al pueblo judío una parte de sus tierras en África entre Kenia y Uganda para que establecieran un estado judío. La propuesta finalmente se desestimó por parte de los lideres sionistas. La premisa de la novela es que este plan se llevó a cabo y se creó este estado judío en medio de África, llamado Palestina.
El protagonista de la historia es Lior Tirosh, un escritor de novelas de misterio con poco éxito, un tipo de personaje que Tidhar utiliza con regularidad en sus historias, como si sus protagonistas fuesen trasuntos de si mismo (incluso utiliza sus anteriores novelas como título de las escritas por sus protagonistas).
La historia comienza cuando este escritor, tras un suceso traumático, decide regresar a su Palestina natal y se ve inmerso en una investigación policial mientras busca a su sobrina perdida.
Es triste descubrir que en esta historia alternativa el gobierno judío repite los mismos errores que en nuestra realidad: el internamiento de los antiguos habitantes en campos de refugiados, la violencia de su ejército, la construcción de un muro, los atentados terroristas... Interpreto que Tidhar, de origen israelí, es muy crítico con ciertas políticas de su gobierno.
El planteamiento y ambientación de la ucronía me han gustado mucho y me hubiese gustado leer una novela que sólo hubiese tenido estos ingredientes. Es por eso que, de alguna manera, el giro que da la trama me decepcionó, no hacía falta añadir más aspectos a una trama ya de por sí interesante. Una vez terminada la novela es evidente que la parte de la ucronía es solo una introducción a un conjunto más ambicioso y todo tiene su lógica, aunque la narración sea confusa en algunos momentos.
En definitiva, una lectura totalmente recomendable: una mezcla muy bien resuelta de géneros y de puntos de vista (hay momentos que la historia está narrada en primera persona, otros en tercera persona...), con una historia sorprendente, adictiva y en una ambientación fantástica. No creo que tardemos en verla publicada en España, como sus obras anteriores.
Otras opiniones: Sense of wonder, Fantástica Ficción