diumenge, 29 de gener del 2023

Recomendaciones de cómics - 1

Dos de las entradas más visitadas del último año en el blog han sido las que dediqué hace unos años a cómics de superhéroes y a cómics de novela negra. Me sorprende, ya que no es una temática a la que dedique mucho espacio en el blog. Pero sí que dedico una parte importante de mi tiempo de lectura a los cómics, arrasando las bibliotecas cercanas a mi ciudad, así que, como tengo mucho material, he decidido hacer una serie de entradas recomendando aquellas historias gráficas que hayan sido de mi agrado. Esta va a ser la visión de un lector no experto en este formato, reconozco que tengo muchas lagunas. Y tampoco esperéis novedades, seguramente aparecerán historias que se han publicado hace ya muchos años, pero que yo he descubierto hace poco.


Inauguro la sección con Hay algo matando niños de James Tynion IV, autor ganador de un Eisner y que es uno de los guionistas de moda. La premisa del cómic se basa en que los monstruos son reales, se alimentan de niños y solo pueden ser vistos por algunas personas. Existe una sociedad que tiene como objetivo localizar donde se están manifestando y acabar con ellos, la Casa Slaughter. En el primer arco argumental de 15 números  veremos como algunos monstruos hacen su aparición en un pacífico y típico pueblecito  de Estados Unidos, y cómo llega Erica Slaughter, la heroína de la historia, dispuesta a eliminarlos. Es una historia muy dinámica, con un dibujo y una maquetación que calificaría de moderna para mis estándares y con momentos divertidos, sorprendentes, sangrientos y terroríficos. Seguramente no hacían falta 15 números para explicar lo que explica, pero el arco queda cerrado de forma satisfactoria y promete nuevas emociones en los números posteriores, que ya tengo en mi lista.

La combinación de Ed Brubaker y Sean Phillips es una apuesta segura para pasar un buen rato. Hay algunas de sus obras que son memorables, otras, como mínimo, entretienen. Mal momento, mal lugar está en una posición intermedia. En estas dos historias conectadas conoceremos algunos aspectos más sobre la familia Lawless, protagonistas de varios de los tomos de Criminal. Las historias están conectadas por fragmentos de cómics pulp que los personajes están leyendo en esos momentos, destacando un trasunto de Conan. Esta estrategia narrativa  la utilizaron también con mucho éxito en la genial Pulp. A destacar la resignación y la madurez del pobre joven que tiene que acompañar a su padre gangster en sus trapicheos, como muestra la portada.

Leí Mi amigo Dahmer de Derf Backderf antes de ver la serie de Netflix sobre este asesino en serie. Me hizo gracia ver cómo adaptaban algunas de las escenas del cómic a la pantalla, aunque, lógicamente, no es la parte más esencial de la trama de la serie. No esperéis una historia macabra y sangrienta; el autor coincidió con Dahmer en el instituto y el cómic narra algunas anécdotas de esos años, con Dahmer más como personaje secundario que como protagonista. Es un comic en blanco y negro, con un dibujo sencillo de un estilo particular, en el que el autor decide afear a los personajes con extremidades y rasgos faciales muy exagerados. Es una historia entretenida y la recomiendo si os ha gustado la serie,  pero me han gustado más otras obras del autor, como Basura.
Eso sí, las  últimas páginas, en las que el autor describe cómo se enteró en una conversación telefónica que uno de sus compañeros del instituto era un asesino en serie y cuando le piden que adivine quién, que Dahmer no fuese su primera opción, me parecieron geniales (y algo preocupantes para la sociedad americana). 

Joe Hill  nos ofrece en Un cesto lleno de cabezas  una historia terrorífica, aunque muy divertida y original, con algunas referencias a las obras de su insigne padre. June es una joven universitaria que va a visitar a su novio Liam, que ha estado todo el verano trabajando como ayudante de  policía en una isla del estado de Maine. Unos presos se fugan durante un traslado y June se ve envuelta en una trama de corrupción y violencia de la cual sale algo perjudicada, pero airosa, gracias a un hacha con poderes mágicos. Me ha entretenido mucho el humor macabro y la crueldad cómica de algunas de las situaciones. El dibujo de Leomacs le da un toque ochentero perfecto para  la historia. Me confirmo en que Hill me gusta más como guionista de cómics que como novelista.

Termino con Black Magick, de Greg Rucka, que nos presenta una mezcla extraña de muchas temáticas que podría haber salido muy mal, pero que resulta muy entretenida. Rowan black lleva una doble vida. Es policía de la ciudad de Portsmouth, pero también es una bruja de vida milenaria con poderes mágicos muy potentes. La trama se inicia cuando en un atraco con rehenes el atracador pide hablar con ella y le revela que conoce su secreto. Asesinatos rituales, aquelarres, luchas mágicas, sectas centenarias secretas... muchos ingredientes y, de momento, bien conjuntados para crear una historia intrigante. Tengo ganas de leer el segundo volumen. El dibujo de Nicola Scott, muy detallista y en tonos sepia es el complemento perfecto para la historia.

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