NOTA: Actualizo un poco la entrada que realicé hace cuatro años cuando leí esta fantástica novela en inglés debido a su publicación en castellano por la editorial Crononauta, con traducción de Pilar Martínez Tello.
Para aprender, si la suerte nos sonríe no es mi primer contacto con la obra de Becky Chambers. Hace unos años leí la versión en castellano que publicó Insólita con traducción de Alexander Paez de la primera novela del universo de los Wayfarers, El largo viaje a un pequeño planeta iracundo. Es una novela con algunos planteamientos muy interesantes, divertida, emotiva a veces y con un tono optimista que es poco usual en la ciencia ficción, aunque cada vez hay más productos de este estilo. Aunque la lectura me gustó no me motivó lo suficiente para buscar las otras dos novelas situadas en este universo. La pila ya es suficientemente alta. Pero sí que me interesé por una novela corta nominada al Hugo y no relacionada con las anteriores, después de ver los comentarios elogiosos de varios de mis compañeros. Coincido con ellos; la devoré en un par de sentadas, atrapado por las variadas situaciones, preocupado por los protagonistas y gozando con algunos momentos de sense of wonder relacionados con la ciencia que hacía tiempo que no encontraba en una novela.
La historia se centra en el viaje de exploración de una nave tripulada al sistema planetario de una estrella situada a varios años de viaje de nuestro planeta. El objetivo es explorar algunos cuerpos del sistema y buscar, identificar y catalogar las posibles especies vivientes, intentando afectarlas lo menos posible. Una de las tripulantes envía un diario narrado en primera persona a la Tierra de las actividades y sensaciones de la tripulación y de sus descubrimientos. Me ha gustado mucho por la originalidad de como enfoca algunos aspectos científicos relacionados con un posible viaje espacial: la forma en que la tripulación sobrevive durante el viaje en un estado de aletargamiento, o como son los primeros pasos al despertar, tanto a nivel psicológico como físico. El aspecto más destacable, es la opción por la que la autora apuesta para que los astronautas sobrevivan a las diferentes condiciones del viaje espacial y de los exoplanetas que van a visitar. Una opción basada más en los cambios de las características biológicas de los humanos que en aspectos tecnológicos. Este enfoque me ha recordado en algunos momentos al que escoge Peter Watts en varias de sus novelas, pero con la diferencia que aquí estas modificaciones son reversibles y dan mucho más juego.
Uno de los principales méritos es como consigue presentar una importante variedad de escenarios y de situaciones sin dejar de lado la caracterización de los cuatro personajes y de sus relaciones. Es muy difícil conseguirlo en una novela tan corta. Creo que ha desperdiciado ideas para poder ofrecer un libro más largo o más de un producto, pero no seré yo quien se queje, ya que el resultado final es muy satisfactorio.
También me ha parecido muy original el enfoque de la difícil relación de contacto con el planeta Tierra, con unos 14 años de desfase temporal.
En fin, que me ha encantado hasta el título, rimbombante como todos los de la autora, una vez que sé de donde procede. Os la recomiendo sin duda alguna. En mis entradas acostumbro a indicar algunos aspectos negativos de los libros que leo, pero a este el único pero que le voy a reprochar es su longitud, ya que me he quedado con ganas de más. La situación queda cerrada de manera satisfactoria, una continuación no es necesaria, pero sí que hay posibilidades a explorar y aquí contaréis con un lector interesado.
En la entrada original comentaba que estaba convencido de que aparecería pronto traducida en castellano. Ha tardado unos años, y primero se ha publicado la versión en catalán, pero me apunto un tanto.
La narradora al final plantea una pregunta, y le diría que SÍ, sin duda alguna. Intentaré hacerle llegar mi respuesta, y dentro de 30 años ya os contaré lo que le ha parecido.
Otras opiniones de la novela: Donde termina el infinito, Fantastica ficción