Nota: Esta es mi colaboración con la revista Supersonic nº4. Ya estáis tardando en descargarla, está llena de entrevistas jugosas, secciones interesantes y relatos espectaculares de Aliette de Bodard, Víctor Conde, Tamara Romero, Guillem López y Felicidad Martínez, entre otros.
La publico en la setmana de Sant Jordi para que, ya que hablo sobre novelas escritas en catalán, sirvan como recomendaciones para esta entrañable fecha.
En mi colaboración con la anterior edición de
esta revista comentaba algunos de los ganadores del premio de novela corta UPC.
Es de los pocos premios que permite que las obras se presenten en diversos
idiomas. Revisando el palmarés descubrí que algunas de las novelas ganadoras o
con mención estaban escritas en catalán, mi lengua materna.
Ya he comentado muchas veces en esta sección
mis lagunas con la ciencia ficción escrita en castellano, problema que he ido
solucionando gracias en parte a colaborar en esta revista. Mis lagunas de la
ciencia ficción escrita en catalán todavía son mayores y más profundas; algo de
Manuel de Pedrolo y poca cosa más. Así que, ni corto ni perezoso, en 2015 me
propuse leer periódicamente libros de autores catalanes y comentarlos en el
blog en el idioma original en el que estaban escritos, transformándolo así en
un blog trilingüe, por si no tenía ya suficiente trabajo. Considero que fue una
decisión acertadísima, ya que he descubierto pequeñas joyas y autores muy
interesantes.
Vaya por delante que desconozco el
funcionamiento del mundo editorial, y que no quiero entrar en el terreno de la
política ni meterme en camisas de once varas, pero después de leer estas
fantásticas novelas se me planteó una duda. ¿Porque hay tan pocas obras
recientes escritas en catalán traducidas al castellano? Cierto es que algunos
autores como Albert Sánchez Piñol o Marc Pastor son traducidos sistemáticamente
(a muchísimos idiomas), e incluso un autor novel como J Valor Montero está
escribiendo y publicando casi simultáneamente en los dos idiomas su ucronía
situada en el Imperio Romano, pero creo que estos casos son claramente minoría.
Y me sorprende, porque si una novela escrita en catalán tiene cierto éxito de público
y de crítica entre los aficionados catalanes cabe esperar que entre los
aficionados del resto del estado también pueda ser así. Y interpreto también
que puede ser mucho más fácil el proyecto de traducción (¿a lo mejor el mismo
autor?) y que habrá más facilidades a nivel contractual o fiscal por pertenecer
al mismo estado. Pero no tengo ni idea, francamente.
También es posible que una de las causas sea
el desconocimiento de los libros de género escritos en catalán, mercado muy
minoritario, y, por si esta es la causa, estoy dispuesto a poner mi granito de
arena para darlos a conocer.
En este artículo voy a presentaros algunas
obras más o menos recientes escritas en catalán, de diferentes géneros, autores
y editoriales, con las que he disfrutado mucho durante este último año. El
nombre de la sección es Lo bueno, si
breve… por tanto he elegido obras que puedan catalogarse de breves,
alrededor de unas 200 páginas como máximo (es una lástima, porque me dejo en el
tintero obras magníficas más extensas…me las guardo para otra ocasión).
Ya que en los artículos anteriores me
centraba en los premios de narrativa breve, comenzaré por las novelas que han
sido premiadas. En 2014 El crit de les
Ultracoses, de David Ruiz, recibía
la mención especial del premio UPC. Posteriormente la novela ha sido publicada
por EdicionsCurbet. Es una historia
de invasión alienígena, un claro homenaje a La
invasión de los ultracuerpos (y a otras películas famosas), pero con un
tono mucho más gamberro, transgresor y
divertido. El protagonista es un investigador de los Mossos de Esquadra de
Girona (la ambientación no puede ser más autóctona) que padece alcoholismo
después de que su mujer lo abandonara. Su misión será la investigación de una
serie de muertes sospechosas en las que siempre estará presente un televisor
emitiendo una intrigante nieve gris. La acción se disparará cuando descubra que
estos televisores son la puerta de entrada de seres alienígenas que quieren
colonizar nuestro planeta y, como no, nuestros cuerpos. Lectura de entretenimiento
puro y duro, muy divertida.
Otra novela que triunfó en los premios UPC es
Traficants de llegendes, de Jordi
Font-Agustí, ganadora de la edición del 2003. Situada en un futuro
relativamente cercano en el que las grandes corporaciones son las que dominan
la política y sustituyen a los gobiernos, la novela nos presenta una Catalunya
independiente que intenta sobrevivir en este mundo globalizado. Precisamente su
principal exportación son las Leyendas. En un mundo en el que las migraciones
masivas han generado poblaciones muy mezcladas y sin arraigo histórico, mucha
gente pudiente decide implantarse unos recuerdos ficticios escogidos a la carta
para crearse un pasado familiar y personal con más solera. Aunque los sistemas
de seguridad son muy estrictos, algunas leyendas llegan al mercado negro y se
distribuyen con facilidad entre la población. Si a todo esto le añades las
manipulaciones políticas de un estado debilitado capaz de todo para sobrevivir
culturalmente te queda una novela fantástica, merecedora sin duda del premio.
Esta novela fue publicada por la colección Ciencia
Ficció de la Editorial Pagés, una
editorial pequeña afincada en Lleida y que tiene mucho mérito por publicar
traducciones y originales escritos en catalán de una calidad más que notable.
También de esta editorial es El Vent entre els saguaros, de
Montserrat Galícia. Aunque según mi opinión la ciencia ficción es más telón de
fondo que parte principal de la trama, la novela tiene aspectos muy
interesantes sobre la exploración y reconocimiento de nuevos planetas. Los
protagonistas son dos expediciones de exploración y prospección planetaria de
diferentes empresas que coinciden en un planeta sin explorar pero con muchas
posibilidades. La autora se centra más en las relaciones entre los
protagonistas y en su pasado que en el proceso de exploración, es una historia
introspectiva pero con toques de misterio e intriga muy atrayentes.
La novela fue finalista de los premios
Ictineu de 2015 (los Ignotus catalanes) pero finalmente no ganó.
La que sí que ganó el premio Ictineu en 2014
es La decisió de Manperel de Jordi de
Manuel publicada por Columna edicions.
La trama gira en torno a Manperel, un matemático que después de haber resuelto
uno de los enigmas más complejos se retira a una isla muy poco poblada cercana
al Ártico, junto con su perro y su madre. Allí recibe cartas de su padre, con
quien hacía mucho tiempo que no entraba en contacto, en las que, mediante
cintas grabadas, le explicará los motivos de su marcha, los orígenes de su familia
y de su aptitud innata para las matemáticas. Es una novela tranquila, con una
excelente ambientación muy lograda que consigue trasladarte a esos rincones
remotos y un misterio agazapado que provoca que devores páginas para saber más.
Se nota que el autor es experimentado y domina las estrategias narrativas para
enganchar al lector. Muy recomendable, incluso para lectores no acostumbrados
al género.
La editorial Proa publicó Les cróniques del DèuCoix, de Joan-Lluís
Lluís, un relato que tiene como carismático protagonista al Dios Hefestos,
único superviviente de los dioses del Olimpo. La historia nos narra cómo
intenta sobrevivir a la falta de atención de los mortales y su relación con
ellos, que pasa de la indiferencia más absoluta a la preocupación enfermiza por
algunos en concreto. Su comportamiento errático, inconstante y a veces
caprichoso, lo convierten casi más en humano que en divino (y más porque
utiliza poco sus poderes, no sea que despierte la atención del Dios vigente,
ese que tiende a ignorar las plegarias de sus seguidores). Aunque la historia
se sitúa en diferentes siglos, creo que hubiese dado para más ambientaciones
temporales y espaciales, ya que se centra mucho en la isla de Sicilia. Aunque
la historia queda bien cerrada, creo que el autor desaprovechó un buen
personaje, me quedé con ganas de más. Es una novela que también triunfaría
entre los lectores más generalistas, seguro.
Para terminar, una distopía. Hay varias obras
del catálogo de la joven y atrevida editorial Males Herbes que podrían tener su sitio en este artículo, pero de
las diversas que he leído y se ciñen a la longitud de la novela breve me quedo
con Res no es real, de David Gálvez.
En esta breve historia, que muestra más que enseña, el autor nos presenta a una
sociedad cuya supervivencia se basa en el cultivo de fresas. Unos seres
enigmáticos, “Los que nos vigilan”,
les proporcionan agua y herramientas, pero se cobran el peaje, ya que de tanto
en tanto, después de unos períodos en que todo el grupo duerme muchas horas de
forma sospechosa, algunos miembros del grupo desaparecen. Aunque la historia me
dejó con muchos interrogantes, es destacable la capacidad del autor para tocar
muchos temas complejos en una estructura de capítulos breves como está
planteada la novela.
En fin, ya veis que en la variedad está el
gusto. Distopías, invasiones extraterrestres, dioses del Olimpo, nuevas
tecnologías, exploración de planetas... este año he disfrutado enormemente
leyendo literatura de género escrita originariamente en catalán.
Espero que
esta pequeña muestra haya servido para que descubráis este mercado minoritario,
pero repleto de pequeñas joyas. La verdad es que me he quedado con ganas de
comentar novelas de más páginas y que también he disfrutado mucho, así que
seguramente en la próxima edición me saltaré las normas que me he autoimpuesto
respecto a la longitud de las obras a comentar y aparecerán por aquí ucronías,
evoluciones tecnológicas, fantasía urbana, steampunk, y disquisiciones sobre el
lenguaje que me he guardado en la recámara.
! Salud y buenas lecturas!