NOTA: Actualizo esta entrada debido a la publicación de esta novela en castellano en la colección NOVA, con traducción de Javier Altayó.
Cuando vi que se iba a publicar un nuevo libro de Cixin, To hold up the Sky, pedí un ARC en Netgalley y subió rápidamente a lo alto de la pila. Descubrí entonces que no era una novela, sino una nueva colección de relatos. Perfecto, Cixin me gusta mucho en las distancias cortas. Después descubrí que no eran nuevos relatos, sino que es una segunda colección de su obra de narrativa breve con relatos escritos entre 1985 y 2014. Mi entusiasmo se transformó en escepticismo, ya que interpreté que la mayoría eran relatos que ya estaban escritos cuando se hizo la primera recopilación y que se quedaron fuera. Otra manera de exprimir el filón esperando a nuevos productos por parte del escritor.
Si comparamos las dos colecciones, To Hold up the Sky sale perdiendo, pero no por goleada. El conjunto es más flojo, pero hay relatos excelentes que no destacarían en el conjunto de La Tierra Errante. Incluso creo que podrían substituir a un par de ellos mejorando el resultado final. En los relatos encontraremos ideas embrionarias que después desarrolla en obras posteriores, pero también ideas derivadas de otras de sus historias, incluso alguna continuación directa de alguno de sus relatos.
Están presentes los grandes temas recurrentes en las historias de este autor: grandes estructuras, civilizaciones poderosas que nos visitan y que somos para ellos como insectos, la criogenización como método para viajar en el tiempo, la especulación con las dimensiones y las partículas... Me han sorprendido gratamente algunos relatos en los que trata la cotidianidad de la sociedad china. Sus historias son muy originales, pero en esta colección tres de ellas optan por el interés de seres extraterresteres por el arte humano, ya sea la poesía, la escultura o la música. El planteamiento de los tres es diferente, pero igualmente deja la sensación de reiteración en los argumentos.
También están presentes los puntos más flojos de su narrativa: el poco interés por desarrollar a los personajes, lo importante son las ideas, y algunos detalles poco creíbles (teniendo en cuenta que estamos hablando de ciencia ficción) que destrozan el ambiente creado en los relatos. Un ejemplo: en uno de los relatos varios presidentes de países poderosos están en una recepción de las Naciones Unidas cuando ocurre un fenómeno astronómico sorprendente y se entabla un debate entre ellos sobre supernovas, fuerza de gravedad, velocidad de la luz... y otros aspectos científicos como si fueran doctores en astrofísica. ¿Os imagináis a Putin, Trump y Pedro Sánchez teniendo una conversación de este estilo? Pues eso.
Los relatos que más me han convencido son The thinker, por la idea que subyace de fondo y que me parece preciosa, y The Village teacher, por la variedad entre las dos tramas y supongo que también un poco por amor a la profesión. También cabe destacar Sea of Dreams por las imágenes espectaculares que consigue evocar, y Mirror por las posibilidades de la tecnología que plantea la historia.
La experiencia lectora ha sido satisfactoria, menos que con otros libros del autor, pero estoy seguro que si esta colección hubieses sido mi primer contacto con su obra me hubiese sorprendido y gustado mucho más. Estoy seguro que tarde o temprano aparecerá la traducción, y será un producto que recomendaré sin dudas a todos los amantes de la ciencia ficción.