Cibertormenta (Cyberstorm) de Matthew Mather es una de las
novedades de la colección Nova de ciencia ficción para septiembre de 2014.
Descubrí esta novela hace un tiempo a partir de los comentarios de Miquel
Codony en su blog. Hace relativamente poco, de manera sorprendente, se pudo
adquirir de manera gratuita en Amazon en versión original y unos pocos días
después Nova anunciaba su publicación. Suficientes referencias y oportunidades para que fuera
una de las lecturas de este verano.
Es una novela auto-editada y aunque he tenido experiencias
muy diversas con este tipo de novelas , en un principio no es un factor
determinante para que no elija una lectura. Con Howey funcionó.
Narrada en primera persona la novela nos explica cómo un
ciberataque consigue colapsar Internet y, en consecuencia, gran parte de los
servicios (luz, gas, agua, transportes...) de la ciudad de Nueva York dejan de
funcionar durante un período importante de tiempo. Si al caos que se produce le
sumamos la aparición de un par de
importantes tormentas de nieve que aíslan la ciudad, la situación
problemática está servida. La historia se centra en las aventuras del narrador,
su familia y un grupo de sus vecinos del bloque de apartamentos mientras
intentan sobrevivir a la caída de los servicios básicos.
Me encuentro bastante cómodo en este tipo de historias de
supervivencia post-apocalipsis, sea cual sea la causa del problema: La
carretera de McCarthy, La danza de la muerte de King , The Walking dead de
Kirkman, Mecanoscrit del segon origen de Pedrolo... después de tantas horas pasadas en
situaciones comprometidas, casi se podría decir que soy un experto. Teórico,
pero experto. (a nivel práctico y mirando la desolación de mi despensa creo que no llegaría a sobrevivir ni un par de
días).
Hay tanta literatura sobre el tema que es difícil ser
original. Creo que Mather lo consigue en algunos momentos, sobretodo por la
ubicación y por cómo plantea algunos
aspectos de la supervivencia haciendo hincapié en algunos detalles poco
habituales. El protagonista tiene un bebé de un año y pico, como es mi caso, y
he simpatizado mucho en este aspecto con sus preocupaciones. (pañales y
papillas).
La historia da que pensar y tiene bastantes detalles que indican que el autor ha repasado varias veces la obra, aunque peca un poco de tramposilla en la elección de algunos personajes, creo que debido a la inexperiencia del autor. A nivel de ejemplo: uno de los personajes del grupo de vecinos es un fanático de la supervivencia, de manera que, ya para comenzar, nuestros protagonistas parten con un montón de material que raramente encontraríamos en una casa normal, como por ejemplo un generador, botas, máscaras, guantes, … Uno de los refugiados a los que acogen resulta ser un genio de la informática y la ingeniería, y el portero de la finca es un ex-marine. Digamos que el grupo parte con ventaja.
Otra crítica que creo que debe recibir la novela y con la
que coincido con Miquel Codony es el pobre papel del género femenino en
general, totalmente pasivo en un principio, aunque va evolucionando a medida que los días pasan.
No acaba de resultarme creíble tampoco la manera que tiene
el autor de introducir su opinión sobre la sociedad actual a partir de los
diálogos de los personajes en momentos poco adecuados.
En resumen, una novela muy entretenida, de ligera lectura,
que consigue ser original en algunos aspectos en un subgénero en el que es
complicado, aunque tiene algunas trampillas de planteamiento que hacen que la
valoración final sea menor que lo que el entretenimiento que genera merece. El
autor ha despertado mi interés y precisamente estoy leyendo Atopia, una
novela muy interesante e independiente de ésta centrada en el uso de la
realidad virtual.
Os dejo, que tengo mucho trabajo en reorganizar mi trastero:
sacar todos los cacharros acumulados y ir apilando ordenadamente las raciones
de emergencia, los kits de supervivencia y el generador me llevara unos días.
Nunca se sabe que puede pasar.
Se lee a gusto, ¿verdad?
ResponEliminaTodavía no he leído Atopia.