Recuerdo que cuando se publicó en 2014 la antología Mañana todavía se entabló una discusión (bastante tibia, no llegó la sangre al río) sobre lo que se podía considerar distopía o no y incluso alguien con ganas de provocar se inventó el concepto distopina para hablar del tema. Res no es real, de David Gálvez, se merece un 100% de distopina, sin duda alguna.
En esta brevísima novela que se lee en una sentada el autor nos presenta esbozos de una sociedad cuya supervivencia se basa en el cultivo de fresas. Unos seres enigmáticos, Los que nos vigilan, se encargan de proporcionarles agua, herramientas y cuidan que su hábitat (totalmente cerrado al exterior) no se deteriore. Los habitantes de esta sociedad pagan con creces, porque de manera periódica, cuando se levantan de un sueño sospechosamente largo, descubren que algunos de sus familiares han desaparecido.
Cómo se ha llegado a esta situación es una incógnita, aunque el autor deja ir detalles que permiten intuir como ha ido evolucionando la sociedad. La estructura de la novela está basada en capítulos muy cortos, encabezados por una fecha de cinco dígitos que nos permite seguir el ritmo en que el narrador, de manera poco periódica, nos va explicando su historia. Repite de manera insistente, casi como un mantra, algunas frases y conceptos para remarcar algunas ideas, y lo consigue, sin que se haga pesado el recurso.
Parece mentira que en tan pocas páginas y en capítulos tan breves el autor sea capaz de tocar de manera tan completa temas tan complejos como el lenguaje y su función, aspectos de sociología, de religión, ... incluso algo de botánica aplicada.
Aunque la novela me ha encantado le voy a poner dos pegas. Estoy convencido de que el autor lo tenía así pensado, pero me ha dejado con demasiados interrogantes. Tengo ganas de saber más. La segunda pega es el final, demasiado abrupto para mi gusto.
Definitivamente la editorial Males herbes se está convirtiendo en una de mis preferidas. Son valientes y tienen buen ojo (al menos conmigo están acertando de pleno). Una de mis próximas lecturas va a ser Punts de fuga, una recopilación de relatos sobre viajes en el tiempo en el que David Gálvez también participa. La cosa promete.
Otras opiniones de la novela: El biblionauta , Fantàstik
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