En las redes sociales que frecuento se están abriendo debates y iniciativas interesantes relacionadas con las autoras de ciencia ficción y fantasia (las ganadoras de los premios Hugo, si se publica/traduce/lee suficientemente a estas escritoras, iniciativas para leer durante octubre solo obras escritas por mujeres, grupos en goodreads...). Ahora voy a quedar como un pedante, pero una reflexión interna parecida la hice cuando decidí leer la antología Alucinadas, ya que percibí que en mi lista de lecturas y de entradas en el blog había muy poca presencia femenina. A partir de ese momento, aunque la presencia de autores continúa siendo mayoritaria, sin ser un proceso muy premeditado (si he de ser sincero, intento leer los libros que llaman la atención sin fijarme en el género de quien los escribe) el porcentaje de autoras ha incrementado en las tres lenguas en las que comento en el blog. Continúa siendo un valor bajo, pero vamos mejorando en este aspecto.
El hecho de que hoy comente la segunda parte de esta antología escrita exclusivamente por mujeres no se debe a que este debate esté en el aire, ya que la valoración general no es demasiado buena y corro el riesgo de llegar a ser menos popular de lo poco que lo soy. La primera edición la califiqué con un notable, con algunos relatos muy destacados, incluso uno de ellos, Casas Rojas, de Nieves Delgado, se llevó el Ignotus a mejor relato (de hecho, la antología quedó en segundo lugar en su categoría).
La convocatoria de relatos, por lo que tengo entendido, ha seguido el mismo patrón que en la primera edición, pero la selección ha sido llevada a cabo por Sara Antuña y Ana Díaz en lugar de Cristina Jurado y Leticia Lara. Es un tópico, pero es cierto: todas las antologías son irregulares y difíciles de valorar en conjunto, pero la sensación general una vez terminada la lectura es que es bastante más floja que la anterior. Hay varios relatos que directamente no me han gustado nada, otros que no me han disgustado pero no dejarán marca, y otros muy buenos que compensan el tono general. Es una mala señal que el prólogo sea mucho más interesante que varios de los relatos que ofrece la lectura de este libro. Paso a comentar aquellos que me han emocionado y me han dejado poso.
En Wirik es Alejandra Degurgez nos plantea un universo en el que los humanos hemos conseguido crear híbridos entre nosotros y los insectos. Prisioneros en una base militar de investigación, tendrán que saber reaccionar a una situación de crisis. Muy interesante cómo en poco espacio es capaz de ofrecer una visión de la sociología de estos híbridos.
La sociedad distópica que presenta Maileis González en Seudo me ha gustado mucho. El protagonista es un ascensorista (modificado genéticamente para que nunca abandone su puesto) en un enorme edificio que incluye una sociedad con diferentes clases y diferentes hábitats en la estructura del edificio. El planteamiento general no es muy original, pero el enfoque si.
En El ídolo de Marte Julia Sauleda nos plantea un punto de vista original a la colonización de otros cuerpos del Sistema Solar: el regreso a la Tierra de las personas adaptadas a estos ambientes. Si a eso le sumamos la presencia de unos extraña raza de marcianos con los que han tenido contacto, queda un relato redondo y muy emotivo. Me gustaría profundizar más en este universo.
Sofia Rhei es la única autora que repite de la primera convocatoria, y también con un relato relacionado con el lenguaje, Informe de Aprendizaje. Narrado como el informe que presenta una traductora de su experiencia de aprendizaje del lenguaje de una extraña especie de cefalópodos que habitan un planetoide lejano. Muy interesante el planteamiento de las diferencias del lenguaje y del comportamiento de esta especie, y la mala leche que destila al final me ha encantado. De momento todo lo que he leído de esta autora me ha gustado.
El último relato, y que deja buen sabor de boca, es Cuestión de tiempo, de Susana Vallejo. La estructura del cuento es original: narrado como un extensísimo monólogo de una hacker que está drogada y está siendo torturada y interrogada sobre un programa que creó cuando era más joven. Creo que es difícil conseguir narrar una historia compleja y interesante como esta utilizando este recurso, todo un mérito.
En resumen: una antología irregular y con una valoración media no demasiado alta, pero con varios relatos a destacar y alguno de excelente, que estoy convencido que estará en la lista de nominados de los Ignotus del año que viene. Solo por estos relatos os recomiendo que os compréis el libro, aunque mi valoración global no sea muy buena. La edición digital es una oportunidad que no os podéis perder.